El Cáucaso: Washington se arriesga a una guerra nuclear por un error de cálculo / F. William Engdahl*

El dramático ataque militar por el ejército de la República de Georgia sobre Osetia del Sur en los últimos días ha llevado al mundo a dar un gran paso hacia el máximo horror de la era de la Guerra Fría -una guerra termonuclear entre Rusia y EE.UU.- por un error de cálculo. Lo que se está llevando a cabo en el Cáucaso está siendo informado en los medios de comunicación estadounidenses con un enfoque alarmantemente engañoso, haciendo aparecer a Moscú como el único agresor. La pregunta es si George W. Bush y Dick Cheney están alentando al inestable presidente georgiano, Mikhail Saakashvili, para forzar al próximo presidente americano a respaldar la agenda militar de la OTAN de la Doctrina Bush. Esta vez Washington puede haber interpretado mal las posibilidades, como lo hizo en Irak, pero esta vez con posibles consecuencias nucleares. [size=xx-small][b]Artículos relacionados:[/b] . El objetivo oculto y lo que está en juego en la guerra del Cáucaso / Manuel Freytas* . El fin de la era de posguerra fría / M. K. Bhadrakumar* . Guerra Fría y la lucha por los combustibles fósiles: la iniciativa energética rusa conmociona a EE.UU. / M K Bhadrakumar* [/size]

El problema subyacente, como enfaticé en mi artículo del 2 de julio, titulado Georgia, Washington y Moscú: un juego de póker geopolítico nuclear [Global Research], es el hecho que desde la disolución del Pacto de Varsovia en 1991 un miembro original tras otro así como ex estados de la URSS han sido seducidos y, en muchos casos, sobornados con falsas promesas por Washington para unirse a la contra organización, la OTAN.
En lugar de las discusiones iniciales después de la disolución del Pacto de Varsovia en 1991 sobre una disolución sistemática de OTAN, Washington ha convertido sistemáticamente a la OTAN en lo que sólo puede llamarse el vehículo militar de un gobierno imperial global estadounidense, unido por una red de bases militares desde Kosovo hasta Afganistán, pasando por Polonia, Turquía e Irak. En 1999, los ex miembros del Pacto de Varsovia Hungría, Polonia y la República Checa se unieron a la OTAN. Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania y Eslovaquia los siguieron en marzo de 2004. Ahora Washington está poniendo una gran presión sobre los miembros de la Unión Europea de la OTAN, sobre todo Alemania y Francia, para que voten en diciembre para admitir a Georgia y Ucrania.

Las raíces del conflicto

El conflicto específico entre Georgia y Osetia del Sur y Abjazia tiene sus raíces en lo siguiente. Primero, los osetas del sur, quienes hasta 1990 formaban una región autónoma en la república soviética georgiana, buscan unirse en un sólo estado con sus pares en Osetia del Norte, una república autónoma de la república soviética rusa y ahora Federación rusa. Hay un temor fundamentado históricamente de los osetas hacia el violento nacionalismo georgiano y la experiencia de odio georgiano de minorías étnicas bajo el entonces líder georgiano Zviad Gamsakhurdia, que los ossetios ven de nuevo en el actual presidente georgiano, Mikhel Saakashvili. Saakashvili fue llevado al poder con financiamiento de EE.UU. y las actividades encubiertas de EE.UU. de cambio de régimen en diciembre del 2003 en lo que se llamó la Revolución Rosa. Ahora las espinas de esa rosa están derramando sangre.
Abjazia y Osetia del Sur -la primera es un área tradicional de descanso en el Mar Negro, la segunda, una región empobrecida, escasamente poblada que limita con Rusia al norte– tienen cada una su propio idioma, cultura, historia. Cuando la Unión Soviética colapsó, ambas regiones buscaron separarse de Georgia en conflictos sangrientos -Osetia del Sur en 1990-1, Abjazia en 1992-4.
En diciembre de 1990 Georgia, bajo Gamsakhurdia, envió tropas a Osetia del Sur, luego de que la región declarara su propia soberanía. Esta movida georgiano fue derrotada por tropas del Ministerio del Interior Soviético. Después de eso, Georgia declararon la abolición de la región autónoma de Osetia del Sur y su incorporación en la propia Georgia. Ambas guerras acabaron con ceses de fuego que fueron negociados por Rusia y vigilados a través de fuerzas de paz bajo la égida de la recientemente establecida “Comunidad de Estados Independientes”. La situación se endureció como "los conflictos congelados", al igual que en Chipre. A fines de 2005, Georgia firmó un acuerdo por el cual no usaría la fuerza, y los abjazianos permitirían el retorno gradual de 200.000 georgianos étnicos más que habían huido de la violencia. Pero el acuerdo se derrumbó a principios de 2006, cuando Saakashvili envió a las tropas para retomar el Valle de Kodori en Abjazia. Desde entonces, Saakashvili ha estado realizando una escalada de preparativos para la acción militar.

El apoyo de Rusia es crítico para Osetia del Sur. Rusia no está dispuesta ver a Georgia unirse a la OTAN. Además, los osetas son los más viejos aliados rusos en el Cáucaso que han proporcionado tropas al ejército ruso en muchas guerras. Rusia no desea abandonarlos a ellos ni a los abjazianos, y todavía alimentan más intranquilidad étnica entre sus compatriotas en el Cáucaso Norte ruso. En un referéndum de noviembre de 2006, el 99% de los osetas del sur votaron por la independencia de Georgia, en un momento en que la mayoría de ellos había tenido pasaportes rusos por mucho tiempo. Esto le permitió al presidente ruso Medvedev justificar sus contraataques militares a Georgia el viernes como un esfuerzo para "proteger las vidas y dignidad de ciudadanos rusos, dondequiera que ellos puedan estar."
Para Rusia, Osetia ha sido una importante base estratégica cercana a las fronteras turcas e iraníes desde los días de los zares. Georgia también es un importante país de tránsito para el petróleo que se bombea desde el Mar Caspio al puerto turco de Ceyhan y una base potencial para los esfuerzos de Washington por rodear a Teherán.

Hasta donde los georgianos les concierne, Osetia del Sur y Abjazia son simplemente parte de su territorio nacional, que deben ser recuperados a toda costa. Las promesas de los líderes de la OTAN para hacer entrar a Georgia en la alianza, y las ostentosas declaraciones de apoyo desde Washington, han animado a Saakashvili a lanzar su ofensiva militar contra las dos provincias, Osetia del Sur y Abjazia. Saakashvili y, probablemente, la oficina de Dick Cheney en Washington parecen haber calculado muy mal. Rusia lo ha hecho claro que no tiene ninguna intención de ceder su apoyo a Osetia del Sur o Abjazia.

Guerra por poderes

En marzo de este año, mientras Washington proseguía para reconocer la independencia de Kosovo en la ex Yugoslavia y hacer de Kosovo un territorio dirigido de facto por la OTAN en contra de la voluntad del Consejo de Seguridad de la ONU y sobre todo contra la protesta rusa, Putin respondió con audiencias en la Duma rusa sobre el reconocimiento de Abjazia, Osetia del Sur y Transnistria, una república separatista pro-rusa en Moldavia. Moscú argumentó que la lógica del Oeste en Kosovo también se debería aplicar a estas comunidades étnicas que buscan liberarse del control de un estado hostil. A mediados de abril, el Sr. Putin ofreció la posibilidad de reconocimiento para las repúblicas separatistas. Era un juego de ajedrez geopolítico en el estratégico Cáucaso para las apuestas más altas -el futuro de la misma Rusia.
Saakashvili llamó al entonces presidente Putin para exigirle que él revierta la decisión. Le recordó a Putin que el Oeste se había puesto del lado de Georgia. Este pasado abril en la cumbre de OTAN en Bucarest, Rumania, el presidente americano Bush propuso aceptar a Georgia en el "Plan de Acción para membresía" de la OTAN, un precursor a la membresía de OTAN. Para sorpresa de Washington, diez estados miembros de la OTAN se negaron a apoyar su plan, incluyendo a Alemania, Francia e Italia.
Ellos defendieron que aceptar a los georgianos era problemático, debido a los conflictos en Abjazia y Osetia del Sur. Ellos en realidad estaban diciendo que ellos no estarían dispuestos a respaldar a Georgia como, bajo el Artículo 5 del tratado de la OTAN que manda que un ataque armado contra cualquier país miembro debe ser considerado un ataque contra todos ellos y por consiguiente debe requerirse el uso de la fuerza armada colectiva de todos los miembros, significaría que Europa podría enfrentarse militarmente contra Rusia por la diminuta República de Georgia del Cáucaso, con su dictador incalculable, Saakashvili. Eso significaría que el problemático Cáucaso estaría a muy poco de detonar la Tercera Guerra Mundial.

Rusia amenaza a Georgia, pero Georgia amenaza a Abjazia y a Osetia del Sur. Georgia mira a Rusia como un cocodrilo, pero Rusia mira a Georgia como la pata de los gatos del Oeste. Puesto que Saakashvili tomó el poder a fines de 2003 el Pentágono ha estado en Georgia dando ayuda militar y entrenamiento. No sólo hay personal militar americano activo el que está en Georgia hoy. Según una fuente de la inteligencia israelí, DEBKAfile, en 2007, el Presidente georgiano Saakashvili "comisionó a empresas privadas de seguridad israelíes a varios cientos de consejeros militares, estimados en 1.000, para entrenar las fuerzas armadas georgianas en tácticas de comando, aire, mar, blindados y combate de artillería. Ellos también han estado dando instrucción sobre inteligencia militar y seguridad para el régimen central. Tbilisi también compró armas, inteligencia y sistemas de guerra electrónicos de Israel. Estos consejeros estuvieron indudable y profundamente involucrados en los preparativos militares georgianos para conquistar la capital de Osetia del Sur el viernes."
Debkafile informó además que, "Moscú ha exigido repetidamente que Jerusalén frene su ayuda militar a Georgia, amenazando finalmente con una crisis en las relaciones bilaterales. Israel respondió diciendo que la única ayuda que dio a Tbilisi era 'defensiva'". La fuente de noticias israelita agregó que el interés de Israel en Georgia tiene que ver también con la geopolítica del oleoducto del Caspio. "Jerusalén tiene un fuerte interés haciendo que las tuberías de petróleo y gas del Caspio lleguen al puerto terminal turco de Ceyhan, en lugar de la red rusa. Las intensas negociaciones están en pie entre Israel, Turquía, Georgia, Turkmenistán y Azerbaiján para que las tuberías lleguen a Turquía y de ahí a la terminal de petróleo de Israel en Ashkelon y a su puerto del Mar Rojo de Eilat. De allí, los superpetroleros pueden llevar el gas y petróleo al Lejano Oriente a través del Océano Indico".
Esto significa que el ataque sobre Osetia del Sur es la primera batalla en una nueva guerra de poderes entre intereses liderados por anglo-americano-israelitas y Rusia. La única pregunta es si Washington calculó mal la rapidez e intensidad de la respuesta rusa a los ataques georgianos del 08.08.08.
Hasta ahora, cada paso en el drama de Cáucaso ha puesto el conflicto en un plano todavía mayor de peligro. El próximo paso ya no será solo el Cáucaso, o incluso Europa. En 1914 eran los "cañones de agosto" los que comenzaron la Gran Guerra. Esta vez los cañones de agosto del 2008 podrían ser el detonador de la Guerra Mundial III y un holocausto nuclear de indecible horror.

Primacía nuclear: el peligro estratégico más grande

La mayoría en el Oeste ignora cuán peligroso se ha vuelto el conflicto de dos provincias diminutas en una parte remota de Eurasia. Lo que queda fuera de la mayoría de la cobertura de los medios de comunicación es el estratégico contexto de seguridad militar de la disputa del Cáucaso.
Desde el fin de la Guerra Fría, hubo desarrollos por parte de la OTAN y también por Washington que han perseguido sistemáticamente lo que los estrategas militares llaman Primacía Nuclear. En términos más simples, si uno de los dos poderes nucleares opuestos puede desarrollar primero una defensa anti-misiles operacional, incluso primitiva, eso puede debilitar dramáticamente un contra-golpe potencial por el arsenal nuclear del lado contrario, el lado con defensa de proyectil ha "ganado" la guerra nuclear.
Tan loco como esto pueda parecer, ésta ha sido la explícita política del Pentágono a través de los últimos tres residentes desde Bush padre en 1990, a Clinton y, el más agresivo, George W. Bush. Éste es el problema donde Rusia ha dibujado una línea profunda en la arena. El poderoso esfuerzo americano por empujar a Georgia así como Ucrania a la OTAN presentaría a Rusia con el espectro de OTAN que viene literalmente a su puerta trasera, una amenaza militar que es agresiva al extremo, e insostenible para la seguridad nacional rusa.

Esto es lo que le confiere a la aparentemente oscura lucha en dos provincias del tamaño de Luxemburgo el potencial para volverse el gatillo de Sarajevo de 1914 de una nueva guerra nuclear por un mal cálculo. El gatillo de semejante guerra no es el derecho de Georgia para anexar Osetia del Sur y Abjazia. Más bien, es la insistencia americana de empujar a la OTAN y su defensa de misiles justo a la puerta de Rusia.

*F. William Engdahl es autor de: “A Century of War: Anglo-American Oil Politics and the New World Order,” y de “Seeds of Destruction: the dark side of gene manipulation,” a ser publicado próximamente. Este artículo proviene de su nuevo libro, en preparación, sobre la historia del Siglo USamericano. Para contactos, abra su sitio en la Red: www.engdahl.oilgeopolitics.net

Nota: Traducción y revisión a cargo del Equipo de Redacción del IADE

Fuente: Global Research - 11.08.2008

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