El costo laboral en la industria bajó casi 25% desde 2001
Como consecuencia del fuerte aumento que tuvieron los precios de los productos industriales luego de la devaluación -que fue muy superior a la suba de los salarios- el costo real de mantener un empleado en la industria está ahora, en promedio, un 24,5% abajo del que existía a fines de 2001.
Así surge de un informe sobre la evolución del costo laboral real, actualizado al tercer trimestre de 2005, elaborado por el Centro de Estudios de la Producción (CEP), entidad que depende de la Secretaría de Industria.
Si se agrega el incremento de 11,5% promedio que registró la productividad laboral -porque la producción se incrementó más que el número de horas trabajadas- el costo laboral real por unidad de producción se achicó aún más: alrededor de 30% respecto de los niveles de 2001.
También, de acuerdo con las cifras oficiales, en esta reducción de costos impactó la mayor "intensidad laboral en la industria". Esto quiere decir que el número de horas trabajadas por los empleados creció más que la ocupación industrial. O sea, cada ocupado trabajó más horas. Según el CEP, la intensidad laboral subió en promedio un 12,4%, y se profundizó en casi todas las ramas manufactureras, con picos del 45% en el sector automotor y del 26,7% en el sector textil.
Por su parte, tras los aumentos de sumas fijas y los acuerdos de los convenios de trabajo, los salarios industriales aventajaron en un 6% promedio a la inflación minorista. Pero perdieron con relación al costo de la canasta de alimentos básicos, que se duplicó desde enero de 2002.
Estas cifras oficiales, divulgadas hace una semana, tendrán su repercusión en las negociaciones de los convenios colectivos de trabajo que se están desarrollando en estos días y que involucran a varias ramas industriales, como alimentación y automotores. En esas negociaciones, los industriales vienen planteando que el poder adquisitivo de los trabajadores ya recuperó -y hasta superó- lo perdido durante la crisis. Pero los sindicatos argumentan que los empresarios cuentan con márgenes para mejorar los salarios porque tuvieron una significativa reducción de costos y una mejora de la productividad.
Lógicamente la reducción de los costos laborales no fue pareja en todos los sectores, aunque casi todas las actividades -19 sobre 22 ramas industriales- lograron disminuir el peso de los salarios en el valor final de producción.
El sector de metales comunes -que comprende a la siderurgia y aluminio- fue el que logró la mayor reducción de costos laborales: un 48,8% menos, debido a la fuerte suba de los precios domésticos, impulsado por el alza de los valores internacionales. En textiles, una rama que emplea mucha mano de obra, la caída del costo laboral real fue del 30,5% En cambio, en el rubro confecciones el costo laboral subió. Fue por el impacto de los aumentos salariales de suma fija que impactaron más en las actividades de bajos salarios.
Esta reducción del costo laboral industrial no fue lineal a lo largo de los últimos 4 años ya que los precios subieron abruptamente durante el 2002 y parte de 2003. Mientras, los salarios nominales fueron aumentando muy lentamente y se recuperaron más durante 2004 y 2005.
El mayor nivel de reducción del costo laboral se alcanzó a fines de 2002. Desde entonces esa reducción se fue achicando por las mejoras salariales, pero aún así las empresas industriales quedaron con un gran margen.
Otro dato oficial marca que la industria produjo en el tercer trimestre de 2005 un 6,35% más que en 1997, momento previo al inicio de la recesión y la crisis, con 14,1% menos de obreros.