El peso del oro. El trabajo infantil en minas y canteras.
El Día Mundial contra el Trabajo Infantil de este año atrajo la atención mundial respecto a la grave situación de los niños que trabajan en minas y canteras de pequeña dimensión. La OIT estima que en torno a un millón de niños, con edades comprendidas entre los 5 y 17 años, realizan actividades de minería y cantería en todo el mundo. Estos niños deben afrontar un trabajo duro y peligroso, y prescindir del acceso a la escolarización, la sanidad u otras necesidades básicas. Se han puesto en marcha programas experimentales con ayuda de la OIT y sus organizaciones asociadas para erradicar la necesidad del trabajo infantil construyendo comunidades sostenibles y brindando la oportunidad de un futuro mejor.
Fuente: Revista Trabajo nº 54
CUMAOS, Filipinas - Desde que tiene memoria, el día de Aiza comienza antes que el de la mayoría, ya que ella, su hermana y su madre se ganan la vida a duras penas en las minas de oro de Cumaos. Aiza aprendió el trabajo de su madre, y ahora su hermana de seis años de edad lo aprende de ella. Cuando su madre enfermó el año pasado, Aiza dejó de ir a la escuela y comenzó a trabajar a tiempo completo para mantener a su familia y pagar las facturas médicas de su madre. Es uno de los casi 18.000 niños que trabajan en el sector de la minería y la cantería a pequeña escala de Filipinas.
La OIT calcula que hay en todo el mundo cerca de un millón de niños que trabajan en pequeñas minas, una práctica que se ajusta a la definición de "una de las peores formas de trabajo infantil", según el Convenio núm. 182 de la OIT. El 12 de junio, la OIT y sus organizaciones asociadas organizaron conmemoraciones del Día Mundial contra el Trabajo Infantil para llamar la atención sobre el problema y movilizar los esfuerzos internacionales para erradicar esta práctica para siempre. Si desea más información, consulte los cuadros al margen sobre los eventos del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, historia de los Convenios, actualizaciones de programas y campaña francesa en los medios de comunicación.
La cruda realidad del trabajo infantil en minas y canteras
En las minas, los niños descienden hasta las entrañas de la tierra para arrastrarse por túneles improvisados, angostos, impracticables y escasamente iluminados en los que el aire está lleno de polvo. Se arriesgan constantemente a sufrir accidentes mortales debido a la caída de rocas, explosiones, desplome de las paredes de la mina y a la utilización de equipo diseñado para adultos.
Las entrevistas realizadas a 220 niños y niñas que trabajan en minas en Nepal han revelado que la frecuencia de lesiones es muy alta. Casi el 60 por ciento de estos niños trabajadores respondió que habían resultado heridos en el trabajo. En la minería de oro, los niños se exponen al mercurio tóxico, que se utiliza para separar el oro de la roca y puede dañar de forma permanente diversos órganos y el sistema nervioso.
Con frecuencia se exige a los niños que hagan el mismo trabajo que los adultos. En las operaciones de minería subterránea, por ejemplo, los niños trabajan en la extracción de minerales, ayudan a perforar, empujan carros, limpian galerías y sacan el agua de las minas. Los que trabajan en las minas de ríos, cavan y bucean en busca de sedimentos. En las concentraciones de minerales, trituran piedras, arrastran minerales, recogen piedras preciosas y lavan oro. Y en las explotaciones de materiales industriales, como arcilla, carbón y arena, los menores (a menudo, niñas) transportan enormes cargas sobre la cabeza y la espalda, a veces bajo un intenso calor.
En los hogares en torno a las minas, los niños preparan la comida para los mineros, acarrean agua y hacen otras laboras domésticas. Fuera del hogar, se les ve con frecuencia trabajando en bares, restaurantes e, incluso, la prostitución.
Aspectos sociales y económicos
En los países en los que existe la minería y la cantería a pequeña escala, su repercusión económica y social suele ser importante. La minería representa en Bolivia aproximadamente el 40 por ciento del ingreso de divisas del país por exportaciones de minerales. Más del 30 por ciento de las exportaciones de la minería y el 85 por ciento de todo el empleo generado por el sector corresponden a cooperativas mineras y otras minas de pequeña dimensión, que se mantienen con la participación de todos los miembros de la familia, incluidos niños y adolescentes.
Muchos de los problemas relacionados con el trabajo infantil y la minería a pequeña escala están vinculados al hecho de que las actividades de minería se realizan con frecuencia en el sector no estructurado y en áreas remotas. Por minería no estructurada se entienden las actividades de minería sin control realizadas por familiares o parientes cercanos sin licencia o permiso formal.
"Cuanto más remota e informal es una actividad de minería de pequeña dimensión, más probable es que participen niños", afirma Norman Jennings, experto de la OIT en el sector minero. "El sector minero estructurado a gran escala no emplea a niños para sus actividades."
El uso del trabajo infantil en minería está estrechamente asociado a la pobreza que impera en los distritos mineros remotos, en los que es difícil encontrar otras formas de empleo. Además, el trabajo infantil es considerado a menudo como parte del proceso de socialización. En las comunidades mineras de Bolivia, Ecuador y Perú, la población cree que los niños mayores de 14 años están capacitados para trabajar con los adultos. La labor que desempeñan los niños tiende a verse como una "ayuda" y no como un trabajo propiamente dicho, de la misma manera que los padres tampoco consideran trabajo otras actividades que hacen sus hijos, como cuidar animales, cortar leña y realizar tareas agrícolas. Un paso para erradicar el trabajo infantil en la minería y la cantería es el reconocimiento por parte de los padres de que sus hijos realizan un trabajo en toda regla.
Es habitual, en la minería y la cantería a pequeña escala, que toda la familia participe en el proceso de trabajo. La aportación de los niños a sus familias, en términos de trabajo realizado e ingresos generados, suele ser importante. Sin embargo, muchos niños no reciben en este sector remuneración alguna por su trabajo y, en caso afirmativo, su salario es normalmente inferior al de los adultos.
Erradicación del trabajo infantil en la minería y la cantería
¿Puede eliminarse el trabajo infantil en minas y canteras? La OIT afirma que sí. Los resultados de diversos proyectos encaminados a retirar a los niños de estas explotaciones ponen de relieve la posibilidad de alcanzar logros significativos.
Los problemas de trabajo infantil sólo pueden resolverse de manera sostenible si se aplica un planteamiento integrado. "La acción directa debe combinarse con el refuerzo de las capacidades locales y con una mejora del marco normativo y organizativo", afirma Guy Thijs, director de operaciones del Programa Internacional de la OIT para la Erradicación del Trabajo Infantil. "Los programas deben abordar los servicios sociales y de salud, la protección jurídica, la educación, la generación de ingresos y otras posibilidades de empleo alternativo para las familias mineras, así como la sensibilización de la población."
En opinión de Thijs: "Los mejores resultados pueden obtenerse si todos los interesados colaboran. Las Administraciones, tanto a escala nacional como local, las compañías mineras y los sindicatos deben aunar fuerzas con los gestores de los programas de erradicación de la pobreza en áreas mineras y el personal de los proyectos relacionados con el trabajo infantil".
Historia de los convenios sobre trabajo infantil
Casi todo el trabajo realizado por niños en minas y canteras es peligroso, y se considera que constituye una de las peores formas de trabajo infantil. Ésta es una breve historia de los Convenios sobre el trabajo infantil en relación con la minería y la cantería:
· El Convenio (núm. 123) sobre la edad mínima (trabajo subterráneo), de 1965, definió el término "mina" como "toda empresa, pública o privada, dedicada a la extracción de sustancias situadas bajo la superficie de la tierra, por métodos que implican el empleo de personas en trabajos subterráneos", y el artículo 2 estableció que "la edad mínima no será en ningún caso inferior a 16 años".
· El Convenio (núm. 138) sobre la edad mínima, de 1973, se convirtió en un pilar básico de la lucha contra el trabajo infantil al proponer que cada uno de los Estados miembros que ratificara el Convenio se comprometiera a "seguir una política nacional que asegure la abolición efectiva del trabajo de los niños y eleve progresivamente la edad mínima de admisión al empleo".
· El Convenio núm. 138 definió el trabajo peligroso como "todo tipo de empleo o trabajo que por su naturaleza o las condiciones en que se realice pueda resultar peligroso para la salud, la seguridad o la moralidad de los menores".
· Sin embargo, no fue hasta 1999, con la adopción del Convenio (núm. 182) sobre las peores formas del trabajo infantil, que complementaba más que sustituía al Convenio núm. 138, cuando se identificaron las peores formas de trabajo infantil y se pusieron en marcha medidas específicas para su inmediata eliminación. En abril de 2005, 153 de los 178 Estados miembros de la OIT ratificaron este Convenio, y con ello aceptaron adoptar medidas inmediatas y eficaces para procurar la prohibición y la erradicación de las peores formas de trabajo infantil para menores de 18 años de edad.
Mongolia: la eliminación del trabajo infantil en las minas de oro
En Mongolia, entre el 10 y el 15 por ciento de las 100.000 personas que trabajan en minas de oro informales son niños. Esto se debe al aumento de los niveles de desempleo en todo el país y a la disminución de las oportunidades de generar ingresos rurales.
La OIT puso en marcha un proyecto de colaboración con la Federación de Empleadores de Mongolia (MONEF) y otras organizaciones asociadas, en 2003, para eliminar el trabajo infantil en las minas de oro utilizando un enfoque integrado respecto al desarrollo sostenible. El proyecto ayuda a la comunidad a organizar una asociación de ámbito local para mejorar las condiciones de trabajo, obtener maquinaria básica para sustituir el trabajo más peligroso realizado por los niños, crear programas locales para sensibilizar a la comunidad y apoyar actividades generadoras de ingresos alternativos para adultos, de forma que los niños no tengan que trabajar.
El proyecto ha hecho grandes progresos no sólo respecto a la mejora de las relaciones entre las autoridades locales, los mineros del sector no estructurado y las compañías mineras del sector estructurado, además de en la formación de los mineros locales en temas de seguridad profesional y salud, sino que ha incorporado también a antiguos niños mineros a la educación no formal (ENF) y a cursos de formación profesional.
En Zamaar Soum, por ejemplo, 37 niños de entre 6 y 15 años han comenzado un programa NFE de carácter participativo e interactivo que les proporciona un entorno seguro y estimulante en el que aprender. Además de las convencionales, el programa aborda cuestiones como el trabajo infantil, la salud y la seguridad en el trabajo, el desarrollo personal y la organización del trabajo.
Los 40 adolescentes de entre 16 y 19 años que trabajaban en las minas de Zamaar Soum están inscritos en el centro de formación profesional en minería de Erdenet con el objetivo de apartarlos del trabajo peligroso en el que se hace un uso intensivo de la mano de obra y que puedan acceder un empleo alternativo, seguro y digno. MONEF y sus socios investigan en la actualidad otros tipos de capacitación para antiguos niños mineros y ayudan a crear oportunidades de empleo a las que puedan acceder una vez que finalizan los cursos y entran en el mercado laboral.
"Estamos adoptando una serie de acciones concretas relacionadas con la organización de clases de educación no formal dirigidas a los niños que trabajan en las minas y la capacitación de los más mayores para que puedan conseguir un empleo más seguro en compañías mineras del sector estructurado", afirma Kuyag Ganbaatar, de la Federación de Empleadores de Mongolia.
En Francia se lanza una campaña nacional contra el trabajo infantil La OIT, en colaboración con el Gobierno francés y los interlocutores sociales, ha lanzado una nueva campaña de información nacional contra el trabajo infantil en Francia que incluye la exhibición de carteles en las estaciones de metro y anuncios luminosos en París y la región de Ile-de-France. La campaña publicitaria se creó para conmemorar el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, instaurado en 2002 y celebrado anualmente el 12 de junio, a fin de aumentar la sensibilización del público respecto al trabajo infantil y potenciar el compromiso de los gobiernos y los interlocutores sociales de erradicar la práctica. La campaña se organizó en colaboración con varios ministerios públicos y mandantes de la OIT, y fue lanzada oficialmente por Jean-Louis Borloo, ministro de Empleo. La finalidad de la campaña era sensibilizar al público respecto a la realidad, las causas y las consecuencias del trabajo infantil, así como evaluar los avances del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la OIT. La campaña ha tenido una importante cobertura en radio, televisión y prensa escrita, incluidos los medios de difusión de sindicatos y otros participantes en la campaña. También ha recibido apoyo de escuelas, universidades, redes de la región de Ile-de-France y el Ministerio de Educación. Los carteles y los anuncios de televisión fueron producidos sin coste alguno por una agencia de publicidad francesa con el apoyo del Ayuntamiento y de la empresa de transporte público de París. (Si desea más información, consulte el informe completo sobre la campaña en www.ilo.org, en la revista Trabajo).
Día Mundial contra el Trabajo Infantil: Eventos en 55 países
El Día Mundial contra el Trabajo Infantil se conmemoró en todo el mundo el 12 de junio de 2005, con celebraciones en más de 55 países. Muchos actos se centraron en la sensibilización con relación a la necesidad de eliminar el trabajo infantil en minas y canteras de pequeña dimensión.
Participaron en ellos gobiernos, representantes de trabajadores y empleadores y organizaciones no gubernamentales, e incluyeron desde representaciones teatrales a concentraciones y debates. Se celebraron algunas conferencias de prensa en pequeñas minas y canteras en las que trabajan niños. En otros lugares, los niños se expresaron mediante la pintura, la poesía y la música, y participaron en carnavales, festivales y circos para llamar la atención sobre las cuestiones del trabajo infantil.
Entre los principales eventos en sedes externas destacan: una amplia campaña en los medios de comunicación en Perú para mostrar el éxito de la erradicación del trabajo infantil en las minas de Santa Filomena; una cadena humana de 10.000 personas organizada en la ciudad de Dhaka por la OIT y organizaciones asociadas en Bangladesh; una campaña de un mes de duración en India para eliminar el trabajo infantil en la industria de las cerillas y los fuegos artificiales, y representaciones artísticas utilizando la metodología SCREAM en Italia, España y Jordania, entre otros países.