El sol del 25

Victorio Paulón


Como sujeto histórico, la clase obrera convirtió Plaza de Mayo en su Meca. Volver siempre al mismo sitio es una vieja costumbre del pueblo argentino. Tenemos en nuestra primera memoria nombres e imágenes del parto patrio en 1810.

Aquel relato simplista del Billiken quedó asociado a la idea de libertad, independencia, soberanía. La evocación al comienzo de nuestra historia se hace presente en cada coyuntura en que se percibe que el fantasma colonial vuelve a oscurecer el cielo. ¿Qué son 200 años cuando hablamos de patria? Apenas diez generaciones acumuladas. La historia nació simbólicamente en ese par de manzanas que rodean el Cabildo. De ahí partió el grito libertario que finalmente se hizo posible sobre la sangre de los gauchos, de los indios y de los negros.

Este 25 de Mayo de 2018 será diferente. No serán la fanfarria ni el Tedeum, con su anodino aburrimiento, las notas dominantes, sino la enorme movilización que volverá a ganar la Nueve de Julio en repudio al retorno al Fondo Monetario Internacional, a las rebajas salariales, al robo a los jubilados, la eliminación de la paritaria docente y al mecanismo automático del ajuste perpetuo en el marco de una profunda recesión. Bajo la consigna: “No a FMI,  la Patria está en peligro”, los convocantes organizaron un festival en el Obelisco con la presencia de los más notables artistas populares, y la lectura de una proclama, acompañada del Himno Nacional Argentino cuya música será ejecutada por Miguel Ángel Estrella. El reciente 21 de Febrero empezó una marcha que se mostrará, una vez más, en la calle.

Como en los albores de la Revolución, la Semana de Mayo será movida y agitada. El día 22, desde distintos puntos del país, CTERA iniciará la Segunda Marcha Federal de la Educación para culminar el miércoles 23 en la Plaza de Mayo. El irresuelto conflicto por la paritaria nacional docente, cuyo costo anual se escurre en un día de timba financiera, sigue latiendo y forma parte del lote de paritarias que aún no fueron entregadas. Los dirigentes de lapicera precoz que corrían detrás del 15% no lograron instalar en el sentido común la rebaja salarial.

Todos los movimientos sociales serán parte de la movida, también las distintas expresiones de la izquierda. Varios sindicatos que no estuvieron aquel 21 F esta vez se sumarán a la jornada.

Esta vanguardia con el nombre de una fecha contiene a diversos sectores sindicales y de los movimientos sociales que asumieron el compromiso de representar la oposición real, la que estuvo presente desde el inicio del gobierno de Macri en todas las luchas y que fue, además, ordenadora de la oposición parlamentaria.

Una vez más el 25 de Mayo transforma la fecha patria en jornada histórica. Así ocurrió con la liberación de los presos políticos con la asunción de Héctor Cámpora en 1973. También cuando Néstor Kirchner empezó a cambiar la historia con su invitación a “compartir un sueño”, inaugurando una etapa de 12 años en que el poder real fue expulsado de la Casa Rosada.

Tomar conciencia del enorme poder del protagonismo colectivo es el primer paso para empezar a cambiar la historia. Ni el llanto ni el arrepentimiento pueden reemplazar el compromiso que cada uno de nosotros es capaz de desarrollar. Mucho menos la resignación y el enojo que no se exprese en la calle. Cuando la Plaza de Mayo desborda de protestas, los luchadores anónimos se sienten expresados en esas demandas.  Serán los obreros en lucha por los despidos en Iberoamericana, en Manantiales Behr, a 25 kilómetros de Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut, operarios de la construcción que mantienen cortados los caminos a este yacimiento operado por YPF S.A. en sociedad con la empresa chilena ENAP Sipetrol.

Puede suceder con el histórico sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba, el del “Gringo” Agustín Tosco, amenazado por el converso Juan Schiareti, un gobernador deseoso de privatizar la empresa provincial de la energía (EPEC), que ya empezó con el desconocimiento del convenio colectivo, jubilaciones compulsivas y otros atropellos. El combativo sindicato, que hoy conduce Gabriel Suárez, supo resistir la ola privatizadora de los ’90. El día miércoles 16 a primera hora ocuparon el edificio central de EPEC anunciando su permanencia con las consignas de “No al ajuste en EPEC, El convenio colectivo no se toca, No a los retiros voluntarios, Con Luz y Fuerza No, EPEC estatal e integrada”. Sabemos que cuando los sindicatos con historia marcan un rumbo firme, el conjunto tiende a imitarlos.

Los trabajadores de Cresta Roja volvieron a sufrir la represión de la Gendarmería para imponerles una nueva ola de despidos.

Esta forma de expresar la Patria con los cuerpos es la única resistencia al complicado mecanismo financiero que la está endeudando, empobreciendo e hipotecando su futuro. En momentos como estos no se puede delegar la representación de los intereses del conjunto. Hay demasiados ejemplos en nuestra corta historia como para que no asumamos nuestra responsabilidad colectiva. Delante tenemos dos salidas: o detenemos el saqueo forzando un cambio de raíz del plan económico, o deberemos hacernos cargo muy pronto de sacar a nuestro país de una ruina peor que la del año 2001.

Los pueblos guaraníes eran nómades y circulaban recorriendo un extenso territorio, buscando la tierra “libre de todo mal”; cada diez años, más o menos, volvían a pasar por el mismo sitio. Es una buena representación para explicar nuestra cultura histórica de volver a la plaza que nos vio nacer cada vez que la patria está en peligro. Con el sitio reducido por vallas y rejas, quienes se juntaron para organizar la respuesta decidieron ir a más, en la inmensa avenida Nueve de Julio. El de 2018 será un 25 de Mayo mirando hacia el futuro con una fuerte conciencia del desafío que tenemos en el presente. Desde el Obelisco, de cara a la plaza.

 

El Cohete a la Luna - 19 de mayo de 2018

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