El yuan y su conversión en moneda de reserva
Con este fin, desde 2009 se establecieron ventanillas alrededor del mundo que operan en yuanes. El Consejo Atlántico dice: “La internacionalización de divisas importantes tiende a seguir un proceso evolutivo en el cual una moneda se desarrolla de ser simplemente un instrumento para la facturación y el comercio, a un medio de inversión, y tarde o temprano componente de las reservas de los bancos centrales.”[1] Así, lo que siguió al paso de convertirla en moneda de comercio fue transformarla en un medio de inversión a través de la liberalización del yuan en el mercado offshore. Como moneda de comercio, el Yuan pasó de representar el 7% del comercio asiático con China en el 2012 al 37% en el 2015, según SWIFT. Se usa en 37% de los pagos comerciales desde los Estados Unidos y 33% desde Europa. Es la segunda moneda más usada en financiamiento del comercio y la quinta en financiamiento de la inversión al 2015. Sesenta bancos centrales ya tienen reminbi en sus reservas internacionales.
El Yuan es una moneda con tipo de cambio controlado, de modo que establecer un mercado libre offshore es abrirle un mercado paralelo. La banda de variación dentro de China es 2% desde el año 2012 y antes fue de 1% desde el 2007. El mercado offshore es un mercado libre y los inversionistas internacionales pueden operar en el mercado futuro sin bandas. Esto abre las posibilidades de operaciones de arbitraje entre ambos mercados, el interno y el off shore. El mercado de yuanes más grande del mundo está en Hong Kong y el mercado más significativo en Londres, sede del Euromercado y de las principales monedas del mundo. La Bolsa de Valores de Londres es la referencia obligada del mercado cambiario mundial ahora que las monedas se cotizan como commodities. Para que una moneda sea clasificada de reserva mundial debe desaparecer toda forma de control cambiario sobre ella y tener una sola cotización operada en el mercado internacional. Pero el Yuan tiene un mercado controlado hasta ahora.
Los extranjeros que operan dentro del mercado cambiario chino son quinientas empresas registradas como Qualified Foreign Institutional Investors (QFIIs) pero desde noviembre del 2014 se puede también operar a través de Hong Kong en lo que se llama el Shanghai-Hong Kong Stock Connect, que permite utilizar a los brockers locales para operaciones en el otro mercado pagado en moneda nacional. Esto abre una ventana para que operadores externos ingresen dentro del mercado chino hasta por un monto de 48,660 millones de dólares americanos anuales.
La apertura de la bolsa de Shanghái a la bolsa de Hong Kong y a inversionistas del mundo en noviembre del 2014 tuvo un impacto inmediato en el curso del índice de capitalización. Se produjo la burbuja más rápida observada en una bolsa de valores en el mundo. Entre el 7 de noviembre del 2014 y el 12 de junio del 2015 el índice CSI pasó de 2,502 a 5,335, día en que la bolsa “se pinchó”. Esta más que duplicación del índice (113% de aumento) y su celebración por la prensa occidental, luego se convirtió en las metáfora de la economía china cuando la prensa occidental comenzó a tratarla como si fuera la de Nueva York o Londres, cuyos indicadores, por cierto, tampoco dicen nada hoy en día sobre la marcha macroeconómica de sus países. (Ver grafico1)
GRAFICO 1. Bolsa de Shanghái Índice CSI 300
Las condiciones que el FMI estableció para que el Yuan sea una moneda de reserva son: 1) la apertura de sus mercados interbancarios y de divisas (desapareciendo la división onshore/offshore y la banda de flotación) a las instituciones financieras internacionales, 2) mejora de la estadística sobre reservas de divisas, y 3) una flexibilización del tipo de cambio para que las fuerzas del mercado influyan en él. Estas condiciones aceptadas y firmadas el 30 de noviembre fueron ratificadas cuando el congreso americano aceptó el cambio al sistema de votación en diciembre. Por extraño que parezca, el impacto cambiario de esta decisión ha sido la depreciación del Yuan, algo que en condiciones normales parecería totalmente ilógico, la “moneda del pueblo” pasó de 6.40 en agosto a casi 6.60 a finales de diciembre. El fortalecimiento del dólar y los repetidos ataques para hundir las monedas emergentes han dado como resultado que en el año 2015, el yuan se depreciara 6.82%, la rupia 8.97%, el rublo 10.78%, el rand sudafricano 43.67% y el real 54.08%.
El anuncio del alza de la tasa de interés por el FED el 17 de diciembre del 2015, tuvo un efecto inmediato en las bolsas americanas, así como en Europa y América Latina, no tanto así en China, Corea, la India y otros países de Asia, donde el efecto se presentó con dos semanas de distancia al final del mismo año.
Sin embargo la apuesta estaba encaminada a una gran caída del Yuan, ni siquiera la entrada del mismo a los DEG logró revertirla. Crispin Odey, que controla la Dirección de Odey Asset Management, dijo en septiembre del 2015 que “el yuan debería caerse en al menos el 30 por ciento.” (Bloomberg, “Hedge Fund That Called Subprime Crisis Urges 50% Yuan Drop”) Mark Hart de Corriente Advisors apuesta contra el Yuan y dice que debe depreciarse 50%, según la misma nota.
El costo para China de la internacionalización del Yuan es haber colocado el valor de su moneda en las manos de especuladores que harán cualquier cosa para impedir que el Yuan siga avanzando en su nuevo rol de moneda de reserva. Vistos los números, la prensa está haciendo más ruido que las nueces, si bien la pérdida de 5% de sus reservas en el año ha sido un cambio de tendencia, esto ha sido con el fin de defender al Yuan y podría decirse que de forma exitosa.
Haría bien que alguien en el Banco Popular de China, leyera sobre el modo como Estados Unidos colocó al dólar como moneda de reserva dominante en 1945 y eliminó la zona esterlina y el papel de la libra. Le obligó a abrir la cuenta de capitales al final de la guerra y cuando las reservas internacionales estaban diezmadas en enero de 1946, tuvo que volver a cerrar la cuenta. Ya para entonces la libra no importaba como moneda de reserva. Está detallado en el libro The Battle for Bretton Woods de Ben Steil. Hay que recordar que más valor se destruye en una devaluación que en un campo de guerra, esto podemos observarlo en los ataques contra el rublo, el real y el rand sudafricano en los últimos dieciocho meses.
Alai - América latina en Movimiento - 22 de enero de 2016