Por qué arrasó

En 34 años de democracia hubo tres ciclos políticos: el alfonsinismo, el menemismo y el kirchnerismo. Todos lograron prolongar su poder encabezando la dirección política de fuerzas heterogéneas con una oposición fragmentada. Desde anoche puede hablarse de un cuarto ciclo: el macrismo. Sin los resultados económicos prometidos y atravesando una etapa de conflictividad social, Cambiemos se consolidó en buena parte de la Argentina. Mientras quienes no acuerdan con el gobierno no encuentran ninguna síntesis y respaldan estrategias distintas y diferentes formas de construcción política.

“Hay una gran coincidencia entre la economía de Macri y la de los 90”

 

Domingo Cavallo (Córdoba, 1946) es un personaje clave de la reciente historia argentina, y uno de los más polémicos. Fue el padre de la convertibilidad del peso con el dólar que a partir de 1991 acabó con la hiperinflación argentina. Fernando De la Rúa lo llamó de nuevo en 2001, en un intento desesperado por salvar el modelo. Siete meses después Argentina vivió la peor crisis de su historia, que acabó en el corralito. Desde entonces Cavallo es odiado por millones y pasó incluso por la cárcel. A 16 años del estallido, aplaude la política económica de Mauricio Macri y sostiene que en muchos aspectos es una continuidad con lo que él hizo en los 90, vaticina cambios profundos después de las elecciones y asegura que la historia lo absolverá.

Conversación con Carlos Heller

 

Roberto Caballero: Lo tenemos en línea ya a Carlos Heller y nada, vamos a hacer el balance con él sobre lo ocurrido, es interesante saber qué piensa, que aparte tiene una cabeza política, pero también una gran sensibilidad. Ayer a la noche intercambiamos algún mensajito y él plantea algo muy interesante, bueno, estas cosas que suceden ponen a prueba las convicciones, no habla de nuestras convicciones, sino que habla particularmente de lo difícil que está en frente para encarar y resolver. Pero bueno, Carlos, muy buen día, ¿cómo va eso?

Un pacto republicano

 

Algo inaudito sucedió en la madrugada del domingo pasado en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe: se interrumpieron los escrutinios electorales y, en alguna medida, algo de la democracia y de la república quedó alterado. Porque lo que los ciudadanos expresaron individualmente con su voto no pudo ser traducido en un resultado final, en ese número síntesis que es la voluntad general. Finalmente, luego de marchas y contramarchas, en Santa Fe se avanzó. Pero no pasó lo mismo en la provincia de Buenos Aires donde quedó demorado el anuncio –según todos los pronósticos– del triunfo de la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. 

Vapuleados pero no vencidos

 

El acento puesto en el show mediático de la noche del domingo, en la manipulación del suministro de información y en la suspensión del escrutinio provisorio cuando ya los datos mostraban que la lista encabezada en Provincia de Buenos Aires por Cristina Fernández de Kirchner superaba a la del oficialismo, no debe ocultar que de todos modos la jornada electoral fue positiva para el macrismo.