Exxon-Mobil, la empresa que más se opone al desarrollo de energía renovable
La Jolla, Cal., 23 de julio. Exxon-Mobil, la empresa petrolera más grande del mundo, ha sido la compañía que más se ha opuesto a la adopción de medidas que contribuyan al mejoramiento ambiental y al desarrollo de energías renovables, aseguró Naomi Oreskes, profesora del Departamento de Historia de la Universidad de San Diego (UCSD).
En entrevista, la investigadora manifestó que a través de representantes en el Congreso y en la Casa Blanca, vinculados estrechamente con esta petrolera, que tiene negocios en más de 200 países en todo el mundo, la empresa ha influido para que Estados Unidos no ratifique el llamado Protocolo de Kyoto.
En los pasados 20 años se ha acumulado evidencia de que el uso intensivo de combustibles por la industria y los automóviles pueden provocar cambios peligrosos en el clima global. En 1997 se estableció el Protocolo de Kioto. Mediante ese acuerdo, los países firmantes, entre ellos México, se comprometieron a reducir sus emisiones; sin embargo, países como Estados Unidos, China, Japón y Rusia se rehusaron a signar el acuerdo internacional.
A este respecto, Naomi Oreskes, aseveró que en la Casa Blanca además del presidente George Bush y Dick Cheney existen otros destacados funcionarios que provienen de las compañías petroleras, por lo que no hay incentivos para que estas empresas cambien a la investigación de combustibles más limpios como el desarrollo de energía solar y eólica.
Exxon-Mobil, también conocida bajo la marca Esso, es la primera compañía a nivel internacional que financia centros de propaganda y divulgación de ideas generalmente de carácter político neoliberales además de que ha sido una de las principales empresas que ha otorgado cuantiosos recursos a las campañas electorales de los Bush.
Cuestionada en el marco del tercer taller de periodismo científico Historia, política y controversia, efectuado en la sede de la UCSD, Oreskes afirmó: "Nosotros conocemos mejor este tipo de actividades de ellos (Exxon-Mobil) y han sido los más activos en dos formas. Hicieron, primero una serie de anuncios en el New York Times durante varios años y éstos señalaban que no conocían lo que estaba ocurriendo con el cambio climático, si el mundo se está calentando, si los combustibles estaban contribuyendo a ello, y consideraron que era muy temprano para regular el tema".
Exxon-Mobil fue uno de los impulsores de la resolución Byrd-Hagel, para que Estados Unidos no ratificara el protocolo de Kyoto establecido en 1997. Entre los congresistas que elaboraron esta resolución destacan Robert Byrd, del oeste de Virginia, y Charles Hagel, de Nebraska, relacionados con los grupos petroleros y del carbón.
Además hay otros congresistas que están incrustados en la Casa Blanca y que responden a los intereses de las compañías petroleras, como son Joe Barton, de Texas, y el senador James Inhofe, de Oklahoma.
La especialista manifestó que para beneficiar a esos mismos grupos políticos y económicos en los que también es conocida la participación del presidente George Bush y Dick Cheney, ahora se impulsará el uso intensivo del carbón. Exxon-Mobil y la industria del carbón se han opuesto y se resisten el cambio legal.
Sin embargo, compañías como la inglesa British Petroleum (BP), la angloholandesa Shell y la estadunidense Conoco Phillips han sido más concientes de los daños que puede ocasionar el cambio climático, por lo que abandonaron el grupo que inicialmente se oponía a aplicar medidas para contrarrestar los efectos del cambio global y ahora están destinado enormes sumas de dinero a la investigación para el desarrollo de nuevos combustibles más limpios.