La deuda, un viento de cola convertido en huracán
La crisis que vivimos es producto del creciente resultado adverso en el sector externo, la política monetarista en materia de lucha contra la inflación y el desenfrenado ritmo de crecimiento de la deuda externa. Eso fue posible por el viento de cola generado por la una alianza con el capital financiero internacional que financió el desaguisado establecido en el poder. Esto parece haber llegado a su fin y el costo fue autoinflingirse una solución yendo al FMI.
Señor presidente, ¿al servicio de quien está?
Señor presidente, le escribimos para recordarle, por las dudas, que el 20 de junio es el Día de la Bandera, símbolo por excelencia de nuestra Nación.
Las tres velocidades de la crisis y su bifurcación
Para la segunda mitad de 2012 el ritmo de la economía mundial mostraba dos velocidades: de un lado, Estados Unidos y Europa con crecimiento económico cercano a cero debatiéndose entre el ‘precipicio fiscal’ y el ‘riesgo soberano’; de otro lado, las economías emergentes, con tasas de crecimiento positivas –en vías de desaceleración- si bien con riesgos crecientes efecto de la apreciación cambiaria ligada al flujo de capitales de corto plazo y la disminución de la actividad económica de los países avanzados.
España en caída libre hasta 2018
El Fondo Monetario prevé que la prima de riesgo del país ibérico llegue a los 750 puntos, todo un récord. Además, el organismo anticipa que junto a Grecia sufrirá la mayor caída mundial del Producto Bruto Interno.
Rajoy confiaba en tener una semana sin demasiados sobresaltos y que su asistencia el pasado viernes 12 al desfile militar por el Día de la Hispanidad (con Franco llamado Día de la Raza) le diera una tregua en su sobresaltada agenda. Pero no, no fue así, no fueron precisamente días tranquilos los que vivió.