Katrina: nuevas renuncias
Un juego de acusaciones mutuas empezó en Washington, donde el ex director de la Oficina de Manejo de Emergencias, FEMA, Michael Brown, responsabilizó a la gobernadora de Lousiana, Kathleen Blanco, y al alcalde de Nueva Orleans, Ray Naguin, de ser el origen del caos posterior que generó Katrina.
Aunque el huracán no arremetió directamente contra la ciudad, se presentaron problemas con los diques que la protegen, y Nueva Orleans quedó sumergida en un 80%.
Decenas de miles de personas que no pudieron, o no quisieron evacuar la ciudad, quedaron sin asistencia por varios días en una ciudad anarquizada y controlada por bandas violentas, hasta que la Guardia Nacional logró establecerse y evacuar a los últimos habitantes.
Ante el Comité del Congreso que investiga qué pasó con la respuesta federal a la emergencia, que muchos consideran tardía, Brown asumió su responsabilidad, pero dejó claro que la culpa había que buscarla en los poderes locales, que no habían actuado a tiempo y con pertinencia.
Culpa de ellos.