La distribución del ingreso es peor que la que se registraba en los 90
Según un informe de la consultora Equis. El 10% de la población más adinerada hoy gana un 25,9% más que el 10 por ciento más humilde.
Autor: Silvia Stang
Fuente: La Nación
Si bien mejoró en los últimos meses, la distribución del ingreso en la Argentina sigue mostrando una realidad peor que la existente antes de la crisis de 2001. Las estadísticas muestran que el coeficiente de Gini -una medida utilizada para observar cuán desigual es una sociedad- está en un valor similar a los que había entre 1994 y 1997 (antes del inicio de la recesión) y un poco mejor que entre ese año y el período previo a la devaluación. Sin embargo, la brecha entre lo que recibe el 10% de la población con mayores ingresos y quienes ocupan la franja más pobre es ahora más grande que en la segunda mitad de los años 90.
Según un estudio de la consultora Equis, que dirige Artemio López, en mayo de 1994 el 10% más favorecido de la población que tiene algún ingreso percibía una suma que superaba 19,03 veces lo recibido por quienes estaban ubicados en la parte más baja de la pirámide social. En el segundo trimestre de este año, según el último dato del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), esa distancia es de 25,92 veces, similar a la registrada en octubre de 2000 y superior a las observadas en todo el período de 1994 a 2000.
El coeficiente de Gini -que muestra una sociedad más equitativa cuanto más se acerca a 0 y mayor desigualdad cuanto más se acerca a 1- se ubicó en el segundo trimestre de este año en 0,4458, mientras que doce años atrás su valor era muy similar: 0,4450. Los registros más negativos se dieron entre 2003 y 2005, con marcas superiores a 0,47 puntos, mientras que entre 1994 y 1995 se habían observado los índices menos negativos, aunque no lograron bajar de un valor de 0,43, bastante por arriba de lo que se considera lógico para una sociedad sin grandes desigualdades.
Deterioro
Pese a que hoy la brecha entre el ingreso medio de ricos y pobres es mayor, lo cierto es que el 10% de la parte alta de la pirámide se queda, en total, con un porcentaje algo inferior del ingreso total con respecto a lo que ocurría en los 90. Actualmente, el decil más favorecido de la población que tiene ingresos se queda con el 33,82% de la torta, contra índices del 35% y algo más del 36% que llegó a obtener ese segmento una década atrás y también en períodos más recientes, incluso en el primer trimestre de este año.
El deterioro de los indicadores en el mediano plazo está relacionado con factores como el incremento del índice de trabajo en negro. Entre 1994 y 2005, la tasa de asalariados sin aportes jubilatorios en el área metropolitana creció del 38,1 al 47,7%, aunque ahora el índice tiene una leve tendencia a la baja, siempre según datos del Indec.
En la ampliación de la brecha también tuvo su influencia el otorgamiento masivo de planes sociales -como el Jefes y Jefas de Hogar desocupados-. Ocurre que estos programas de subsidios hicieron que muchas personas que antes directamente no percibían ingresos comenzaran a obtenerlos y, por lo reducido del monto, se ubicaron en la parte más baja de la pirámide.
Si se observan los datos de los últimos 12 años, el decil más pobre tuvo su mayor tasa de participación en el ingreso en octubre de 1994, cuando el 1,94% de la torta quedó para ese segmento. Este año se observaron, en cambio, los índices más bajos, con el 1,2 y el 1,3% en el primer y el segundo trimestre de este año, respectivamente.
Clase media, en alza
El trabajo de Equis muestra también cómo, en los últimos tres años, fue recuperando espacio la clase media. El informe señala que la mejora del coeficiente de Gini se explica por la suba en la participación del ingreso del 60 por ciento de la población que se ubica en los segmentos medios.
Así, el sector "medio pleno", que declara "ingresos por hogar tipo de entre $ 1000 y $ 4000 mensuales", pasó de ser el 15% en 2003 al 25% este año. La población indigente se redujo en el período del 27 al 11%, y la que vive en la pobreza (sin caer en la indigencia), del 27 al 21 por ciento.
El estudio consigna también que entre el primer y el segundo trimestre de este año salieron de la pobreza 462.000 personas, mientras que 369.000 abandonaron la indigencia.
Según sostuvo López, la pobreza -que hoy afecta al 31% de la población- podrá continuar reduciendo su incidencia como lo hizo en los últimos meses hasta alcanzar una tasa del 25 por ciento. A partir de allí, analizó, la caída del índice será una tarea más difícil y dependerá, en todo caso, de la evolución del empleo no registrado.