La expansión de la guerra aérea: solo más muertes
«No estamos planeando disminuir la guerra», dijo un tal Patrick Clawson, director principal del Instituto de Washington –citado por Seymour Hersh– cuyas opiniones reflejan a menudo las de Dick Cheney y de Donald Rumsfeld. "Apenas deseamos cambiar la mezcla de las fuerzas que hacen luchar a la infantería iraquí con la ayuda norteamericana y aumentar el uso del poder aéreo".
Mientras aumenta la fatiga de batalla entre las tropas de EEUU, la perspectiva de usar el poder aéreo como substituto de las tropas norteamericanas en tierra causa gran inquietud dentro de los militares. Los comandantes, en particular de la fuerza aérea, tienen objeciones profundamente arraigadas a la posibilidad de que los iraquíes sean eventualmente responsables de la selección de los blancos. Hersh citó a un experimentado planificador militar que ahora tiene una asignación en el Pentágono: "Los iraquíes ¿pedirán ataques aéreos para destruir a sus rivales, o a otros señores de la guerra o a miembros de su propia secta y culpar a algún otro? ¿Algunos iraquíes serán el blanco en nombre de Al Qaeda, o la insurgencia o los iraníes?".
Dahr Jamail informa que la estadística filtrada desde el Central Command Air Forces (CENTAF) ya indica un aumento masivo del número de misiones aéreas de EEUU en Iraq –996 salidas– en el mes de noviembre 2005. El tamaño de esta figura plantea naturalmente la pregunta ¿a dónde están volando tales misiones y cuál es su envergadura y naturaleza? Es importante observar también que la "guerra del aire" no significa simplemente la fuerza aérea de EEUU. La Marina de Guerra transporta bases y sus aviones volaron más de 21.000 horas en misiones y solamente sobre Fallujah cayeron más de 26 toneladas de artillería durante el sitio de noviembre 2004 a esa ciudad.
Las visiones de un futuro espantoso en Iraq no deben eclipsar la devastación ya causada por los niveles actuales del poder aéreo norteamericano, desplegado en particular en las áreas urbanas densamente pobladas de ese país. La táctica de usar masivamente poderosas bombas de 230 y 460 kilogramos (500 y 1.000 libras, respectivamente) sobre áreas urbanas destinadas a pequeños supuestos bolsones de luchadores de la resistencia de ha sido de hecho largamente empleada en Iraq. No es necesario hacer trivial ninguna intensificación de la guerra aérea: El artículo de Jamail proporciona una apreciación global amplia de los arsenales del poder aéreo que ya están usándose contra el pueblo de Iraq.
Un estudio serio sobre la violencia contra los civiles en Iraq efectuado por un diario médico británico, The Lancet, publicado en octubre de 2004, estimaba que el 85% de todas las muertes violentas en ese país fueron generadas por las fuerzas de la coalición (véase Proyecto Censurado 2006, historia # 2). El 95% de las matanzas conocidas (atribuidas todas por los entrevistados a las fuerzas de EEUU) fue causado por cañoneos de helicóptero, cohetes u otras formas de armas aéreas [1]. Mientras recientemente no se ha realizado ninguna investigación científica significativa en Iraq, personal médico iraquí que trabaja en las áreas donde continúan las operaciones militares de EEUU señalan que ellos sienten que la "inmensa mayoría" de muertes civiles es el resultado de acciones de las fuerzas de la ocupación.
Debido al poder aéreo que EEUU ya aplica extensamente en ciudades y pueblos de Iraq, la perspectiva de aumentarla se está enfriando de hecho. Acerca de cómo esto puede beneficiar al campo de batalla de la administración Bush, Jamail cita al teniente coronel Karen Kwiatkowski, de la fuerza aérea de EEUU:
"Reemplazar el mecanismo de destrucción de Iraq de soldados y de infantes de marina por el poder aéreo distante y más seguro sería exitoso de varias maneras. Reduciría el valor negativo de la publicidad de soldados y marines norteamericanos mutilados, traería a casa a una porción de nuestras tropas y daría al ejército un descanso operacional necesario. Amentaría los presupuestos de las fuerzas aérea y navales y llenaría los bolsillos de los contratista de defensa. Para el momento en que calculemos que el ejército no esté trabajando para hacer más seguro el petróleo o para permitir que los iraquíes reconstruyan un país estable, la fuerza militar se habrá recuperado y puede renovar su vigor".
Actualización de Dahr Jamail
Once días después de la aparición de esta historia sobre la ausencia de reportajes en los medios corporativos acerca del incremento del uso del poder aéreo en Iraq por parte de los militares de EEUU, el Washington Post publicó una historia sobre cómo los ataques aéreos estadounidenses aumentaban su cobro de peaje a los civiles. Aparte de esa historia, el Washington Post, junto con el New York Times, permanece en gran parte mudo ante el problema, a pesar del hecho de que el uso de los ataques aéreos de EEUU en Iraq ahora se ha convertido en la norma, en lugar de usarse en las contingencias, como ocurrió en el primer año de la ocupación. Es innecesario decir que la cobertura corporativa de los medios de televisión sigue igual que antes de publicar esta historia: prefieren retratar una ocupación estadounidense de Iraq sin aviones de guerra que estén dejando caer bombas sobre los barrios civiles.
Esta historia sigue siendo un problema crítico, sobre todo cuando uno evalúa la ocupación de Iraq por el número de civiles muertos, que ahora sea posiblemente tan alto como 300.000 según Les Roberts, uno de los autores del famoso The Lancet, pero sólo continúa extendiéndose. Esto es claro, debido principalmente a los aviones y helicópteros de guerra de EEUU que dejan caer bombas y proyectiles en las áreas urbanas de las varias ciudades iraquíes.
Es también importante, cuando uno mira el hecho de que ahora más de 82% de los iraquíes se oponen vehemente a la ocupación, porque una de las herramientas de reclutamiento más grandes para la resistencia iraquí son las bombas y misiles de EEUU que matan a inocentes. En estos tiempos, cuando un gran medio corporativo decide analizar y reconoce que el nivel del sentimiento anti-estadounidense en Iraq es tan alto (o superior) al de cualquiera otra parte del mundo y hace la clásica pregunta estúpida: ¿“Por qué ellos nos odian?” uno sólo necesita mirar hacia el uso indiscriminado del poder aéreo sobre la población iraquí.
Esta historia no fue difícil de escribir por dos razones: la primera fue que cualquier reportero en Iraq que tenga ojos y oídos sabe que existe una inmensa cantidad de poder aéreo lanzado por los militares de EEUU. Escribiendo "CENTAF" en el Google aparecen varios informes “Air Power Summary”, donde uno puede encontrar cuántas misiones, y de qué tipo, se están volando cada mes en Iraq, así como otros en países.
Para monitorear la cantidad de civiles iraquíes muertos por estas misiones, junto con otras muertes causadas por la ocupación EEUU de Iraq, la investigación Iraqi Mortality Survey, publicada en el prestigiado diario médico británico The Lancet, es lo más exacto hasta la fecha a pesar de lo lejano, aunque tenga 18 meses de antigüedad y sea una estimación muy conservadora como admiten sus de sus autores.
En una cosa hay certeza, y es que cuanto más persista la ocupación fallida de EEUU en Iraq, mayor poderío aéreo norteamericano será utilizado. Es el remake de un guión repetido, estrechamente parecido a la vergonzosa Guerra de Vietnam.
*Seymour M. Hersh
Seymour Myron (Sy) Hersh, 69 años, periodista investigador de Nueva York, colaborador regular de la revista The New Yorker, especialista en temas militares y de seguridad, ganó reconocimiento mundial en 1969 cuando sacó a la luz la masacre de My Lai y su encubrimiento durante la guerra de Vietnam, trabajo que le valió el premio Pulitzer en 1970. Ganaron mucha atención en 2004 sus informes sobre el maltrato de los militares de EEUU a los detenidos de Abu Ghraib, en Iraq, y en 2006 divulgó los planes militares de EEUU para usar armas nucleares contra Irán.
*Dahr Jamail
Dahr Jamail es un reportero solitario que desafía a diario la censura informativa del imperio con despachos desde adentro de Iraq. Se trata de un periodista joven “no incrustado” y viajero incansable, que no es árabe sino un estadounidense de Houston, Texas, quien vivió un tiempo en Anchorage, Alaska, y ahora arriesga su vida en la Mesopotamia ocupada, desempeñándose como corresponsal “free lance” de medios alternativos interesados en su trabajo y la verdad.
Fuente: Voltairenet.org - 03.01.07