La satanización de los musulmanes y la batalla por el petróleo
Para la opinión pública, es imprescindible disponer de una “causa justa” para iniciar una guerra y se dice que una guerra es justa si se lleva a cabo por razones morales, religiosas o éticas.
La cruzada estadounidense en Asia Central y Oriente Próximo no es una excepción. La “guerra contra el terrorismo” se afirma que pretende defender la patria de los estadounidenses y proteger al “mundo civilizado”. Se vende como una “guerra religiosa” o como un “choque de civilizaciones” cuando, en realidad, su objetivo principal es asegurar el control y la propiedad corporativa de la enorme riqueza petrolera de la región, al mismo tiempo que impone el rumbo marcado por el FMI y el Banco Mundial (ahora dirigido por Paul Wolfowitz), la privatización de las empresas estatales y la transferencia de los activos económicos de sus países a las manos del capital extranjero.
Fuente: La Haine