La voz de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA
[b]Documento de trabajo sobre la propuesta del proyecto de ley de servicios de comunicación audiovisual elaborada por el Poder Ejecutivo Nacional.[/b]
1. La propuesta responde a una demanda singularmente sentida por la comunidad universitaria de Comunicación, expresada y elevada durante años.
2. La derogación de la ley de la dictadura y su sustitución por una ley congruente con un estado de derecho es un acontecimiento que requiere un apoyo explícito e inequívoco.
3. La propuesta afecta intereses y posiciones monopólicas y hegemónicas que han estado al servicio -sin solución de continuidad desde el advenimiento del estado de derecho hasta la actualidad- de los mismos intereses e ideologías antipopulares que caracterizaron a la dictadura. En nombre de la libertad de expresión y la libre opción del consumidor sometieron a la sociedad argentina a un estado de desinformación y manipulación directamente heredero del que
ocultó a la población argentina lo que sucedía en los campos clandestinos de detención y exterminio, y durante la Guerra de las Malvinas.
4. Los líderes de la industria de la información, la comunicación y el
entretenimiento de la dictadura prosiguieron su desempeño en forma
ininterrumpida e impune, incluyendo a colaboracionistas y adherentes explícitos de la dictadura. Semejante continuidad sin mácula no tiene parangón -con tal magnitud e intangibilidad- en ningún otro ámbito de la vida política, institucional y empresarial de la Argentina.
5. El estado de derecho mantiene una deuda en el dominio de los medios de comunicación masiva que la propuesta viene a reparar.
6. La condición descrita ha sido posible por una conjunción de procesos
ideológicos, culturales y económicos que han conferido a los medios
hegemónicos la capacidad, no solamente de frenar eventuales críticas y reclamos, sino de delimitar los estados de ánimo, las percepciones y los horizontes del colectivo social argentino.
7. En este sentido el monopolio es, además de una forma de dominación de ciertos capitales concentrados, una condición de posibilidad privilegiada para la construcción de agendas públicas unívocas y homogéneas, con pautas perceptivas, estéticas e ideológicas uniformes. No es solo por razones ligadas a la limitación de la conformación de los capitales que se requiere combatir el
monopolio, sino por las gravosas consecuencias que estos monopolios han ocasionado al tejido social argentino en las últimas décadas.
8. Los intereses mediáticos concentrados sirvieron sin pausa a la obturación de la memoria y la justicia respecto del pasado reciente; al desguace neoliberal del estado; al estímulo interesado de la hiperinflación; al llamado recurrente en favor de la discriminación, sobre todo clasista y de género; a la represión de los movimientos sociales, de trabajadores y desocupados; a la denigración sistemática de la educación pública en favor de su privatización.
9. Ante la presente propuesta democratizadora, que se abstiene de un trato expropiatorio y se limita a cuestionar aquello que transgrede las bases esenciales del estado de derecho y de una libertad de expresión comprometida con los derechos humanos, y no con la Argentina de “los que somos derechos y humanos”, los monopolios ofrecen el simulacro de un debate falaz cuya parodia democratista se exhibe en algunos foros, mientras ponen a trabajar a pleno la agenda mediática al servicio de los intereses de siempre, una de cuyas culminaciones fue la reciente campaña a favor de ejecuciones ilegales e informales bajo la apariencia de un seudodebate sobre la pena de muerte.
10. La propuesta muestra sin duda logros y limitaciones. El contexto político sugiere alcances y restricciones en cuanto a las perspectivas del debate parlamentario. Consideramos necesario ponderar todas las dimensiones y aspectos que conciernen a la problemática de las políticas públicas de la comunicación. Es una tarea constante a la que estamos abocados, más allá de la promulgación de la ley, y no obstante su valor decisivo.
11. Independientemente de los aspectos económicos, regulatorios y tecnológicos que la ley contiene, saludamos el debate al que la sociedad argentina ha sido llamada por esta Propuesta. Invitamos a profundizar ese debate en todas las instancias sociales, políticas e institucionales, antes del ingreso de la propuesta al Congreso, durante el debate parlamentario, y aun después, sea cual fuere el texto normativo finalmente aprobado.
12. Se ha quebrado un tabú en la Argentina: que no es posible instalar en la agenda pública el debate crítico sobre los medios concentrados hegemónicos. Más allá de los resultados efectivos, mediatos e inmediatos, se ha producido una apertura de acuciante necesidad sobre todo para los desplazados, excluidos y empobrecidos ciudadanos que son quienes más sufren las consecuencias de agendas mediáticas que los someten a una constante confirmación y
profundización de la opresión de que son objeto.
13. Por todo ello y por diversas razones que están contenidas tanto en el texto de la propuesta como en muchos de los debates que tienen el propósito de ampliar aún más sus alcances y logros, apostamos por la continuidad y ahondamiento del esclarecimiento público y la discusión generalizada y permanente sobre el estatuto normativo, cultural y político de los medios de comunicación en nuestro país. La Propuesta es el hito auspicioso de una larga lucha.
14. La conmoción que recorre las instancias conformadas por las empresas y holdings propietarios, no hace sino reafirmar el peso de los medios de comunicación en las sociedades contemporáneas. Nuestra comunidad no es una excepción. Es evidente que esa inquietud guarda directa correlación con la rentabilidad derivada de la circulación de prácticas y contenidos en soportes tecnológicos cada vez más poderosos en su aptitud intrusiva y persuasiva por su capacidad casi ilimitada para dar velocidad, volumen, intensidad y frecuencia a los contenidos vehiculizados. Estos elementos conforman una trama respecto de la cual se impone una participación crítica de los espacios donde estas cuestiones pueden ser estudiadas, analizadas, objetivadas y conceptualizadas por encima de los condiciones impuestas por el sistema socioeconómico.
15. El concernimiento de la Universidad en general y de nuestra Carrera en particular con la reforma de la legislación propuesta, es absolutamente necesario además de pertinente. La Universidad pública y autónoma dispone siempre de una perspectiva única en la sociedad para considerar asuntos cruciales como éste. Se trata nada menos que de un eje constitutivo de la relación entre la ciudadanía y el Estado que la representa en la permanente tensión con una serie de operadores con el suficiente poder para instalar su impronta ideológica de modo hegemónico. Existe un compromiso ineludible de la Universidad que, sostenida por el esfuerzo de la comunidad, mantiene abiertas sus puertas al análisis y discusión de todas las cuestiones que en cualquier ámbito se planteen como significativas para la Nación.
Dirección y Junta Carrera de Ciencias de la Comunicación
[color=336600]Fuente: Página web de la Carrera de Ciencias de la Comunicación - Facultad de Ciencias Sociales - UBA[/color]