La tasa Tobin revisitada
El bloque de los 27 países de la Unión Europea dio su aprobación el 22 de enero último para que 11 de sus miembros pongan en marcha, hacia fines de 2014, un impuesto similar al postulado en 1978 por el economista estadounidense James Tobin para «echar un poco de arena en los engranajes demasiado bien engrasados de los mercados monetarios y financieros internacionales». Casi veinte años después, la idea fue retomada por los teóricos de la antiglobalización, hecho que disgustó al investigador norteamericano que obtuvo el Premio Nobel de Economía en 1981.
El camino elegido
El merito indudable de la política económica fue generar un modelo de producción y distribución en base al mercado interno, con lo que por un lado se supera el modelo de valorización financiera del capital e integración a los mercados internacionales (en desmedro del mercado y la producción interna), y por el otro, concibe un patrón de crecimiento que permite que se pueda profundizar a favor de las economías regionales, de las PYMES, y del empleo y de los salarios. Esto es posible porque se crearon las condiciones macroeconómicas para hacerlo, demostrando que con más intervención del Estado, y recuperando la capacidad de planificación y de control, se crean las circunstancias para cumplir con esos objetivos.
Mucho depende de las empresas
La Fundación Observatorio PyME realiza también el seguimiento de la actividad exportadora de un grupo de pequeñas y medianas empresas industriales. De su evolución reciente y de la necesidad de prepararlas para poder competir con mayores posibilidades en los mercados internacionales, habló el doctor Vicente N. Donato en el seminario organizado por la Cámara de Exportadores de la República Argentina.