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El ex Presidente Mauricio Macri visitó a Horacio Cartes para acordar estrategias comunes en relación a requerimientos judiciales de los que ambos serán protagonistas en los próximos meses. La confidencialidad de la reunión, programada de urgencia, se vincula con imputaciones que tiene a los dos ex Presidentes con posibles pedidos de captura en el marco del Lava Jato.
Pocos días antes del viaje de Macri el último 7 de julio, la justicia de Brasil otorgó 10 días de plazo a Horacio Cartes para presentar su defensa respecto a los cargos de contrabando, organización criminal y lavado de dinero. El anfitrión de Macri está procesado por malversación de fondos y se lo investiga por sobornos, defraudación financiera, contrabando y narcotráfico. El fiscal de Asuntos Internacionales de Paraguay, Manuel Doldán, informó el pasado 21 de mayo que el magistrado Marcelo Da Costa Bretas, titular del Juzgado Penal de Río de Janeiro, ordenó la comparecencia de Cartes por su participación en la Operación Patrón (causa desdoblada del Lava Jato) en la que se lo investiga por su sociedad con el financista Darío Messer (conocido como el jefe de los doleiros), preso en Brasil desde mayo de 2019.
Cartes se inició en el mundo de las finanzas a mediados de la década del ’80 pero su meteórica carrera se vio obstaculizada por ser condenado en 1986 en el marco de una causa por estafas millonarias contra al Banco Central del Paraguay. Luego de permanecer prófugo durante 4 años, pasó tres meses en prisión. Tiempo después la Corte Suprema de su país lo terminó sobreseyendo por presiones orquestadas desde el Partido Colorado, del cual se constituyó en referente. El delito que se le imputó en 1986 fue el de defraudación pública, por haberse apropiado indebidamente de dólares oficiales, a una cotización preferencial sólo adjudicable a exportadores. Según los biógrafos de Cartes, el padre de Darío Messer, Mordko, lo protegió cuando estuvo prófugo y lo ayudó a mantener su pequeña agencia de cambios llamada Amambay, con actividad exclusiva en la Triple Frontera. La entidad luego se transformó en Banco Amambay hasta instituirse en 2018 con el nombre actual de Banco BASA.
Horacio Cartes con el jefe de los doleiros del lava jato, Darío Messer.
En una entrevista concedida en 2010 al diario Última Hora, Cartes denominó a Darío Messer como su “hermano del alma” y en 2016, en Buenos Aires, cuando recibió el premio Shalom otorgado por el Congreso Judío Mundial, precisó: “En un momento muy especial de mi vida, tiempo de grandes dificultades [cuando estuvo detenido por defraudación], Dios puso en mi camino a una familia, a una gran persona, que me acogió en su corazón y sentimiento (…) Me emociona y me honra mencionar el nombre querido de don Mordko Messer, mi segundo padre”.
Según las investigaciones realizadas por el juez Da Costa Bretas, la sociedad de Messer y Cartes se encargaba, entre otros ilícitos, de agilizar el pago de coimas de la empresa Odebrecht a través de sociedades anónimas repartidas en diferentes plazas financieras. Además la Justicia brasileña detectó que Cartes le transfirió a Messer, durante su presidencia, 500.000 dólares una vez que solicitó su detención en 2017. Según el juez, el aporte del amigo de Macri fue para auxiliarlo en su raid fugitivo de la justicia brasileña, en retribución por la eficiente tarea realizada por la familia Messer durante 2 décadas, en la que se logró canalizar plata sucia de los diferentes negocios de Cartes, sobre todo el vinculado con el contrabando de cigarrillos. Da Costa Bretas informó a la prensa que la Operación Patrón incluye la investigación sobre el desvió de 1.652 millones de dólares a través de la conformación de 3.000 empresas instaladas en 53 guaridas fiscales detectadas.
Una de las sedes utilizadas por Messer para escurrir activos fue la Banca Privada de Andorra (BPA), desde donde partieron los 4.495.250 dólares que el fiscal federal argentino Franco Picardi detectó como parte de los sobornos para efectivizar el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. Las operaciones de la BPA fueron denunciadas inicialmente por el Tesoro de los Estados Unidos, institución ávida por desarticular y/o destruir cualquier posible competencia respecto de sus empresas multinacionales (sobre todo de Odebrecht). Las exigencias del Departamento del Tesoro ligadas al Lava Jato motivaron la intervención del BPA –por parte del Principado–, la disolución de su Directorio y la entrega de la información requerida por Da Costa Bretas. A partir de las auditorías que se sucedieron se logró obtener la información sobre el desvío de 4,5 millones de dólares que el fiscal federal Picardi detectó como evidencia del cohecho.
La reunión urgente de Macri y Cartes tuvo como objetivo planificar una defensa conjunta frente a una posible confesión de Messer, quien era el encargado de operar con la BPA para garantizar que la Unión Transitoria de Empresas (integrada por Constructora Norberto Odebrecht, IECSA –de Calcaterra/Macri–, GHELLA y COMSA) suscribiera un contrato ficticio con la apócrifa firma española Detección de Riegos Técnicos, Control de Calidad y Supervisión de Obras de Edificación S.A. (DSC) encargada de viabilizar los sobornos. En su declaración como arrepentido, Marcelo Odebrecht –antes de ser sentenciado a 19 años de prisión el 8 de marzo de 2016– admitió haber pagado 800 millones de dólares en sobornos a funcionarios gubernamentales para garantizarse contratos de infraestructura. Uno de los nombrados en el expediente de Messer/Cartes es Gustavo Arribas, ligado al soterramiento del Ferrocarril Sarmiento.
Amigos son los amigos
Messer cuenta con la doble nacionalidad brasileña y paraguaya. Cartes le otorgó su Documento de Identidad guaraní durante su gobierno pero la Corte Suprema de Justicia se la quitó en 2018 tras constatar que “está siendo investigado por integrar una organización criminal en conjunción con otros operadores y empleados por lavado ilegal de activos, derivados de la corrupción a través de operaciones ilegales de compra y venta de dólar estadounidense”. Por esas imputaciones el juez Da Costa Bretas solicitó su detención ese mismo año, pero Messer logró mantenerse prófugo hasta junio de 2019. Al poco tiempo que Interpol solicitó su captura en mayo de 2017, el primo hermano de Cartes, Juan Giménez Viveros, se presentó en el Banco Estatal de Fomento para retirar 300.000 dólares de una cuenta que estaba a nombre de Dan Messer (hijo de Darío), Adolfo Granada Cubilla y el propio Viveros. Al ser todos ellos identificados como integrantes del clan Cartes –y tener pedido de captura internacional–, se le impidió cobrar los cheques.
En mayo de 2020 el juez Rogerio Schietti Cruz, del Superior Tribunal de Justicia (STJ), máxima instancia penal de Brasil otorgó a Horacio Cartes un habeas corpus que permitió al ex Presidente paraguayo liberarse del pedido de captura internacional, solicitado originalmente por el magistrado de Río de Janeiro, Da Costa Bretas. Sin embargo, la imputación contra Messer / Cartes continúa y el amigo de Macri deberá presentar sus descargos ante el juez a través de sus letrados.
La reunión inaplazable realizada en Asunción requirió presencialidad porque ambos ex Presidentes dudan de que en esta ocasión Washington les brinde cobertura. El Departamento de Estado fue el principal artífice de la destrucción de Odebrecht y los antecedentes de Cartes tampoco ayudan: todavía se recuerdan los documentos enviados desde la Embajada de Buenos Aires en 2010 (filtrados por WikiLeaks) en los que se identifica al entonces candidato presidencial por el partido Colorado (Cartes) como “titular de una empresa de lavado de dinero, que blanquea grandes cantidades de moneda estadounidense generadas a través de medios ilegales, incluido el narcotráfico y el contrabando, con sede prioritaria en la Triple Frontera”.
En marzo de 2000 la seguridad aeronáutica de Paraguay incautó un avión de matrícula brasileña que llevaba 343 kilos de marihuana y 20 kilos de cocaína. La nave había aterrizado en la estancia de Cartes ubicada en Capitán Bado (Amambay). En 2003 la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) de la Cámara de Diputados de Brasil acusó a Cartes, propietario de la Tabacalera del Este (Tabesa) –ubicada a orillas del río Paraná, a 25 kilómetros de la Triple Frontera– de controlar el contrabando de cigarrillos en territorio brasileño. Según un informe de 2016 del Departamento de Estado, el 10 % del contrabando mundial de cigarrillos se vincula con actividades ilícitas paraguayas. Eso supone un valor estimado de 1.000 millones de dólares. El mismo informe señala que un 90% de ese monto se desplaza hacia las guaridas fiscales, situación por la cual los operadores como Messer son imprescindibles. En abril último un camión con 50.000 atados (sin declarar) de Eight –una de las marcas de Tabesa– fue detenido en la ciudad brasileña de Marechal Cándido Rondon. En Argentina el 60 % del total de cigarrillos de contrabando pertenecen a dos marcas de Cartes: Eight y Rodeo.
Uno de los más famosos clientes de la sociedad Cartes / Messer durante la primera década del presente siglo fue el ex gobernador de Rio de Janeiro Sergio Cabral, quien terminó condenado en 2016 a 200 años de cárcel por múltiples actividades de corrupción durante su gestión, entre 2007 y 2014. Otro de sus inversores en el Banco BASA —además de amigo personal de Cartes– continúa siendo el senador brasileño Zezé Perrella, que presidió el club Cruzeiro. Perrella trabó amistad con Cartes gracias al lucrativo comercio de jóvenes con pantalón corto. Ambos se conocen desde la época en que Cartes presidió el Club Libertad, que utilizó (al igual que Macri) como plataforma para su trayectoria política. El 10 de diciembre de 2013, apenas asumido como primer mandatario paraguayo, los medios brasileños informaron que una unidad de la compañía de helicópteros del senador Zezé Perrella fue abordada por la guardia fronteriza brasileña en la zona de Espíritu Santo. Durante el operativo se secuestraron 445 kilogramos de pasta base de cocaína. El plan de vuelo, detectado mediante la incautación del GPS, indicaba que provenía de un predio propiedad de Cartes.
Los amigos republicanos de Macri tienen trayectorias previsibles. Comparten gustos dirigenciales de índole futbolística, empresas fantasmas y guaridas fiscales. Coherentes con esos antecedentes, los dos contertulios de Asunción buscan liderar la derecha regional y evitar que la Justicia ponga el ojo sobre ellos. Especulan con el silencio de Messer (como años atrás hizo Macri en relación a Jorge El Fino Palacios) y con el socorro de los jueces sensibles que accedan a habeas corpus aptos para eludir capturas internacionales. Esa complicidad explica la declaración del ex ministro de Educación paraguayo –y actual presidente de la Democracia Cristiana–, Horacio Galeano Perrone, quien deslizó que el viaje de Macri en el Cessna 650xl Citation Excel, propiedad de la empresa Tabesa, sólo se entiende porque “no tenían que ser escuchados por ningún elemento de inteligencia”. En la primera parte de la película El Padrino, Vito Corleone (representado por Marlon Brando) le dice a sus hijos: “Nunca dejes que nadie de fuera de la familia sepa lo que estás pensando”.
El Cohete a la Luna - 19 de julio de 2020