La compañía Ledesma se creó en 1840, pero la caña de azúcar ya había sido introducida en el Valle de San Francisco, hoy Valle Ledesma, a finales del siglo XVIII.

Con la complicidad del gobierno y la ayuda del ejército, los empresarios azucareros obligaban a los pueblos originarios del Chaco, Formosa, Santiago del Estero y el sur de Bolivia, a levantar las cosechas, en una jornada laboral que ocupaba de 10 a 12 horas en tiempos de zafra, sin descanso dominical. Se los endeudaba en almacenes del mismo ingenio.

En las noches del 20 al 27 de julio de 1976 la empresa Ledesma, encargada del suministro de electricidad en la zona, cortó la luz en las localidades de Calilegua, Libertador General San Martín y El Talar.

400 trabajadores fueron secuestrados en camionetas que llevaban el logo de la empresa y que eran conducidas por empleados de la misma: era el Apagón de Ledesma.

“Posteriormente me entrevisté con el administrador del Ingenio Ledesma, el ingeniero Alberto Lemos. Él admitió que la Empresa había puesto sus móviles a disposición de la acción conjunta llevada a cabo por las fuerzas armadas, en sus palabras, “para limpiar al país de indeseables”. También aseguró que mi esposo, debido a su actividad como asesor médico de los obreros, había resultado muy perjudicial para los intereses económicos de la empresa Ledesma.”

Testimonio de Olga Arédez, Madre de Plaza de Mayo y esposa del Dr. Luis Arédez, desaparecido en el “Apagón”

Mientras tanto, Milagro Sala y otros dirigentes de la Organización Social Túpac Amaru llevan casi 500 días en distintas cárceles de Jujuy, sometidos a diversas formas de maltrato. En total fueron apresados catorce, seis de los cuáles han sido liberados.

Los integrantes de la organización y sus familias son perseguidos y acosados. Se realizan campañas mediáticas llenas de calumnias que superan el “realismo mágico” de García Márquez, pero con menor vuelo y con graves resultados.

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Ñan Kichay - Abriendo caminos