Qué es el el progresismo
Cuando vas a los núcleos duros que conforman la estructura de una sociedad, el progresismo no sólo termina siendo contradictorio con su propio discurso o sus propios orígenes, sino funcional a esos sectores adversos a una tradición de izquierda y de centro-izquierda.
En muchos casos, cargan con esta ausencia de un sujeto social que “lo queremos representar, pero no se deja”. Hay una especie de desprecio por los sectores populares, hay una incomprensión del Peronismo desde el progresismo. Eso les obtura la posibilidad de acceder a la construcción de sectores populares reales y no de palabra. A un barrio no entrás con el decálogo de lo correcto. El progresismo, en ese sentido, queda huérfano o rengo entre sus discursos y sus prácticas.
Agencia Paco Urondo - APU LA REVISTA Nº 4