¿Quién es quien en el gabinete Bachelet? (Parte II)
El gabinete de la presidenta electa trasluce un nuevo entramado en el tejido de las redes de poder, a costa de un aparente desmedro de la fuerza de gravedad que suele atribuirse a los partidos políticos. Mientras los futuros ministros y ministras efectúan los contactos propios de la transición de un gobierno a otro, crece el interés por saber quién es quien en un entorno presidencial atravesado por la paridad del cuoteo de género y también por la influencia inédita de instancias privadas como las Fundaciones Chile 21 y Expansiva, entre otros factores de poder.
El arribo de Andrés Velasco Brañes al ministerio de Hacienda fortalece la influencia de la Fundación Expansiva, entidad de la que es presidente. La fundación, que reúne a su cúpula tanto en Chile como en EEUU, se perfila como un partido político, con tres miembros en el futuro gabinete. El nuevo administrador de la hacienda pública, a quien El Mercurio inscribe en “el sector más liberal del bacheletismo”, pertenece a una vertiente de “independientes” integrados al comando por el socialista Ricardo Solari, ex ministro del Trabajo, quien curiosamente quedó fuera del juego.
La cartera de Hacienda no ofrece grandes misterios, porque su papel es uno de los más pre-definidos en el esquema de consolidación y solidificación del modelo económico, sin perjuicio de los cambios -imposibles de soslayar- que “amenazan” al sistema privado de pensiones (AFP) y a otros aspectos hiper criticados del paradigma. Hacienda, por lo demás, tiene a su favor la bonanza fiscal que genera el alto precio del cobre. Más bien se trata de administrar una bonanza relativa, sin necesidad de inventar nada.
Hacienda se convirtió en la cartera más importante después de Interior y RREE, asignados al partido Demócrata Cristiano (PDC), la tienda más favorecida en el gabinete. Velasco no tiene partido, ni parece necesitarlo, a diferencia de los demás ministros o ministras que exhiben algún vínculo real o simbólico. Por ser hijo de Eugenio Velasco Letelier, figura del PRSD ya fallecida, fue señalado proclive a esa tienda, pero los radicales aseguran que todavía conservan sus concepciones clásicas sobre un Estado docente, regulador y con responsabilidad social.
Las cúpulas de la Concertación de Partidos por la Democracia están dolidas porque la presidenta electa les bajó el perfil en el gabinete. El Partido por la Democracia (PPD) “perdió” a tres candidatos que se daban por ministros seguros, Sergio Bitar, Jorge Schaulson y Víctor Barrueto, quien hasta preparó una fiesta de hotel para celebrar una designación que no se produjo. El PRSD esperaba dos ministerios, incluso uno del área política, pero sólo recibió Justicia.
El PPD aclaró que sólo se siente representado por Romy Schmidt Crnosija, ministra de Bienes Nacionales y esposa del diputado Antonio Leal, del mismo partido, desconociendo explícitamente la militancia de los otros cuatro ministros PPD, Ricardo Lagos Weber (Secretaría General de Gobierno), Viviane Blanlot Soza (Defensa), Ingrid Antonijevic (Economía) y Eduardo Bitrán (Obras Públicas).
Para El Mercurio, emergió un “nuevo establisment” o “Concertación IV”, un entorno que presenta como una mezcla heteróclita de izquierdistas, [neo] liberales, postgraduados de universidades tipo Harvard y algunas figuras carentes de estudios superiores que serían los futuros protagonistas de la televisión, que es donde más se hace hoy la política en Chile.
Perfil del “bacheletismo”
Según el ácido comentario de Ximena Pérez y Paula Coddou en la revista Sábado del diario de Agustín Edwards del 21 de enero, en el bacheletismo hay quienes “representan a la vieja izquierda, otros a los liberales de la Concertación. Son agnósticos, meritócratas y poco reverenciales frente al poder. Aspiran no sólo a ser la Concertación IV sino a marcar una diferencia. Son los hombres y mujeres de Michelle Bachelet, los que darán el espíritu al nuevo gobierno”.
Pérez y Coddou ven peyorativamente, en el entorno de Bachelet, gente de 'aspecto de tarotistas, tecnócratas sin corbata, actores de televisión y socialistas cincuentones de la generación más golpeada […] un grupo heterogéneo en cuanto a edades, estudios y origen social”. Todavía no sabían que varios o varias de “aspecto de tarotistas” serían ministros o ministras.
Las cronistas mercuriales aludieron a “los más jóvenes como el cientista político Francisco Javier Díaz y Oscar Landerretche hijo -economista de la U. de Chile y doctor del MIT-, que están entre los 30 y 35 años”, sin dejar de añadir a “los viejos tercios, sobre los 50, [..] que, o no estudiaron o vieron interrumpidas sus carreras, porque después del golpe de 1973 pasaron a la clandestinidad”, entre quienes mencionan a Camilo Escalona y Ricardo Solari, entre otros. La intención peyorativa de El Mercurio presenta el paso “a la clandestinidad” como una suerte de capricho personal, o un pretexto para no terminar los estudios, desconociendo que fue la única salida para no ingresar la legión de 3.000 asesinados o desaparecidos más 30.000 torturados, todo esto obviando el detalle del apoyo entusiasta del dueño del diario al sanguinario régimen militar, sin escatimar noticias falsas para encubrir desapariciones del tipo Operación Colombo.
Entre los emigrantes “integrados a la campaña” el diario citó al” experto en comunicaciones Pablo Halpern y el economista Andrés Velasco, ambos miembros de Expansiva, el grupo más liberal que se reúne hasta en Harvard, y que conocieron a Michelle cuando Solari los invitó a trabajar desde el comienzo en el comando” (Pérez y Coddou).
Expansiva se expande… hacia el poder
El futuro ministro de Hacienda, de 45 años, casado con la conductora de televisión Consuelo Saavedra, tiene una trayectoria en organismos económico-financieros internacionales similar a la de Nicolás Eyzaguirre y de otros antecesores en la cartera. Por lo tanto reúne el requisito clásico de alguna pasantía por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM), entre otros grandes controladores de la economía global.
El ministerio de Hacienda adquirió una importancia política poco usual durante el gobierno de Ricardo Lagos, quizás por la personalidad de Eyzaguirre, quien abandonó el cargo de director ejecutivo del FMI para desempeñarse seis años la cartera. Incluso quedó encargado de la Presidencia en un hecho inédito acaecido a fines de 2004 con motivo de una triple ausencia presidencial y de sus reemplazantes tradicionales, los ministros del Interior y RREE.
Velasco preside la Fundación Expansiva, una suerte de centro académico creado -en afinidad ideológica con la Concertación- para influir en las políticas públicas. Expansiva tiene a otros dos de sus cuadros convertidos en ministros, Eduardo Bitrán Colodro (PPD) en Obras Públicas y Viviane Blanlot Soza (PPD), ministra de Defensa. Y hay quienes temen que se expanda como partido político bacheletiano. De momento posee más ministros que el PRSD, que al fin de cuentas tiene 7 diputados y 3 senadores.
La designación causó desazón en el partido Socialista, que daba por seguro ministro de Hacienda a Mario Marcel, director del Presupuesto durante los seis años de Eyzaguirre-Lagos. Incluso lo anunciaron por la prensa.
Un comentario del economista socialista Ricardo Salcedo afirmó que Velasco “ganó su nominación con el apoyo del círculo más íntimo de Bachelet, principalmente de Pablo Halpern, quien usó de toda su artillería comunicacional para aserrucharle el piso a Mario Marcel: aquí existió una confabulación (bien montada, tanto que dio resultado positivo) para nombrar a Velasco. Lo hecho por Halpern revela que Expansiva funciona como una organización política que posiciona a sus militantes, tal cual un partido más”.
Velasco fue jefe de gabinete y coordinador de Finanzas Internacionales del ministro de Hacienda Alejandro Foxley (1990-1994), ahora designado canciller. Licenciado en economía y en filosofía en Yale, master en relaciones internacionales (también en Yale), ex asesor de los gobiernos de El Salvador, Ecuador y México (1995-2003), consultor del BID, BM, FMI, Cepal y Banco Central de Chile, fue profesor de las universidades de Columbia (1988-89) y Nueva York (1995-2000).
Revista 'Time' lo designó en 1994 uno de los 'Cien líderes mundiales para el próximo milenio', en tanto el vespertino La Segunda tituló esta semana “Un neoyorquino a La Moneda”. Enseña en Harvard University, pero pidió año sabático para trabajar en la campaña, “donde pasó de ser un simple ayudante a casi brazo derecho de Bachelet”, según fuentes del comando citadas por el vespertino. Ahora deberá pedir un permiso más largo en su empleo en EEUU.
“El modelo [neoliberal] ha funcionado muy bien, permitiendo crecimientos sostenidos y bajas en la pobreza”, expresó en sus primeras declaraciones como ministro designado. “Es un modelo que concita el gran apoyo de la ciudadanía y por eso la Concertación ha sido reelecta”, dijo. “El compromiso es profundizar esas políticas”. Añadió que “la vara está alta y creemos que la mantendremos igual de alta”.
Anunció que el superávit estructural presupuestario de 1% “se mantendrá si se conservan algunas condiciones como el déficit del Banco Central y la denominación en dólares de la deuda chilena”. Se mostró contrario a la devaluación del peso en favor de los exportadores, que alegan haber perdido 2.100 millones de dólares en dos años a causa del deterioro del dólar, según un estudio de la Cámara de Comercio. Dijo que “es importante que Chile tenga un tipo de cambio competitivo y ésa es labor del Banco Central”, postura distinta a la que sostiene en los medios el presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, su ex jefe y futuro canciller Foxley, quien abandona la Cámara Alta en marzo.
Glamour in New York
La Segunda describió a Velasco como amante de la literatura y en particular de Borges, “por lo cual no era extraño presenciar largas discusiones con Sebastián Edwards”, otro notable chileno que reside en EEUU.
“Edwards forma parte del gran círculo de amigos que tiene, donde el centro está ocupado por su “partner de sangre”, Pablo Halpern, encargado de las comunicaciones en el comando de Bachelet”, añadió el diario. Halpern, otro “think tank” de Expansiva, también fue responsable de la imagen pública de Eduardo Frei Ruiz Tagle (1994-2000), desde la Secretaría de Comunicación y Cultura, y decano de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad del Desarrollo, casa de estudios superiores muy cercana a la Unión Demócrata Independiente (UDI), formadora de cuadros para el capitalismo salvaje.
Para el El Mercurio, “los integrados a la campaña” -Halpern y Velasco- “son los más liberales económicamente hablando, los más pro mercado y, aunque algunos lo encuentren frívolo, los más glamorosos, y que viven entre Estados Unidos y Chile. Además, no militan en ningún partido”. Pero hasta hoy no se sabe qué cargo ocupará Halpern.
El Mercurio describió a Velasco como seguidor de Engel, no de Federico Engels, el socio de Carlos Marx, sino del articulista Eduardo Engel, economista y profesor titular de Yale. Engel “es de los pocos, si no el único referente de este grupo que no reconoce gurúes ni mentores”, afirmó el diario de Edwards. 'Una de las cosas que les gusta de Engel es que habla de dónde puede intervenir el Estado de forma inteligente y de cómo el Estado puede generar más competencia', dijo el cientista político Patricio Navia, cercano a algunos bacheletistas.
Para El Mercurio, “Engel engloba el pensamiento del sector más liberal del bacheletismo, representado por Andrés Velasco, Pablo Halpern, Oscar Landerretche hijo, Francisco Javier Díaz, Ricardo Lagos Weber [hijo del presidente saliente y futuro ministro Secretario General de Gobierno], y los DC Alberto Etchegaray de la Cerda (abogado e hijo del ex ministro de Vivienda del mismo nombre) y Guillermo Larraín (actual superintendente de AFP's)”.
El diario añadió que todos tienen postgrados en universidades extranjeras: Díaz, un abogado formado en la Universidad de Chile, tiene postgrado en ciencias políticas en la London School of Economics y es candidato a doctor en ciencias políticas en Pittsburg; Lagos Weber, en la Universidad de Cambridge; Landerretche, en el MIT; Halpern, un MBA en Kellogg School of Managment; Velasco, en Harvard, donde además es profesor titular; Etchegaray, un master en políticas públicas en Georgetown; y Larraín, un doctorado en Economía en el EHESS de París.
* Ernesto Carmona es periodista y escritor chileno.
especial para ARGENPRESS.info