La muerte del M3
“El sector financiero ha redefinido la democracia con afirmaciones de que la Reserva Federal debe ser ‘independiente’ de representantes democráticamente elegidos, a fin de actuar como el lobista de la banca en Washington. Esto exime al sector financiero del proceso político democrático, a pesar de que la planificación económica actual está ahora centralizada en el sistema bancario. El resultado es un régimen de manejos entre poseedores de información privilegiada y la oligarquía”
Michael Hudson
El discreto encanto de la crisis económica
Aunque la crisis ha puesto en cuestión el pensamiento económico dominante en los últimos 30 años, parece que ha faltado en la izquierda un debate adecuado que se concentrarse en los factores determinantes de la crisis y las perspectivas futuras. En ello ha jugado un cierto papel, como ha señalado il Manifiesto, el eliminar algunas de las claves de ciertas interpretaciones del presente, terminando por centrarse sólo en ciertos aspectos de la crisis (el tema del medio ambiente, los bienes comunes). Intentamos remover las cosas, titulando la iniciativa "El discreto encanto de la crisis económica", inspirándonos en un artículo de Fernando Vianello y Andrea Ginzburg, publicado en Rinascita, en 1973.
Fondo de reservas
Los países de América latina han tenido que enfrentar tensiones de diferente intensidad en el frente externo durante el año pasado y a comienzos de éste. La corrida adquirió más fuerza en diciembre pasado, cuando la Reserva Federal (banca central estadounidense) anunció que reduciría el programa mensual de compra de bonos, operaciones que han inundado de dólares al mercado financiero global. El reflujo de capitales fue disparado también porque analistas de bancas de inversión estimaron una desaceleración de China y una mejora de las economías de Estados Unidos y Europa.
El BCE y la Reserva Federal al servicio de los grandes bancos privados
La actuación del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal |1|
A partir de junio 2011, los bancos europeos entran en una fase realmente crítica. Su situación era casi tan grave como aquella en que se encontraban después de la quiebra de Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008. Muchos de ellos corrían el riesgo de morir por asfixia debido a que los money market funds americanos no habían satisfecho sus necesidades enormes de financiación a corto plazo (varios cientos de miles de millones de dólares) por considerar que la situación de los bancos europeos era cada vez más arriesgada |2|.