Macronmacri

 

La publicación de El capital en el siglo XXI produjo una pequeña revolución en la discusión política mundial (1). En momentos en que los economistas se dedicaban al análisis algorítmico de las finanzas, la economía del comportamiento y la aplicación de sus leyes a la vida cotidiana para ver por ejemplo cómo se patean los penales, el profesor francés Thomas Piketty escribió un libro-mundo de 800 páginas que incluía una “gran tesis”, contundente y diáfana, de esas que aparecen pocas veces en la historia y que pueden ser objetadas, discutidas y matizadas pero no ignoradas: en el largo plazo –sostuvo en base al trabajo de una red internacional de expertos que procesó datos de dos siglos y cuatro continentes– la tasa de retorno del capital supera a la tasa de crecimiento del ingreso, por lo que la participación del capital en el producto se incrementa. En otras palabras, el capitalismo tiende a concentrar la riqueza. 

Sociedades polarizadas

La crisis ha acentuado la desigualdad y la polarización en todos los países, y particularmente en Europa y EE.UU., donde se inició.

Vivimos en sociedades cada vez más polarizadas. O sea, donde los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Y los riquísimos se apropian de más riqueza cada día. ¿Cuánto más?

La gran división

Ha aparecido recientemente en Estados Unidos el libro “La Gran División” (The Great Divide – Norton & Company – New York) del premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz. El tema que analiza es la división cada vez más profunda entre el 1% de la población más rica y el 99 % restante, principalmente en los Estados Unidos y también en el resto del mundo. Va en el mismo sentido que el libro “El Capital en el Siglo XXI” del economista francés Thomas Piketty, al cual se refiere en varias partes de su reciente obra.

El libro es la profundización de la visión crítica que Stiglitz tiene sobre la economía norteamericana y mundial, en especial sobre el capital financiero, la ciudadela más concentrada del poder económico. En este sentido es una radicalización de su propio pensamiento económico y político.

Riqueza: tenerlo todo y querer más

La riqueza mundial se concentra cada vez más en manos de una pequeña élite. Esta élite rica ha creado y mantenido su vasta fortuna gracias a las actividades que desarrollan por defender sus intereses en un puñado de sectores económicos importantes, como el financiero y el farmacéutico y de atención sanitaria. Las empresas de estos sectores destinan millones de dólares cada año a actividades de lobby dirigidas a favorecer un entorno normativo que proteja y fortalezca aún más sus intereses. La mayoría de las actividades de lobby que se llevan a cabo en Estados Unidos trata de influir sobre cuestiones presupuestarias y fiscales, es decir, sobre recursos públicos que deberían orientarse a beneficiar al conjunto de la ciudadanía, en lugar de reflejar los intereses de los poderosos lobistas.