La encuesta refleja buena distribución entre los dos géneros hegemónicos, tiene buena representación en las edades entre 30 y 65 años. Se muestra un sesgo fuerte en torno a altos niveles de estudio. En términos ocupacionales, están particularmente representadas aquellas personas que trabajan en el sector público.

Entre quienes señalaron estar desocupados/as, un tercio perdió su trabajo en 2020 o en 2021. Las dos razones más atribuidas a esta situación fueron la falta de demanda por parte de las empresas y las medidas ligadas a la cuarentena.

De cada 10 personas, 4 trabajaron más horas, 2 menos horas y 1 no pudo trabajar en absoluto. De cada 10 hogares, 5 indicaron que sus ingresos permanecieron aproximadamente iguales, 3 que sus ingresos se redujeron y 1 que estos se volvieron casi inexistentes. 1 de cada 4 hogares encuestados recibió algún tipo de ayuda, principalmente del Estado. Si no consideramos a quienes trabajan en el sector pùblico, 1 de cada 2 hogares recibió alguna ayuda.

Casi la totalidad de hogares (98%) indicó que tenía deudas de algún tipo. El 96% lo hizo con algún tipo de crédito, mientras que el 68% lo hizo por atraso en el cumplimiento de obligaciones previas.

Las mujeres mostraron tener deudas en mayor proporción, en especial de este segundo tipo. Las personas jóvenes tuvieron levemente menor proporción de deudas, en especial del segundo tipo. Las personas inactivas en el mercado laboral (en especial estudiantes y jubilades) mostraron menores niveles de deuda que las activas. Entre las activas, la situación fue peor para personas que estaban desocupadas o realizaban trabajos eventuales. A mayores niveles de ingreso por hogar se detecta mayor deuda por crédito, pero mucha menor proporción de deuda por atraso.

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^{Escuela de gobierno - abril de 2021}