El sexo de los ángeles
El déficit fiscal primario de 2015 estará por debajo de la media regional y global. Las distintas mediciones, oficiales y paralelas, lo sitúan entre menos de 1 y hasta 3 puntos del PIB. El déficit financiero, es decir; después del pago de deuda, estará entre el 2 y el 4 por ciento del Producto, siempre según quién lo mida. A pesar de estos números, Argentina asiste a una suerte de revival fiscalista, tanto de los conocidos de siempre, como de algunos que rodean al candidato del FpV. En este contexto, la Ley de Presupuesto 2016, apenas un esquema guía para la distribución de los recursos del Estado, y que en el mejor de los casos brinda algún indicio sobre qué pretende priorizar el gobierno, es tratada acríticamente como una presunta ley de leyes, un empeño repetitivo que ignora el rol histórico del instrumento.
Corrigiendo a Bretton Woods
En 1944, la conferencia de Bretton Woods donde nacieron el FMI y nuestro sistema monetario internacional basado en el dólar. estuvo signada por un enfrentamiento entre EE.UU. y el Reino Unido, representados por los economistas Harry Dexter White y John Keynes, respectivamente. El Reino Unido quería un sistema en el que la liquidez mundial fuese regulada por una institución multilateral, mientras que EE.UU., por intereses propios, prefería un sistema basado en el dólar.
Debido a su poder financiero y económico, EE.UU. ganó la pulseada. Keynes no logró imponer su idea de conferirle al FMI la facultad de crear una nueva unidad internacional de reservas como alternativa al dólar. Y tampoco pudo cerrar un acuerdo sobre medidas que obligasen tanto a países deficitarios como superavitarios, y tanto al emisor de la moneda internacional como a sus usuarios, a hacer ajustes.