Universidad de Harvard nombra presidenta a una mujer
La selección que hiciera Harvard de una mujer como su nueva presidenta es parte de la tendencia en la educación superior en Estados Unidos de abrir los cargos de liderazgo a las mujeres.
Más mujeres que en ninguna otra época asisten a las universidades hoy día, y colocar a mujeres en posiciones de liderazgo en la educación superior es un paso natural, explicó
Catherine Hill, directora de investigación en la Asociación Estadounidense de Mujeres Universitarias (AAUW).
Según los informes publicados, hay más mujeres que hombres que solicitan la admisión en universidades estadounidenses y el 56 por ciento de estudiantes de primer ciclo universitario son mujeres. El progreso de las mujeres no se ha logrado a expensas de los hombres ya que hay más hombres que asisten a instituciones de ciclos de dos y cuatro años que nunca, comentó Hill.
La Oficina del Censo de Estados Unidos predijo que para 2010 alrededor de 7,76 millones de hombres y 10,72 millones de mujeres estarán matriculados en instituciones de enseñanza superior, lo que representa un crecimiento en las cifras tanto para hombres como para mujeres. Las cifras de matrícula de 2006 fueron de 7,46 millones de hombres y 10,19 millones de mujeres.
“La diversidad en la educación superior es importante porque proporciona nuevos enfoques de los antiguos problemas y recibe con optimismo nuevas ideas en lo académico”, según Hill. Abrir las puertas a mujeres tanto estudiantes como líderes también es importante porque en la cultura estadounidense se reconoce que la educación superior es la llave para el éxito económico y político, explicó Hill.
Hill declaró que “las oportunidades en este país dependen de lo académico, que es lo que abre y cierra las puertas [a estas oportunidades] en Estados Unidos. Decidir cuando se abre la puerta y qué tipo de trabajo intelectual se hace, determinará cómo y que jóvenes progresarán y se convertirán en personas con capacidad para tomar decisiones por todos”.
Hill dijo que los nombramientos de alto nivel en instituciones académicas significan que las mujeres están en mejor posición para impulsar sus carreras y obtener empleos bien remunerados, especialmente en campos tradicionalmente dominados por los hombres.
La Universidad de Harvard anunció el 11 de febrero el nombramiento como presidenta de Drew Gilpin Faust, una profesora de historia y decana fundadora del Instituto Radcliffe de Estudios Avanzados. Un estudio publicado el 12 de febrero por el Consejo Estadounidense de Educación (ACE) revela que la diversificación de las oficinas presidenciales de las universidades está aumentando poco a poco aunque de modo constante. Hill comentó que el nombramiento de Faust como líder de Harvard es “un símbolo importante”.
“En lo académico no hay mayor símbolo que la presidencia de Harvard”, dijo en unos informes Nancy Hopkins, profesora de biología en el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT). “Es un mensaje muy potente”. MIT está a su vez presidido por Susan Hockfield, su primera mujer presidente.
Según Hill, Faust es una fuerte líder interesada en los estudios de la mujer y su “posición clave en una institución tan conocida se convertirá en un podio para dar forma al debate público”.
Harvard, fundada en 1636, es la institución de educación superior más antigua en Estados Unidos y un líder mundial en educación e investigación. Siete presidentes de Estados Unidos han estudiado en Harvard y 43 miembros de su profesorado en activo o que han pasado por la institución son premios Nóbel. El Centro Radcliffe, una institución de mujeres con una cercana relación a la Universidad de Harvard, se unió a esta oficialmente en 1999.
“Este es un gran día, un día histórico para Harvard” comentó James R. Houghton, el miembro de más antigüedad de la Corporación Harvard y que encabeza el Comité de búsqueda presidencial que por primera vez en la historia de Harvard recibió las aportaciones del cuerpo estudiantil. Faust “combina un potente y amplio intelecto con una capacidad demostrada de fuerte liderazgo y un talento para estimular a la gente a que dé el máximo de sí, tanto como individuos como en grupo”, comentó Houghton.
Tres otras instituciones calificadas como Ivy League: Universidad de Brown, Universidad de Princeton y Universidad de Pensilvania, tienen ahora mujeres presidentes. Las ocho instituciones privadas en la clasificación Ivy League se consideran entre las más prestigiosas de todas las que imparten educación superior en Estados Unidos.
Según el estudio de ACE de 2006, el 23 por ciento de los presidentes de colegios universitarios eran mujeres. “Si bien ese porcentaje ha aumentado de un 9,5 por ciento en 1986, está claro que las mujeres están todavía poco representadas en este aspecto de lo académico”, indica un comunicado de prensa de AAUW.
Puesto que más de la mitad de todos los presidentes de universidades en Estados Unidos en 2006 eran mayores de 60 años, comparado con el 14 por ciento en 1986, el futuro del liderazgo de la mujer en lo académico se considera prometedor. “Una posible ola de jubilaciones significa una oportunidad para crear mayor diversidad en las presidencias universitarias”, comentó Jacqueline E. King, directora del Centro de Análisis de Políticas de ACE.
El texto completo del comunicado de prensa anunciando el nombramiento de Faust está disponible, en inglés, en el sitio web de la Universidad de Harvard.
Fuente: Usinfo.state.gov / 22.02.07
Fotografía: AP images