Venezuela refuerza su capacidad defensiva para prevenir una invasión norteamericana
“Venezuela no se está preparando para invadir a nadie,” señaló Chávez. “Sin embargo, nadie se mete con nosotros porque estamos preparados para morir con el fin de salvaguardar la soberanía de esta tierra. Si alguien tiene algún un día la loca idea de venir a invadirnos, le haremos morder el polvo defendiendo la libertad de nuestra tierra.” Chávez ha anunciado públicamente que Venezuela necesita reforzar su poder militar con el fin de derrotar los planes norteamericanos para invadir el país y apoderarse de sus enormes reservas energéticas. Según el New York Times, Venezuela ocupa todavía el tercer lugar entre los mayores suministradores de petróleo a EEUU, detrás de Canadá y México, pero por delante de Arabia Saudí y Nigeria.
Chávez ha recordado a su pueblo que EEUU invadió Granada en 1983 y Panamá en 1989 con el fin de derribar a regímenes que consideraba hostiles. EEUU ha enviado algunas veces señales inquietantes, como el despliegue de 6.500 soldados norteamericanos durante dos meses de maniobras navales en el Caribe. Washington señaló que el propósito de este despliegue era luchar contra el tráfico de drogas. Sin embargo, Venezuela lo interpretó como una amenaza.
Alberto Garrido, un analista militar de Caracas, manifestó al periodista del New York Times Simon Romero que Chávez esta utilizando a la insurgencia iraquí como una fuente de inspiración en lo que respecta a la forma en la que hacer frente a un ataque norteamericano. “Desde el punto de vista de Chávez, las fuerzas regulares no son tan importantes,” señaló Garrido, que citaba comentarios públicos efectuados por el presidente. “Inspirándose en Iraq, él considera que la eventual fusión entre fuerzas civiles y militares es el mejor método para hacer frente a un enemigo que cuenta con un potencial de fuego muy superior.” “La ironía de la actual situación,” señaló Garrido, “es que EEUU (a través de sus adquisiciones de petróleo) es el principal suministrador de fondos para de un movimiento cada vez más creativo que se opone a su autoridad en lo que considera su patio trasero.”
Venezuela está entrenando a una milicia civil así como al propio ejército venezolano para llevar a cabo una resistencia en la única forma posible frente a una fuerza mucho mejor equipada: mediante una guerra de guerrillas. El gobierno venezolano quiere disponer de un millón de hombres y mujeres armados en el llamado “ejército de reserva” y más de 150.000 se han unido hasta ahora a al mismo, sobrepasando así a la fuerza del ejército regular, que está estimada en 100.000 hombres. Los venezolanos están también organizando unidades de la milicia a nivel de barrio. La mayoría de los voluntarios proceden de los suburbios de las grandes ciudades, donde Chávez disfruta de su más firmes apoyos. Ellos entrenan durante los fines de semana y aprenden a utilizar misiles antiaéreos y antitanques, señaló el jefe del Ejército Raúl Baduel en una conferencia de prensa.
“Venezuela está cambiando, América Latina está cambiando y a EEUU no le gusta,” manifestó Alfredo Cárquez, que se registró como reservista el pasado año, al periódico británico Daily Telegraph. “No somos agresivos pero tenemos que estar preparados para defendernos. Si me veo obligado, estoy dispuesto a empuñar un fusil para defender a nuestro pueblo. Hasta muy recientemente, los militares eran asociados en cualquier parte de América Latina a conceptos como opresión, dictadura y asesinato. Sin embargo, ahora sabemos que los militares pueden estar también al lado del pueblo.”
Armas rusas
El pasado año, Venezuela adquirió 100.000 fusiles de asalto rusos AK-103 Kalashnikov, aviones de combate SU30MK2 y más de 50 helicópteros. También ha mostrado su interés en comprar submarinos clase Amur, misiles antiaéreos Tor-M1 y Osa-10, vehículos blindados de transporte de tropas y otros equipos. Además, Venezuela ha obtenido una licencia para producir eventualmente sus propios fusiles de asalto en la primera fábrica de Kalashnikov construida en Sudamérica. Chávez ha acusado a EEUU de tratar de mantener inoperativa la flota de F-16 de fabricación norteamericana negándose a suministrar piezas de recambio, así que ha decidido volverse hacia Rusia con el fin de conseguir nuevos aviones. Chávez ha alabado a los aviones rusos Sujoi como “los mejores en el mundo, 100 veces mejores que los F-16”.
Los expertos militares señalan que los aviones Sujoi podrían transformar a la fuerza aérea venezolana en la más poderosa de Sudamérica. Sin embargo, Mark Stoker, un economista especializado en temas de Defensa del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, con sede en Londres, afirma que los acuerdos firmados por Venezuela hasta ahora no han llevado a un reforzamiento significativo de sus fuerzas armadas, ya que este país no está gastando tanto en defensa como Brasil y Colombia. “Mi interpretación es que Venezuela tenía una cierta cantidad de equipos militares obsoletos y necesitaba reemplazar algunos de ellos.”
Por su parte, un portavoz del Departamento de Estado norteamericano ha expresado su preocupación por la posibilidad de que los crecientes lazos entre Rusia y Venezuela puedan tener implicaciones para la “seguridad regional” en América Latina y advirtió de que tales vínculos no serían beneficiosos para Moscú o Caracas. Ésta es la primera vez que Rusia ha conseguido poner un pie firme en el mercado latinoamericano, que ha sido tradicionalmente un feudo estadounidense. El comentarista en temas de defensa de la Agencia RIA-Novosti, Víctor Litovkin, manifestó que el presidente Vladimir Putin había intentado calmar las preocupaciones norteamericanas al señalar en presencia de Chávez que “nuestra cooperación técnico-militar no amenaza a otros países. Está dirigida a revivir la economía rusa y elevar el nivel de vida del pueblo.”
Sin embargo, Putin añadió: “Estamos cooperando activamente en la esfera internacional y creemos que el orden mundial debe estar firmemente enraizado en el derecho internacional. Estamos a favor de un mundo multipolar,” lo que significa que Venezuela y Rusia están en contra del unilateralismo norteamericano. El Ministerio de Exteriores ruso explicó que, al vender armas a Venezuela, Rusia estaba operando dentro del ámbito del Derecho Internacional y la legislación rusa. De este modo, el acuerdo de armas se englobaría dentro de “las relaciones entre dos estados soberanos.”
Fuente: Revista Amanecer de un nuevo siglo - Número 188 - Febrero 2007