Organizada conjuntamente por la Cátedra Libre de Estudios Agrarios Ing. Horacio Giberti y la Cátedra de Geografía Rural, ambas de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), se realizó recientemente la charla virtual “Vicentín: ¿y ahora qué? La producción y comercialización de granos y sus manufacturas en la Argentina”.

Moderada por Hortensia Castro (Depto. Geografía, FFyL, UBA), la actividad tuvo la participación de Carlos Del Frade, periodista, escritor y diputado provincial; Julia Strada, licenciada en Ciencias Políticas (UNR), magíster en Economía Política (FLACSO) y miembro del directorio del Grupo Banco Provincia; y Juan Manuel Villulla, sociólogo, doctor en Historia (UBA) e investigador del CONICET en el Centro Interdisciplinario de Estudios Agrarios (CIEA).

Junto a los expositores, la charla contó también con la apertura de Marisa Duarte, presidenta del IADE y directora de la revista Realidad Económica, quien ofreció algunas aristas de análisis para abordar el caso Vicentín. “La situación de la empresa es una prueba de la financiarización y del drenaje de recursos y de la dificultad del Estado para regular a estos sectores del comercio de granos”, dijo Duarte. La titular del IADE agregó que el actual debate sobre la empresa “pone de relieve la extrema libertad -y opacidad- bajo la que funciona el capital privado en la operatoria de los puertos”. Y concluyó: “Se impone la necesidad de contar con una empresa pública con participación del Estado, las cooperativas, los trabajadores y todas las ramas de actividad asociadas. No puede suceder que una cámara de televisión tenga más peso que 20 mil firmas de quienes bancan una decisión”.

Por su parte, del Frade sostuvo que “Vicentín es la síntesis de la mafia del gran capital argentino, de los timberos financieros”. En tal sentido, el integrante de la Comisión de seguimiento de las causas judiciales y del concurso de Vicentín indicó: “Hoy la consigna es mafia o democracia. Hay que decirle a la gente que no se trata de la defensa de la propiedad privada sino que se trata de sacarse de encima a los delincuentes de guante blanco que se encuentran en Vicentín. En 2019, entre agosto y diciembre, la empresa fugó 795 millones de dólares a cuentas offshore y paraísos fiscales”.

Qué pasa con la tierra, qué pasa con la ley de entidades financieras y que sucede con los puertos, fueron los tres ejes que Del Frade mencionó como cuestiones derivadas que se desprenden del caso Vicentín. “Es fundamental recuperar la iniciativa de informar y saber que hay que ir por el debate en el Congreso Nacional para mayor transparencia y democracia”, explico el diputado.

Julia Strada, a su turno, coincidió con del Frade sobre el comportamiento de la cúpula empresarial argentina y dijo que en Vicentín se ve “el aprovechamiento del desastre macroeconómico que significó el macrismo”.

Para encuadrar el accionar de la empresa, Strada habló también de “timba financiera” a la hora del acopio y la comercialización de commodities y de “estafa” a una parte de los productores y corredores por parte de Vicentín. Asimismo, aclaró que “no estamos discutiendo capitalismo o comunismo, estamos discutiendo capitalismo regulado o capitalismo desregulado” y subrayó que “se ha inclinado tanto la balanza que, pretender la regulación capitalista, es muy fácilmente asemejable al comunismo para algunos sectores del poder económico concentrado”.

Finalmente, Villulla afirmó que Vicentín “no es un problema contable, jurídico, de interior versus Buenos Aires sino que es un catalizador del tema del poder real en la Argentina”. En ese sentido, el investigador y docente mencionó que, desde 1976, hay –aunque con variaciones como la del periodo 2013/2015- "un deterioro grande de la capacidad de intervención estatal en un sentido progresivo”.

Villulla encuadró la discusión sobre la empresa como un efecto de la relación de fuerzas vigente en el país y llamó a redoblar la apuesta sobre las derivaciones que produjo el proyecto de expropiación “para transformar las cosas a través de una voluntad política”.

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