Visibilizar, sensibilizar, transformar
[b]Contra la violencia, desde los medios[/b]
Que un asesinato como el de la mujer de Monzón no sea presentado como un incidente producto de una discusión. Que un crimen como el de Boedo no se diluya en los múltiples informes sobre la inseguridad. Que no se hable de crimen pasional cuando un hombre mata a su pareja o ex pareja por considerarla objeto de su propiedad. Que sí se hable de femicidios cuando se trata la muerte de mujeres por el solo hecho de serlo. Que la violencia contra las mujeres, en tanto violación de los derechos humanos, sea noticia.
Todos estos aspectos fueron abordados en el Taller de Capacitación a Periodistas sobre Violencia de Género realizado el 12 de noviembre pasado en el marco de la campaña y organizado por el Grupo Temático Interagencial de Género (GTIG), coordinado por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) y compuesto por todas las agencias del Sistema de Naciones Unidas en Argentina. Desde Misiones, Córdoba, Santa Fe, Río Negro y otros puntos del país llegaron profesionales de los medios de comunicación, muchos de ellos no acostumbrados al tratamiento de esta temática, para aprender a derribar mitos, incorporar terminologías, compartir experiencias. 'En las gacetillas policiales viene implícito el prejuicio y eso se vuelca en las notas', comentó Claudia Araujo, del diario chaqueño Norte. Es la única mujer de la redacción en el turno tarde, y se incorporó a la sección de policiales sólo durante una suplencia. Pero la experiencia le bastó para sugerir que 'sería interesante que quienes cubren policiales se capaciten en violencia de género', una de las ideas que circularon por el taller.
'No es hacer periodismo feminista, es poner una lupa distinta, ver cómo afecta tal noticia en forma diferencial a mujeres y varones: esa es la gran pregunta que nos hacemos desde el periodismo de género', sintetizó Mariana Carbajal, moderadora del taller. Especialista en la temática, expuso cómo en las distintas formas de presentar una noticia está la diferencia entre invisibilizar y visibilizar la violencia de género y compartió un decálogo redactado por Periodistas de Argentina en Red por una Comunicación no Sexista. '¿Por qué no es un crimen pasional? Porque el amor no mata. Es una forma de llamarlo que justifica la violencia de género', apuntó. La meta, dijo, está en 'conmover a la opinión pública. Que se piense el tema como otra inseguridad'.
Contra la violencia, desde el sistema judicial
'La primera cachetada o un empujón no llegan a las noticias. Pero hay que entender que cuando aparecen implican un ciclo continuado', enfatizó la jueza de la Corte Suprema de la Nación Elena Highton de Nolasco, disertante del panel de tratamiento de la violencia en el sistema judicial. En el marco del taller de capacitación, la ministra explicó funcionamiento y resultados del primer año de trabajo de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), órgano de la Corte Suprema abocado a informar y asesorar sobre la temática en la Ciudad de Buenos Aires.
La OVD es parte de una iniciativa interagencial desarrollada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM). En su primer año de funcionamiento, recibió 6746 denuncias y detectó 3854 personas que sufrieron maltratos familiares. La OVD ofrece un servicio de atención las 24 horas, los 365 días del año (4370-4600 internos 4510 y 4524). La mayor parte de las denuncias se reciben los lunes y martes, después del fin de semana. Por el momento, funciona como un plan piloto en la Ciudad de Buenos Aires. Pero, según afirmó Highton de Nolasco, ya existen convenios con 20 cortes provinciales para adoptar la Oficina.
Pese a la dificultad de contar con estadísticas sobre violencia machista, la OVD cuenta con parámetros numéricos para el ámbito porteño: el 52 por ciento de los denunciados son maridos o concubinos y el 31 por ciento, ex parejas; el 40 por ciento de las denunciantes pertenecen a sectores pobres, y el 32 por ciento a sectores medios; casi la mitad de las mujeres que se acercaron a la OVD tiene estudios secundarios y alrededor de un tercio universitarios o terciarios. 'La violencia contra las mujeres es permanente, en todos los países y en todas las clases –concluyó la ministra- Y la falta de conocimiento del tema no es sólo de los varones. Es mundial y es cultural'.
[b]Contra la violencia, desde la sociedad toda[/b]
Una amiga, una vecina, una compañera de trabajo: cada una (o cada uno) forma parte de la red, del tejido de relaciones al que puede recurrir una mujer víctima de violencia. Pero, ¿qué pasa cuando quien ejerce esa violencia corta esos vínculos? ¿Qué pasa cuando se destruye el ovillo? Tal es el planteo que surge de uno de los micros televisivos que forma parte de la Campaña Argentina por la Equidad de Género y Contra la Violencia, que involucra al Consejo Nacional de la Mujer, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y distintos ministerios, así como UNIFEM, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y otros.
Cortometraje "Ovillo de lana" -
Campaña Argentina por la Equidad de Género y Contra la Violencia
La campaña incluye también micros radiales, y una página web donde además de brindar información se ofrecen recursos educativos para encarar desde distintos ángulos y ante distintos públicos las múltiples manifestaciones de la violencia contra la mujer.
Desde marzo de este año, más de 300.000 personas visitaron la web y 1260 se contactaron vía mail, tanto para pedir orientación como para contribuir con datos de servicios de atención en distintos puntos del país, que permiten ampliar el mapa con el que ya cuenta la web. 'Queremos nutrir ese mapa de centros de atención con lo que la comunidad nos mande', explicó María Fernanda Ruiz, coordinadora técnica del proyecto. Así, por estar construido entre todos, el mapa torna posible ubicar no sólo los centros especializados sino también los recursos más pequeños pero igual de necesarios, 'como una psicóloga que atiende tal día de la semana en el centro de jubilados de determinado pueblo'.
Sensibilizar, contribuir a la difusión de información y generar participación de la ciudadanía son los tres grandes ejes de la campaña. Y la meta es que llegue a todo el país, de la mano de distintas organizaciones e instituciones. En Córdoba, por ejemplo, las organizaciones Servicio a la Acción Popular, Católicas por el Derecho a Decidir, Manos y voces de mujeres libres, Hilando las Sierras, CISCSA/ Red Mujer y Hábitat LAC y el Programa de Género de la Universidad Nacional de Córdoba, impulsan la campaña Para la Mano: Basta de violencia hacia las mujeres.
Difundir para hacer visible lo invisible. Visibilizar para sensibilizar a todos y todas. Y sensibilizar como única vía para transformar el padecimiento de cada víctima de violencia de género en una única lucha por una vida sin violencia.
*Periodista.
**En 1999, las Naciones Unidas reconocieron oficialmente el 25 de noviembre como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Esta fecha conmemora el hecho de violencia estatal ocurrido en la República Dominicana en 1960, cuando agentes de la dictadura de Trujillo asesinaron violentamente a tres hermanas: Patricia, Minerva y María Teresa Mirabal. Las hermanas Mirabal fueron activistas políticas, símbolos visibles de la resistencia al régimen de Trujillo. Su asesinato fue uno de los eventos que impulsó el movimiento para poner fin a esa dictadura. Así a partir del 25 de noviembre hasta el 10 de diciembre se realzaran 16 días de activismo contra la violencia hacia las mujeres. El último día de la Campaña es el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos.
Por delitos contra la integridad de la mujer llamar al 0800-555-MUJER (68537) - 0-800-66-MUJER (68537)
Fuente: Artemisa Noticias - 24.11.2009
[i]Declaración del 10º Aniversario del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
En este 10º aniversario del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, queremos celebrar el hecho de que la violencia contra mujeres y niñas ya no es tratada simplemente como una preocupación de una sola mujer. Gracias a los persistentes y dedicados esfuerzos de activistas de los derechos de las mujeres en todo el mundo, hoy en día la eliminación de la violencia contra las mujeres es una cuestión de derechos humanos, de paz y de seguridad, y un tema de preocupación urgente tanto para hombres como mujeres.
En la actualidad hay más planes, políticas y leyes en vigencia que nunca, y el impulso también está creciendo en el ámbito intergubernamental: el año pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad la resolución 1820, que aborda por primera vez la violencia sexual en situaciones de conflictos y post conflictos como un problema de seguridad internacional. Este año hemos visto la aprobación de dos nuevas resoluciones — 1888 y 1889 — que fortalecerán la capacidad de la ONU para abordar el problema de la violencia sexual en situaciones de conflictos, y allanarán el camino para una mayor participación de las mujeres en la consolidación de la paz y la reconstrucción post conflicto tomando en cuenta sus necesidades específicas.
Hay también más compromiso en los más altos niveles de poder, el año pasado la iniciativa de UNIFEM Di NO a la Violencia contra las Mujeres animó a decenas de jefes de Estado, ministros y parlamentarios a añadir sus nombres a un llamado mundial para la acción. La iniciativa Di NO es una contribución de UNIFEM a la campaña del Secretario General de las Naciones Unidas, ÚNETE para Poner Fin a la Violencia contra las Mujeres, y este año ha sido relanzada como una plataforma comunicacional innovadora que estimula y visibiliza acciones, llamando la atención sobre los esfuerzos mundiales para eliminar la violencia. Las miles de acciones de organizaciones y personas que se han registrado en las últimas semanas demuestran que en todo el mundo existen personas decididas a poner fin a esta terrible violación de los derechos humanos.
A pesar de estos logros, los desafíos siguen siendo enormes. Es chocante que, basándose en los datos nacionales disponibles, hasta el 70 por ciento de las mujeres sufren durante su vida la violencia física o sexual perpetrada por hombres. Y esto ocurre en todas partes: en el hogar y en el trabajo; en las calles y en las escuelas; en tiempos de paz y de conflicto.
Todavía vivimos en un mundo donde la violencia contra las mujeres y niñas es una fuente importante de inseguridad para la mitad de la población mundial, desde la violencia doméstica a la mutilación genital femenina; desde los llamados crímenes de honor a la violación masiva en tiempos de guerra. La brecha entre las promesas y los hechos sobre el terreno sigue siendo demasiado grande y la violencia contra mujeres y niñas sigue planteando algunos de los desafíos más urgentes del mundo.
Sin embargo, la campaña ÚNETE del Secretario General de la ONU ofrece una oportunidad histórica para demandar una mayor acción. La campaña sitúa el problema como una prioridad en la agenda de la ONU y llama a los gobiernos, la sociedad civil, organizaciones de mujeres, hombres, jóvenes, el sector privado, los medios de comunicación y todo el Sistema de la ONU a unir sus fuerzas para hacer frente a esta pandemia mundial.
Con ocasión del aniversario de hoy, el Sistema de Naciones Unidas lanza el Capítulo Regional para América Latina de la Campaña en la Ciudad de Guatemala, con el apoyo de Jefes de Estado, la comunidad internacional, el movimiento de mujeres y organizaciones de la sociedad civil, incluidos grupos de jóvenes y de hombres de toda Latinoamérica.
Además, el Secretario General pone en marcha una Red de Hombres Líderes que se comprometen a actuar para poner fin a la violencia contra mujeres y niñas en sus países y comunidades. La participación de hombres y niños, junto con el empoderamiento de la mujer, son fundamentales para lograr la igualdad de género y el cumplimiento de la promesa de una vida libre de violencia para cada mujer y niña.
No hay lugar para espectadores en la defensa de la promoción de los derechos de la mujer. Los gobiernos deben actuar para cumplir los compromisos internacionales existentes a nivel nacional. Necesitamos marcos de rendición de cuentas nacionales que incluyan normas adecuadas y apropiadas de protección y respuesta. Éstas son algunas de las medidas que se requieren con urgencia:
* Una legislación nacional adecuada que se ajuste a las normas de derechos humanos;
* Planes nacionales de acción para combatir la violencia contra mujeres y niñas, que pongan en marcha los recursos institucionales, técnicos y financieros necesarios para obtener respuestas multisectoriales coordinadas;
* Apoyo inmediato “de primera línea” y servicios de policía, asistencia sanitaria y jurídica para las sobrevivientes de la violencia de género;
* Recopilación, análisis y difusión de datos son un componente esencial para medir el progreso de las iniciativas contra la violencia, el desarrollo de estrategias eficaces y la asignación de presupuestos;
* Programas específicos de prevención, como el próximo paso para abordar la cuestión, centrándose concretamente en los jóvenes y adolescentes.
Y finalmente, todas y todos podemos jugar un papel crucial. Podemos marcar la diferencia siendo una generación que no recurre a la violencia, voluntariándonos para prestar servicios, recaudando fondos y elevando nuestras voces para decir NO a la violencia contra las mujeres. La solución está en cada persona: a través de acciones concertadas podemos poner fin a la violencia contra mujeres y niñas.
Inés Alberdi (Directora Ejecutiva de UNIFEM - United Nations Development Fund For Women / Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer)[/i]
[color=336600]Fuente: UNIFEM.org [/color]
En archivo adjunto el documento "Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer" - Naciones Unidas