¿Perdón REPSOL?

Cuando las negociaciones entre países están encabezadas por gobiernos neoliberales, los intereses nacionales no existen: las elites empresariales, nacionales y foráneas, se unen en un “interés común” y los recursos propios pasan a ser usados como mercancía en una extranjerización creciente del poder económico local. Por eso cuando esa relación se rompe....”Los Prat Gay piden perdón..."

Desde la óptica del estado nacional, la justificación de la negociación con Repsol fue la de siempre: se necesitaban inversiones externas para una industria que por sus características las requería para lograr el, por entonces, “ansiado autoabastecimiento energético”.