Divididos y polarizados
Para desgracia de los talibanes del consenso el pulso de la dinámica política aún lo marca la polarización. Una tendencia confirmada por el ascenso de la derecha ultraliberal y la izquierda y la profundización de las tensiones en las grandes coaliciones. Sin liderazgos claros en el gobierno y la oposición, el país enfrenta el garrote del Fondo Monetario que se asienta sobre una profunda crisis social. En ese contexto, el desafío de la izquierda consiste en articular la discusión parlamentaria con la lucha en las calles, “el único lugar maldito del país burgués”