Geopolítica de América latina: entre la esperanza y la restauración del desencanto

Para poner punto y final a cualquier ciclo histórico de transformaciones se precisa enterrar definitivamente el sentido del cambio preeminente en dicho proceso. No se puede pasar la página de cualquier época si no es cavando la tumba de los factores esperanzadores de la misma. Así es. Cualquier deseo de nuevo tiempo ha de construirse sobre las ruinas del pasado. Esto es lo que actualmente se atisba en el fondo del tablero geopolítico en América Latina: el intento desesperado de algunos sectores de acabar con aquello que se iniciara con el siglo XXI a lo largo y ancho de la región. Algunos le llaman (intento de) restauración conservadora; otros reflujo de los proceso de cambio; los más osados optan por el “fin de ciclo”.

Consensos sociales y devaluaciones

Convocados en la celebración del Día de la Exportación por la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), los economistas Miguel Angel Broda, titular de la consultora Estudio Broda & Asoc., y Eduardo Levy Yeyati, de la consultora Elypsis, brindaron su visión sobre la actualidad económica del país. Habitualmente consultados por el establishment financiero y empresarial –y fuertes críticos sobre las políticas heterodoxas oficiales–, las cifras de estos economistas difícilmente podrían ser consideradas como diseñadas a la medida del actual Gobierno.

Según Levy Yeyati, la inflación había descendido del 37% al 25% anual entre el año anterior y el actual, el PBI (el total de lo producido por el país en un año) crecería un 1,5%, mientras que el salario y la confianza del consumidor venían en subida.

La aristocracia del dinero y las elecciones en Tucumán

La Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Tucumán, mediante un fallo por unanimidad revocó el dictado por la Cámara Contencioso Administrativo de dicha provincia, la que había sostenido la nulidad de los comicios provinciales realizados el 23 de agosto. Con la sentencia de la Corte provincial el pueblo tucumano recuperó su soberanía y derechos políticos, y se preserva la supremacía de la Constitución Nacional y la Constitución de la Provincia de Tucumán.

Sin embargo, dado que aún se puede recurrir a la Corte Suprema de la Nación la que en tal caso tendría la palabra final, no podemos dejar de observar la trama del fallo revocado que en forma arbitraria sin sustento normativo aplicable al caso, adoptó tal decisión invocando en esencia prácticas “clientelares” y “fraude estructural”. Presupone que el pueblo de Tucumán carece de discernimiento y se encuentra en situación de “desamparo”. Ciertamente fue un golpe contra la democracia y la voluntad popular de todos los tucumanos que fueron a votar. Casi podemos individualizarlo como una de las facetas de lo que se conoce como “golpe blando”, operativo de un plan desestabilizador con derivaciones que exceden el ámbito provincial. Su argumento es que el contexto político-social de Tucumán contamina la esencia del sufragio. ”Qué significa, que los pobres son idiotas, no saben votar, que hay que prohibir el voto de los pobres o de los provincianos”? Como señaló Cristina, “eso es una Argentina predemocrática”. La lógica estricta que nutre al fallo de la Cámara Contencioso Administrativo es proclive al voto calificado.

“Se puso un límite a los piratas del siglo XXI”

Los nueve principios básicos para guiar las reestructuraciones de deuda soberana que se aprobaron en la Asamblea General de las Naciones Unidas serán incorporados a la legislación argentina. El canciller Héctor Timerman confirmó a Página/12 que el Gobierno enviará en los próximos días un proyecto de ley para rubricar el compromiso con los lineamientos diseñados para limitar el accionar carroñero del sistema financiero internacional, legitimar el derecho de los países a reestructurar sus pasivos y proteger a los acreedores de buena fe de los buitres. “El resultado de la votación en la ONU es una victoria histórica que pone un límite a los piratas del siglo XXI que aprovechan la falta de legislación global para infringir daño y obtener ganancias extraordinarias”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores durante una entrevista en las oficinas de la misión permanente del país ante la ONU, ubicada en un piso 25 que ofrece una vista panorámica hacia el condado de Queens.

RESOLUCIÓN SOBRE “PRINCIPIOS BÁSICOS PARA LA REESTRUCTURACIÓN DE DEUDAS SOBERANAS”

1. Un Estado soberano tiene derecho, en el ejercicio de su facultad discrecional, a elaborar sus políticas macroeconómicas, incluida la reestructuración de su deuda soberana, derecho que no debe verse frustrado ni obstaculizado por medidas abusivas. La reestructuración debe hacerse como último recurso, preservando desde el inicio los derechos de los acreedores.

“Es un rechazo mundial a los buitres y a Griesa”

Para el ministro de Economía, Axel Kicillof, no es exagerado decir que “el resultado obtenido en la ONU por la Argentina en favor de su propuesta de normas para las reestructuraciones de deudas soberanas fue el mayor éxito diplomático y económico del país alcanzado en muchos años”. Especialmente, si se toma en cuenta su trascendencia tanto el momento por el que transita la crisis mundial, como los escollos que debió doblegar el proyecto, al cual se opusieron algunas de las principales potencias económicas del planeta. En la cartera de Kicillof nació el proyecto que, esta semana, recibió en Nueva York 135 votos a favor contra tan sólo 11 en contra. “Desmesurado”, es la primera expresión que utiliza el ministro al iniciar la conversación con Página/12, para calificar el éxito obtenido por la iniciativa.

Carta abierta a la ONU de 19 economistas internacionales en apoyo a los principios sobre restructuración de deudas soberanas

Se retransmite la Carta abierta a la ONU publicada por 19 economistas internacionales y entregada a todos los países miembros de la ONU en apoyo a los principios sobre restructuración de deudas soberanas que se votarán este jueves:

El mercado no puede marcar el rumbo

Pragmático, hiperactivo y leal a aquellas primeras ideas aprendidas en su época de estudiante en la Facultad de Ciencias Económicas, el secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo de la Nación, Emmanuel Álvarez Agis, responde a cada pregunta con una mixtura de teoría y realidad que difícilmente se ajuste a los cánones que se enseñan en los claustros. Ingresó a la Facultad en plena crisis de 2001 y recuerda que su primer acercamiento a la política fue «tirar piedras» bajo la consigna «que se vayan todos». La necesidad de comprender lo condujo a los subsuelos de Económicas, donde un grupo de estudiantes próximos a graduarse, entre ellos el actual ministro de Economía, Axel Kicillof, analizaba teorías alternativas al Consenso de Washington. «En los 90 elegían la carrera porque querían ser Domingo Cavallo (el entonces titular de Economía) y en 2001 lo hacíamos para putear a Cavallo», recuerda.