Empleo Público y Desarrollo Tecnológico
Asistir al espectáculo de la destrucción deliberada de empleo público en pos de ordenar las cuentas fiscales es otra muestra de cómo las sociedades estamos sumergidas en la inverosímil cultural del capital, que todavía parece enseñarnos que el sol orbita alrededor de la tierra.
Sin embargo, los responsables de los despidos creen que están reparando una injusticia. Así lo experimentan y lo exhiben.
Estado productor y promotor
En artículos previos nos hemos referido a la necesidad de complejizar la matriz productiva argentina mediante un desarrollo tecnológico autónomo en el que el Estado ocupe un rol central. Estado productor y Estado promotor, liderando un conglomerado de pymes e instituciones del sistema nacional de C&T.
El año del satélite
El lanzamiento del Arsat-1 es un hito de la historia argentina. Uno de los protagonistas de su desarrollo, el gerente general de Invap, Héctor Otheguy, explica la importancia de la visión política para respaldar estos proyectos tecnológicos.
El triángulo de Sabato
El recordado triángulo del físico y tecnólogo Sabato (Jorge A.) modelaba el desarrollo tecnológico del país con la interacción entre el Estado, el sistema nacional de ciencia y técnica y las empresas. Hoy se está desplegando en desarrollos tecnológicos de avanzada en el país.
Desde 1976 hasta 2003 el sentido común dominante en la sociedad establecía que nuestro país debía dedicarse a producir productos primarios y algunas pocas commodities industriales e importar todos los productos manufacturados, desde pastas o latas de choclo hasta los productos de “alta tecnología”, muy especialmente estos últimos.
La actividad espacial en el desarrollo nacional
Mañana está previsto el lanzamiento desde la base Vanderberg de la Fuerza Aérea norteamericana en Lompoc, California, del satélite argentino más grande y complejo que se haya diseñado en nuestro país, el SAC-D Aquarius, en el marco del Plan Espacial Nacional cuya revisión 2004-2015 fue aprobada por el ex presidente Néstor Kirchner a poco de asumir. El SAC-D es un destacado logro científico de nuestro país desarrollado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) –que depende de la Cancillería argentina–, en cooperación con la NASA de los Estados Unidos, con la participación de entes del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y empresas del sector. Unas dos horas luego de su lanzamiento podremos saber si el satélite, que superó durante meses todas las pruebas y revisiones previas, alcanzó con éxito el objetivo de la puesta en órbita.