Una nueva Torre de Babel
Mientras Europa evalúa avanzar hacia una mayor integración para intentar salvar el euro, cada vez se parece más a la bíblica Torre de Babel, por su incapacidad para completar su ambicioso proyecto debido a que sus habitantes no sólo no hablan el mismo idioma, sino que tampoco comparten el lenguaje político y económico.
Todos los reflectores apuntan a Alemania, Francia, Italia y España, las cuatro principales economías de la eurozona, que se pelean por las propuestas de unión bancaria, de emisión conjunta de eurobonos y de un mayor control de los presupuestos y las políticas económicas nacionales por parte de la Unión Europea (UE).
La salida del euro dejó de ser tabú
La salida de Grecia de la zona euro dejó de ser un tema tabú en Alemania, donde el prestigioso semanario Der Spiegel tituló en tapa esta semana "Adiós a la Acrópolis", el ministro de Finanzas habla abiertamente de esta posibilidad y los economistas calculan el costo que tendría para la economía alemana.
Es un tabú que también cayó en Europa, donde se endurece el mensaje para que Atenas aplique la austeridad pese al descontento en la calle y el caos político en el que se encuentra el país desde las últimas elecciones (ver aparte).
Tanto para los responsables alemanes como para los de la Unión Europea (UE), o incluso para el Banco Central Europeo (BCE) -el mayor defensor de una zona euro preservada con sus fronteras actuales-, el escenario de la salida ha dejado de constituir el cataclismo del que se hablaba hace sólo unos meses.