Términos de la discusión ecológica actual

La Río+20 ha provocado una amplia discusión sobre cuestiones ecológicas. Como no todos entienden los términos técnicos de la temática, publicamos aquí un artículo del ecologista más conocido del Estado de Río, Arthur Soffiati, de Campos de Goytacazes, RJ, fundador del Centro Norte Fluminense para la Conservación de la Naturaleza, publicado el 14 de mayo de 2012 en la Folha da Manhã de esa ciudad. Estas son las palabras principales: Ecodesarrollo sostenible, economía verde, huella ecológica, antropoceno.

Hace cerca de 11 mil años, la temperatura de la Tierra comenzó a aumentar de modo natural, ocasionando el derretimiento progresivo de la última gran glaciación. Gran parte del agua, al pasar del estado sólido al líquido, elevó el nivel de los mares, separó tierras de los continentes, formó islas, incentivó la formación de bosques y de otros ambientes. Los científicos dieron a esta nueva fase el nombre de Holoceno.

Declaración Final: Cumbre de los Pueblos en Rio+20

EN DEFENSA DE LA PROPIEDAD COMUN COMERCIAL, EN CONTRA DE LA VIDA

Los movimientos sociales y populares, los sindicatos y de los pueblos y las organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo presentes en la Cumbre de los Pueblos en Río +20 para la Justicia Social y Ambiental, vivían en los campamentos, la movilización de masas, en los debates, la construcción de la convergencia y la alternativa conscientes de que somos sujetos de una relación diferente entre los seres humanos y los seres humanos y entre la humanidad y la naturaleza, tomando el desafío urgente de poner fin a la siguiente fase de la restauración del capitalismo y construir a través de nuestras luchas, nuevos paradigmas de la sociedad.

Cumbre de los Pueblos es el momento simbólico de un camino nuevo ciclo en las luchas globales que produce nueva convergencia entre los movimientos de mujeres, pueblos indígenas, negros, jóvenes, agricultores y campesinos y la familia, trabalhadore / as, las comunidades tradicionales y pueblos, los cimarrones, luchadores por la ciudad el derecho y religiones de todo el mundo. Las reuniones, demostraciones y una gran marcha de los pueblos fueron los momentos de máxima expresión de estas convergencias.

Lo que dejó Río + 20

La adopción de un tímido plan multilateral frente a los problemas ambientales del planeta; el bloqueo parcial a la legitimación del discurso que plantea la “economía verde” como solución a la crisis ambiental; y una agenda convergente renovada de los movimientos sociales, son algunos de los aspectos a destacar de los grandes encuentros mundiales que se desarrollaron en días pasados en Río de Janeiro, bajo el paraguas de Río + 20.

La Declaración política de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (20-22 de junio), titulada El Futuro que Queremos, es, como muchos documentos intergubernamentales de su género, una mezcla contradictoria de afirmaciones, recomendaciones, reconocimientos y algunos compromisos, donde se yuxtaponen enfoques de desarrollo, propuestas empresariales y visiones de nuevos paradigmas.

Pongamos freno a las corporaciones: ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo?

El capitalismo está en problemas. Seguramente no lo suficiente, pero tiene que lidiar con asuntos mucho más complejos que aquellos que enfrentaba hace una o dos décadas. No festejen – ni lloren – todavía. Un animal hambriento, acorralado, es más peligroso que uno bien alimentado, libre. El capitalismo se pregunta en cada momento, de dónde va a venir su próxima comida.

Desde que el neoliberalismo se volvió el modelo económico dominante a inicios de los años 80, y que el FMI ha impuesto los programas de ajuste estructural, primero en los países endeudados del Sur y ahora en Europa, los servicios públicos, en su mayoría, han sido privatizados. Pero esto no basta. Las corporaciones quieren que todos los servicios públicos se vuelvan una fuente de lucro, a la vez que no tienen inconvenientes en dejar las pérdidas al sector público. Las nuevas fronteras del asalto capitalista son la salud (a través de los seguros de salud u hospitales con fines de lucro), escuelas (con sistemas de bonos) y cárceles (con una cuota de ocupación garantizada…).

“Obama es un emperador negro”

Según Boff, el Hemisferio Sur demanda a los países centrales financiar la devastación causada por siglos de saqueo y advierte que el desarrollo sostenible del medio ambiente empieza por el combate a la pobreza y la desigualdad.

El Norte y el Sur vuelven a chocar en Río. Ese es el saldo de los primeros días de negociaciones infructuosas entre los diplomáticos de más de 100 países que participan en la cumbre Río+20 e intentan elaborar un documento único sobre qué hacer con el planeta a la deriva. Hay dos tesis en pugna. La de implantar una “economía verde” al gusto de Estados Unidos y Europa, que se desentienden del costo ambiental causado durante más de un siglo de saquear florestas y mares, una formulación rechazada por el Sur, que demanda a los países centrales financiar la devastación causada y advierte que el desarrollo sostenible del medio ambiente empieza por el combate a la pobreza y la desigualdad.

El religioso brasileño Leonardo Boff lleva años reflexionando y elaborando ensayos sobre ecología desde una perspectiva en la que retoma los fundamentos de la Teología de la Liberación. Boff, uno de los intelectuales de referencia de parte de los miles de militantes que ayer debatían bajo el sol primoroso de Río sobre cómo salvar el planeta, dinamitó los fundamentos de la “economía verde” durante una entrevista con Página/12.

“Quieren trasladar su crisis a nuestros países”

Río de Janeiro será el escenario de la disputa entre países centrales y en desarrollo sobre conceptos ambiguos como “economía verde”

La cumbre ambiental Río+20, que en unos días concentrará en la capital carioca a presidentes y funcionarios de casi doscientos países, será escenario de una nueva disputa entre las naciones centrales y el grupo de países emergentes o en vías de de-sarrollo, nucleados en el G-77 más China. Uno de los ejes de la controversia es el concepto de “economías verdes” que, para el gobierno argentino y sus socios de América latina, es una suerte de trampa tendida por las potencias y sus aliados para poner freno a las exportaciones cuando no cumplen con ciertos parámetros “verdes”. El otro foco de conflicto es la posible creación de una agencia internacional, que tendría el poder de policía para hacer cumplir con indicadores y premisas, inspecciones que los países interpretan como la antesala a restricciones comerciales.

Los pueblos del mundo frente a los avances del capitalismo: Rio +20 y más allá

Los gobiernos de todo el mundo se reunirán en Río de Janeiro, Brasil del 20 al 22 de junio de 2012, para supuestamente conmemorar 20 años de la "Cumbre de la Tierra", la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, que estableció por primera vez una agenda global para el "desarrollo sostenible". Durante esa cumbre, en 1992, se adoptaron tres convenios internacionales: el Convenio sobre la Diversidad Biológica, el Convenio de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Convenio de Lucha contra la Desertificación. Cada una de ellos prometía poner en marcha un conjunto de acciones destinadas a proteger el planeta y la vida sobre él, y contribuir a que todos los seres humanos gocemos de una vida digna.

Carta de los pueblos indígenas al nuevo Presidente del Banco Mundial

La siguiente carta, dirigida al nuevo Presidente del Banco Mundial, se refiere a temas fundamentales para los pueblos indígenas e incluye recomendaciones para una relación efectiva con el Banco Mundial.

La carta se distribuirá durante la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible Rio+20, ya que el Banco Mundial se está posicionando de nuevo como el líder del desarrollo a través de un “crecimiento verde e inclusivo”.

Río+20: trampa cazabobos

A escasos días para la realización de la Conferencia Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Río+20), en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, lo primero que salta a la vista es el “síndrome de los hechos cumplidos”. Quienes crean que todavía es posible intervenir en la modificación de los documentos y tesis que serán “discutidos” en su seno, están totalmente equivocados. Ya todo está acordado, el documento final ya fue elaborado y durante la Conferencia, solo se oirán discursos y habrá una aprobación final. Al respecto, preocupa ignorar cual es la posición oficial de Venezuela ante el tema central del evento que consiste en el nuevo concepto de la “economía verde”. En tal sentido solo conozco la valiente “Declaración del Parlamento Latinoamericano Hacia Río+20” que fuera aprobada recientemente y por unanimidad, a solicitud del Grupo Parlamentario Venezolano que preside la Dip. Ana Elisa Osorio.

Ausencia de un relato nuevo en la Río+20

El vacío básico del documento de la ONU para la Río 20 reside en una completa ausencia de un relato o de una cosmología nuevos que pudieran garantizar la esperanza del «futuro que queremos», lema del gran encuentro. Tal como está, niega cualquier futuro prometedor.

Para sus formuladores, el futuro depende de la economía, poco importa el adjetivo que se le agregue: sostenible o verde. Especialmente la economía verde realiza el gran asalto al último reducto de la naturaleza: transformar en mercancía y poner precio a aquello que es común, natural, vital e insustituible para la vida como el agua, los suelos, la fertilidad, las selvas, los genes etcétera. Lo que pertenece a la vida es sagrado y no puede ir al mercado de los negocios. Pero está yendo, bajo este imperativo categórico: aprópiate de todo, haz comercio con todo, especialmente con la naturaleza y con sus bienes y servicios.