China y Alemania en el capitalismo global ¿Rivales o socios? ¿Socios de negocios en el sur global?
Ariel M. Slipak* (Especial para sitio IADE-RE) | Sin duda alguna, uno de los cambios más significativos para la Economía Política Internacional de finales del siglo XX e inicios del siglo XXI es que la República Popular de China (RPCh) pase a ocupar un lugar cada vez más relevante desde lo productivo, comercial y financiero a escala global, pero también desde las aristas tecnológica, militar, poderío al interior de organismos internacionales y por ende capacidad de ejercer coacción –o coerción- sobre terceros países.
Comercio con China no alienta diversificación productiva
La relación comercial con China, que se incrementó en la última década, está impulsada por la necesidad creciente del gigante asiático por mejorar la calidad de la alimentación de la población. Eso estimuló el crecimiento acelerado de su demanda de productos primarios o manufacturas basadas en recursos naturales que, sumado al petróleo, explican más del 82% de las exportaciones argentinas a Beijing en la última década. La contrapartida es que no se le venden productos con más tecnificación, lo que define un vínculo que “juega en detrimento del anhelo de una matriz productiva más diversificada y una creciente industrialización”, señaló el economista Ariel Slipak, especializado en la relación sinoargentina.