Un gráfico para entender porqué la comercialización de soja argentina sigue en el “freezer”
El ritmo de comercialización de soja 2023/24 en el mercado argentino viene bastante atrasado a causa de la ausencia de incentivos económicos.
Al pasado 10 de abril –último dato oficial– las ventas de soja 2023/24 sumaban 12,22 millones de toneladas, una cifra equivalente al 24,0% a 24,4% de la cosecha total estimada para el presente año.
Se trata de una cifra, en términos relativos, inferior a la vigente un año atrás, cuando un desastre climático liquidó más de la mitad de la producción prevista de la oleaginosa.
El debate ausente: segmentación de las retenciones y repoblar el campo
En un país marcado por el agro, los candidatos con mayores posibilidades de llegar a la presidencia no analizan medidas para democratizar la producción agropecuaria. Pero existen propuestas: impuestos diferenciados según hectáreas y producción, que el campo vuelva a estar poblado y una política estatal para frenar la concentración de la tierra en pocas manos.
Sobre el aumento de las retenciones y el impacto en los productores
El Gobierno aumentó en dos puntos porcentuales las retenciones a los derivados de la soja. De inmediato sectores del agronegocio se pusieron en pie de conflicto, pero la medida no afecta a quienes cultivan la oleaginosa. El rol de las grandes exportadoras y, con los precios internacionales en alza, la posibilidad de aumentar las retenciones a los grandes productores.
A desenganchar
Resulta evidente que el rubro que genera nuestras mayores ventas al exterior tiene que ver con la disponibilidad de divisas en un país con un frente externo frágil. Sin embargo, también resulta claro, por el tenor de las discusiones, que hay un generalizado desconocimiento de las relaciones causa efecto, o de los principales actores del sector, tal vez como producto de una cultura ciudadana que se aleja cada segundo un poco más del contacto con el hábitat rural.
Retenciones bajo la lupa
Cátedra Libre "Ing. Horacio Giberti | Eduardo Azcuy Ameghino es el director del CIEA (Centro Interdisciplinario de Estudios Agrarios) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Ese centro ya tiene más de 20 años y por definición fue creado con el objetivo de contribuir al estudio y la investigación del sistema agroindustrial argentino desde una perspectiva “interdisciplinaria, científica, democrática y pluralista”. Por eso sus miradas hacen tanto ruido a veces entre los habitantes de un sector demasiado acostumbrado a hablarse a si mismo.
Bichos de Campo consultó a Azcuy Ameghino sobre uno de los temas más conflictivos de la política agropecuaria: las retenciones.
Desdolarizar para crecer y distribuir
Las graves condiciones en que la Alianza Cambiemos dejó a la economía nacional, tuvieron como causa fundamental el financiamiento con deuda externa del déficit fiscal y la liberalización del movimiento de capitales con el exterior. El crecimiento de la fuga de capitales y del endeudamiento externo, causados por la restauración de los pilares de un régimen de valorización financiera culminaron con el inédito e irregular endeudamiento con el FMI.
Las retenciones… (de vuelta la burra al trigo)
Las retenciones siempre -siempre es siempre- las paga el productor, cualquiera sea su tamaño, si no están segmentadas, todos/as las pagan por igual. Estas se calculan: precio internacional, menos retenciones y se le liquida al productor “lo que queda” y a la AFIP se le deposita, lo que se inmoviliza en concepto de retenciones.