"La idea es pensar la región desde Argentina"

Desde hace casi una década un fastasma amigable recorre latinoamérica: la integración regional. Con el rechazo al ALCA de 2005 como mojón pero con una agenda mucho más rica y compleja, en un mundo que va de crisis en crisis, Mercosur y Unasur viven los avatares de una convivencia al mismo tiempo deseada y necesaria. La aparición reciente de Integración o dependencia. Diez tesis sobre el presente de América latina, nos pareció una buena oportunidad para charlar sobre estos temas con sus autores Emiliano Flores, Emanuel Damoni y Federico Vázquez (habitual columnista del suple, además) tres de las mentes más lúcidas de esta generación.

¿Cómo surge Integración o dependencia?

La formación constitucional argentina

En tiempos próximos, Editorial Docencia publicará las “Obras Selectas de Arturo E. Sampay". En esta ocasión presentamos “Palabras Liminares” por Francisco Cholvis.

Al comenzar estas “Palabras Liminares” respecto a la obra de Arturo E. Sampay “Las Constituciones de la Argentina. 1810-1972”, y para ceñir plenamente su pensamiento en este tema, es necesario acudir a su advertencia inicial cuando expresaba que “para comprender la evolución constitucional de un país -en el caso, la Argentina- hay que tener una idea clara de Constitución” . Abarcar su esencia nos permitirá poder apreciar la trascendencia y vigencia de su pensamiento y nos ofrecerá un sólido fundamento conceptual frente a nuestra realidad contemporánea.

En otro tomo de esta colección , expusimos la idea de Constitución que sostenía Sampay y que nos brinda en distintas obras de su autoría y clases magistrales; lo cual, ciertamente, tenía la sólida base de su alta concepción de la Ciencia Política como “ciencia de la justicia”.

Ciudades rebeldes: el último libro de David Harvey

La creciente urbanización del globo es motivo de frecuente debate y preocupación, lo cual resulta irónico, pues rara vez ha habido una época menos preocupada por cómo crear ciudad como polis positiva, activa, colectiva, en lugar de un hormiguero atomizado, accidental. Los pelmazos del libertarismo aclaman sin sentido crítico la expansión urbana descontrolada, la megavilla miseria o la megaciudad, dependiendo de la ocasión, y la izquierda ambientalista parece aterrada ante la ciudad y todo lo que implica. El geógrafo David Harvey, inglés de Kent que vive hoy en Baltimore [EE.UU.], ha sido durante mucho tiempo una excepción a ambos casos. Rebel Cities recoge artículos recientes de revistas como New Left Review y Socialist Register con recientes andanadas sobre la protesta urbana y tiene el tono ligeramente de despedida de una idea a la que le ha llegado su momento.

Los ensayos de este libro revisan ciertos juicios del marxismo de la vieja escuela a la vez que registran observaciones igualmente críticas sobre la joven izquierda "horizontalista" dominante, digamos, en el movimiento de "Occupation" ante [la catedral londinense de] San Pablo. Esa posición podría sonar fácilmente a acosada o rencorosa, y la prosa precisa, informativa y a veces chistosa de Harvey intenta evitar el enojo de sus camaradas contrincantes.

La juventud y los cambios en Chile

A 36º años del golpe de Estado genocida de 1976: “NUESTRA AMÉRICA SIGUE LUCHANDO” Desde Chile, las dirigentes estudiantiles y sociales, Camila Vallejo y Karol Cariola Oliva, visitaron el Centro Cultural de la Cooperación el 24 de marzo del corriente año.

A continuación, reproducimos ambas ponencias.

1° Parte - Camila Vallejo

Martínez de Hoz y el otro 2 de abril

El viernes 2 de abril de 1976, José Alfredo Martínez de Hoz Cárcano tenía 50 años, varios campos, cuatro hijos, un título de abogado con medalla de honor, muchos fusiles de caza y alguna experiencia como funcionario. Se había estrenado como ministro de Economía tras el golpe de 1963, cuando los militares desalojaron a Arturo Frondizi y pusieron a José María Guido. Hasta el 29 de marzo de 1976 –cuando la Junta lo puso al frente del Palacio de Hacienda– Martínez de Hoz era presidente de Acindar, la siderúrgica más grande del país. Además era asesor del Chase Manhattan Bank. Pero llevaba meses trabajando para armar un gabinete y un plan económico: en agosto de 1975, los jefes de las tres armas –Jorge Rafael Videla, Emilio Massera y Ramón Agosti– se habían reunido con él y habían acordado que complotarían juntos.

Chile, Marx y los terremotos

Hace algunas semanas se conmemoraron dos años desde el segundo terremoto que he vivido. Mis padres recuerdan cuatro terremotos y mi abuela se murió poco después de su sexto gran episodio telúrico. Mi padre dice que el pánico fue lo que la echó a perder. Yo pienso que la vida de los chilenos es, en promedio, de cinco terremotos y que mi abuela andaba burlando a la geología con su biología.

Después de mi segundo terremoto –el último de mi abuela–, mi biología no cambió mucho más allá de un abultamiento del estrés, sin embargo, el país se movió políticamente aún más que los tres metros que se desplazó la ciudad de Concepción. La cosa fue más o menos así: un terremoto de 8,9º y un maremoto que la autoridad no supo anunciar se llevaron pueblos y vidas enteras. Luego vinieron el desabastecimiento, la falta de servicios básicos y lo que los medios chilenos llamaron “el terremoto social”, que en realidad no fue otra cosa que una crisis generalizada de la propiedad privada en un momento en que los cuerpos sintieron colectivamente la urgencia del hambre, el frío y el miedo.

Lanzamiento del frente nacional por la soberanía energética

PROYECTO DE RESOLUCIÓN

Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la Imprenta del Congreso de la Nación.

La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de la H .Cámara de Diputados de la Nación el lanzamiento del Frente Nacional por la Soberanía Energética que se realizará el día 29 de Febrero de 2012 en la ciudad Autónoma de Buenos Aires.

FUNDAMENTOS
Señor presidente:

El día miércoles 29 de Febrero del corriente año tendrá lugar el lanzamiento del Frente Nacional por la Soberanía Energética, donde está previsto, en esa reunión inicial, elaborar un primer documento y desplegar un plan de trabajo.

El Frente Nacional por la Soberanía Energética se concibe como una especie de multisectorial, en virtud de ello, se realizan reuniones con diferentes sectores; con el objetivo de conformar un frente similar en cada provincia y posteriormente iniciar una consulta popular, para traccionar desde los sectores populares la política que signifique recuperar la soberanía energética.

Asimismo, integran el Frente, la CTA de Hugo Yasky, Nuevo Encuentro, el Frente Transversal, el Movimiento Evita, el Partido Comunista, el Frente Grande, el Partido Solidario, Carta Abierta y algunas agrupaciones estudiantiles.

Sin perjuicio de que la convocatoria se encuentra abierta, la idea inicial es incorporar a todas las organizaciones que se reunieron en noviembre del año pasado en la ciudad de Mar del Plata para recordar el rechazo al ALCA en la cumbre del año 2005.

En el marco del proyecto nacional y popular con desarrollo económico e industrial con inclusión social e integración regional, ese desarrollo económico implica la utilización de energía y la necesidad de prever como obtener ese insumo estratégico, por lo tanto se puede asumir una conducta -no censurable- de denunciar el hecho u observarlo de manera

pasiva ó también, se puede, como los integrantes del Frente, reforzar la necesidad de constituir un espacio del campo popular que promueva y ejecute acciones políticas que respondan a estos tiempos que atravesamos y que sean bisagras de la coyuntura.

Asimismo, si indagamos en el pasado, existen antecedentes históricos respecto de este tipo de colectivos, donde, la preocupación de los trabajadores sobre la cuestión energética se manifestó muchas veces en la historia reciente de la región y de la Argentina. En el año 2000, la Central Única de Trabajadores de la República Federativa Brasil defendió con paros y movilizaciones contra la privatización de la eléctrica integrada de Minas Gerais. En la República de Bolivia, la articulación entre los trabajadores, pueblos originarios y campesinos concluyó en la estatización de la industria gasífera por parte del presidente Evo Morales en el año 2005. El hermano pueblo uruguayo, en el año 2003, votó en contra de la privatización de la petrolera Ancap, en un referéndum promovido por la central sindical PIT-CNT. En nuestra patria, la República Argentina, las puebladas de Mosconi y Tartagal en el año 1991 contra la privatización de YPF y los despidos masivos, abrieron un período de fuerte conflicto social en la década del '90. Allí se inauguró el piquete como método de protesta. Al decir de uno de sus principales propulsores, Hugo Yasky "el modelo de la privatización era el modelo que importaba valor agregado y vendía materia prima. Ese viejo modelo entró en crisis. Es la hora de discutir una salida a través de un debate público para superar el cuello de botella energético y devolverles a los argentinos un resorte estratégico para el desarrollo de un modelo productivo".

En este contexto, resulta auspicioso la conformación de este colectivo como un foro de ideas para trabajar la soberanía energética de cara al futuro, así como, la necesidad de desarrollar estos espacios es imperiosa, y con el franco deseo que conlleve un efecto multiplicador.

Concluyendo Sr. Presidente, es objetivo del frente analizar los distintos caminos posibles que llevan a la soberanía energética, por ello resulta imperioso definir las herramientas para lograrlo. El fin es recuperar la soberanía sobre los hidrocarburos y con eso romper el cuello de botella y avanzar en la construcción de un mapa productivo regional que permita avanzar desarrollando manufactura, industria, y empleos dignos.

Sr. Presidente, por los motivos expuestos, solicito a mis pares su acompañamiento para la aprobación de esta iniciativa.

La economía de terror

En memoria de Graciela Mellibovsky, economista detenida-desaparecida desde el 25/9/76
El plan económico de la dictadura estuvo bajo la conducción de José Alfredo Martínez de Hoz. La inspiración provino de un conjunto de empresarios. Estos todavía no expusieron su autocrítica.

Se sabe que memoria e historia a veces no se llevan bien, aunque ésta siempre necesita de aquélla. La memoria es emotiva y la historia, en cambio, suele ser “una operación puramente intelectual, laica, que exige un análisis y un discurso críticos” (Pierre Nora). Esas dos cosas se intentarán en estas líneas, a propósito de la “economía de terror” que los argentinos supieron instalar entre 1975 y la caída de la convertibilidad.

¿Por qué el ‘75 como origen? Por dos razones. El ensayo general y la descomposición político-social que aportó el Rodrigazo (junio/julio) desbrozaron, primero, el camino hacia marzo del ‘76. Los comparsas/mandantes de Celestino Rodrigo comenzaron entonces a aplicar su guión para el éxito personal y el fracaso social: el empresario Nicolás Catena (bodeguero cofundador del Cema en 1977); el lobbysta Ricardo Zinn (privatizador de YPF, ENTel y Somisa en los ‘90); y el economista Pedro Pou (ministro del “Proceso” y banquero central de Menem/Cavallo).

La segunda razón es más conocida: el plan económico del “Proceso” fue diseñado bajo la conducción de José Alfredo Martínez de Hoz entre marzo y septiembre de ese mismo año, mientras transcurría su propio “ensayo general”. Este plan maestro para el siguiente cuarto de siglo respondió a la inspiración de un conjunto de empresarios que bajo la sigla CEA (Consejo Empresario Argentino), “cortaría el bacalao” desde entonces en Argentina. Muy recientemente, con un mero cambio de letra el CEA fue reemplazado sin mayor bambolla por la AEA (Asociación de Empresarios Argentinos) y José Alfredo jubilado como eterno “presidente honorario” del viejo Consejo.

Los altos mandos militares golpistas aprobaron “formalmente”, en septiembre del ‘75, un plan económico que no elaboraron ni podían rechazar. Lo impusieron en una secuencia de hechos en la cual la ya exangüe violencia guerrillera –“autoderrotada” en el terreno político– fue utilizada para intentar legitimar el rediseño político, económico y social de nuestra sociedad mediante la administración del terror de Estado.

Al terror político-social le sucedió el económico, del cual aún no nos hemos desprendido. Un miedo cerval que fue cultivado con el auxilio de las nuevas usinas de ideas: Fundación Meditarránea y Cema, aparecidas precisamente en 1977 cuando nadie con pensamiento propio podía hablar fuerte en el país sin riesgo de desaparecer. Nacieron para auxiliar a la entonces solitaria Fiel, precursora desde principios de los ‘60 en la lucha “contra el comunismo y los zurdos de la Alianza para el Progreso (conducidos nada menos que por John F. Kennedy)”. Así quedó conformada la Santísima Trinidad de “nuestro” pensamiento económico. ¿Y los verdaderos mandantes en las acciones decisivas de siempre? Tras bambalinas, eternamente impunes.

Las Fuerzas Armadas vienen diciendo lo suyo acerca de nuestra tragedia; la Iglesia Católica intenta un parcial balbuceo; cada vez son más los “setentistas” (guerrilleros incluidos) que dicen lo propio; también algunos partidos, y muchas organizaciones sociales, culturales y de todo tipo. Estas últimas muestran un renovado vigor en nuestra sociedad civil, que permite alentar cierto optimismo. Resulta obvia, a esta altura, la pregunta final: ¿cuándo van a dar la cara –y contarán lo suyo– los empresarios del terror?

Por la Patria

El doble aniversario de hoy, 2 de abril, invita a persistir en memoria e historia. A 30 años del anuncio del programa que definió el rumbo económico-social del país y a 24 del anuncio de la aventura de Malvinas.

Las mismas palabras de José Alfredo Martínez de Hoz de 1976 fueron repetidas por Fortunato Galtieri en 1982: se ha tomado –se animaron a decir- “una decisión por la patria” que “no supone discriminaciones contra ninguna militancia cívica ni factor social alguno”.

El “programa del 2 de abril” supuso el inicio del segundo “ciclo largo de endeudamiento” de la Argentina, un período de sustancial estancamiento de la economía y retroceso de la sociedad. Dios sabrá hasta cuando (y hasta dónde) nos atará este ciclo de deuda. El primero se le debe a Bernardino Rivadavia y duró 123 años: hasta 1947, cuando el país canceló toda su deuda externa y proclamó una muy breve “independencia económica”. La clarinada de Malvinas terminó con el gobierno del “Proceso” pero ayudó a su sobrevida económico-social, al hundir a la mayor parte de los argentinos aún más hondo en un pozo de su historia.

Las huellas presentes del pasado - ¿Cuándo vienen?

Tenía poco más de dos años cuando irrumpió la dictadura cívico-militar genocida. Mi hermano había cumplido apenas un año 20 días antes. Mi papá, Carlos, hacía meses que no venía por casa: su nombre integraba una larga lista de “subversivos” buscados por las fuerzas represivas. Mi mamá, Mecha, trabajaba en el hospital, atendía nuestras demandas y esperaba noticias de su compañero. Ambos eran médicos y militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores. Ambos componen la nómina de 30 mil detenidos desaparecidos. No volvimos a saber nada de ellos.

¿Dónde está mi papá? ¿Cuándo viene? Mis preguntas debieron representar un peso insoportable para mi mamá. Desde marzo no se sabía nada de Carlos. Sólo llegaban versiones contradictorias que desalentaban cualquier esperanza y aumentaban la angustia que rodeaba el entorno familiar. El 7 de junio un grupo de tareas entró en la humilde casa en que vivíamos y secuestraron a Mecha y golpearon a mi tío y se burlaron de mi abuela.