Adolfo y el IADE y algo más
“Menciono todo esto (y callo tanto más), porque ahora que el IADE celebra su medio siglo de existencia, estoy seguro de que a mi padre le hubiera encantado estar presente en las festividades, preparando otro artículo, otra conferencia, otra tertulia, otros consejos, otras críticas. Pero no hubiera podido decir -porque era él tan reservado con sus emociones como yo las dilapido en forma pública- lo que ahora quisiera yo puntualizar: cuando el Instituto le dio a mi padre un espacio para pensar y escribir y aportar estaba estableciendo un modelo de trabajo patriótico e intelectual autónomo en tiempos difíciles. Y por eso su trabazón íntimo con el IADE fue tan fundamental. Acogieron a mi padre, recibieron su sabiduría y su sentido del humor y su deseo de dar todo y más que todo a la causa de la liberación de nuestros pueblos, y lo ayudaron a derrotar, en las últimas décadas de su vida, esa soledad que nació de ser digno y recto y correcto”.