El nuevo fracaso de la teoría del derrame
Con el arribo de Mauricio Macri a la Casa Rosada a fines de 2015 existió un “cambio” rotundo en las políticas de Estado. Este viraje estuvo dirigido a beneficiar a algunos sectores económicos por sobre otros, generando un nuevo esquema de ganadores y perdedores en la Argentina. En este informe se pretende identificar qué sectores de la actividad económica fueron beneficiados y qué sectores perjudicados durante el primer año de gestión de Mauricio Macri.
Ganaron, pero no derramaron
Las cuatro principales ramas “ganadoras” avanzaron 2,63 p. p. en la distribución del VAB. Entre los ganadores, se encuentra en primer lugar la agricultura, ganadería, caza y silvicultura que aumentó su participación en la economía 1,88 puntos porcentuales, posicionándose contundentemente por encima del resto de los sectores. En un segundo grupo de ganadores, se encuentran la intermediación financiera (con un incremento de 0,42 puntos porcentuales);electricidad, gas y agua (incremento de 0,18 puntos porcentuales) y la explotación de minas y canteras (incremento de 0,15 puntos porcentuales).
En la evolución del VAB estas cuatro ramas crecieron sensiblemente en la comparación interanual. Si el promedio fue de 38,57%, todas ellas superaron ampliamente este guarismo: agricultura, ganadería, caza y silvicultura, 75,33%, intermediación financiera, 52,80%, electricidad, gas y agua, 55,58% y explotación de minas y canteras, 43,78% (56,87% en promedio para las cuatro ramas). El avance de estas ramas no se produjo por un aumento de volumen físico, ya que sólo una de ellas (electricidad, gas y agua) tuvo un desempeño positivo en términos de producción física (2,38%). El resto cayeron sensiblemente: agricultura, ganadería, caza y silvicultura, 6,26%, intermediación financiera, 3,89%, y explotación de minas y canteras, 4,83% (3,15% en promedio para las cuatro ramas). El diferencial fue generado por la variación de precios que tuvo un desempeño excepcional: agricultura, ganadería, caza y silvicultura, 87,05%, intermediación financiera, 58,99%, electricidad, gas y agua, 51,96% y explotación de minas y canteras, 51,07% (62,27% en promedio para las cuatro ramas). Esta performance se encuentra íntimamente ligada al beneficio de la quita de retenciones, junto con la devaluación, la suba de tarifas y el aumento de la tasa de interés.
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