“Todos los procesos progresistas estamos en la mira”
Las masivas protestas de octubre contra Lenín Moreno cristalizaron una política de persecución judicial contra dirigentes del espacio Revolución Ciudadana liderado por el ex presidente, Rafael Correa.
Además de la ofensiva contra el propio Correa y la detención del vicepresidente, Jorge Glas, hay que destacar el exilio de Ricardo Patiño y Gabriela Rivadeneira y la detención de Paola Pabón, Virgilio Hernández, Yofre Poma y Christian González.
Tras su liberación durante la noche buena del 24 de diciembre y luego de 71 días en prisión, la prefecta de la provincia de Pichincha, Paola Pabón, dio una nota exclusiva a Resumen del Sur donde habló de la causa por rebelión que la mantuvo privada de su libertad, el rol de Rafael Correa en el armado electoral de Revolución Ciudadana de cara a los comicios de 2021, la situación de sus compañeros asilados en México y la situación regional luego de la victoria de Alberto Fernández en Argentina.
“No hay un solo elemento que pueda
sostener la denuncia por rebelión”
¿Cómo saliste de la prisión?
Nuestra pelea desde el momento en que fuimos detenidos era solicitar, tal como debe ser, siendo la prisión preventiva una medida de ultimo ratio, no se nos aplique y se nos dé una medida sustitutiva. Después de haber perdido 3 audiencias en donde solicitábamos este pedido, la jueza Pavlova Guerra permitió una sustitución de medida con prohibición de salida del país y un dispositivo electrónico que ahora tengo en el pie, que georreferencia mi ubicación.
Salí con la profunda convicción de mi inocencia, con la fortaleza que logré después de 71 días de estar detenida y de haber recibido el apoyo del pueblo de Pichincha. Salgo con la convicción de poder devolver ese cariño en mi ejercicio como prefecta.
¿Hay algún riesgo de que puedas volver a prisión?
Hemos hecho una valoración con los abogados actuando en derecho con una justicia independiente, con un principio que es fundamental, que es el principio de pro reo, yo no debería volver a la prisión. Nosotros estamos midiendo los tiempos jurídicos. El 12 de febrero culminan los 120 días de instrucción fiscal que la jueza otorgó para el proceso y en este tiempo se tendría que valorar si va a haber un llamamiento a juicio. Esperamos que se desvanezca el interés de mantener este proceso que no tiene ningún fundamento. Hemos hecho durante todos estos días varias diligencias donde no hay un solo elemento que pueda sostener la denuncia por rebelión. De todas maneras va a depender mucho de lo que se decida en esta audiencia y estamos dispuestos a insistir en nuestra inocencia y defendernos.
“Logramos sensibilizar a la
ciudadanía sobre el hecho de
que hay una voluntad política de
proscribir a la Revolución Ciudadana”
¿Qué crees que cambió en Ecuador después de la protestas que se iniciaron el 2 de octubre?
Después de los 71 días de detención logramos sensibilizar a la ciudadanía sobre el hecho de que hay una voluntad política de proscribir a la Revolución Ciudadana y eso, sin duda, es positivo porque cada vez es más difícil para quienes tienen interés de hacer de la judicialización de la política su instrumento para que reciban la condena de la ciudadanía. Ese creo que es uno de los elementos importantes que logramos en estos momentos duros y difíciles en lo personal para nuestras familias, pero creo que políticamente sirvieron para lograr este objetivo.
En segundo lugar, decirte que los temas desde octubre estuvieron paralizados. El día de ayer la CONAIE hizo un anuncio de varias paralizaciones y la situación en el Ecuador sigue bastante tensa, bastante compleja y es por eso que pedimos a los organismos internacionales que nos mantengan en la mira y hagan este acompañamiento, que es importante.
La sensación que nos quedó a los que seguimos los días de las protestas es que hubo una suerte de aval de las organizaciones indígenas para que haya una ofensiva contra el correísmo, ¿considerás eso?
Es una discusión que mantuvimos durante los días de las protestas. Para nadie es desconocido que los años del gobierno de la Revolución Ciudadana se tuvo un alejamiento con el sector indígena. Como lo dije los días de octubre, a nosotros no nos interesa adueñarnos de una protesta que fue espontánea y que movilizó a miles de ecuatorianos a las calles. Lo importante es entender cuáles son los enemigos, los enemigos reales, los enemigos del pueblo, quiénes son los que pretenden afectar a las grandes mayorías en beneficio de esos pequeños grupos de poder. Por eso te digo, lamentamos muchísimo que durante los días de nuestra prisión los movimientos sociales y las organizaciones del pueblo indígena no levantaron una bandera que debió haberse hecho de manera conjunta, que era parar la persecución. De hecho, recuerda que todos los procesados del movimiento indígena en temas judiciales fueron liberados, en algunos casos se reformuló cargos, pero todos salieron de la prisión.
Los únicos que quedamos presos fuimos Christian González, Virgilio Hernández, el asambleísta Yofre Poma, que sigue detenido, y quien te habla, que somos miembros de la Revolución Ciudadana. Entonces, eso evidencia y desnuda que hay intereses de proscribir políticamente a este espacio.
“Es evidente que tienen todo
el interés de proscribirnos
como organización política”
Pensando en las elecciones de 2021, ¿qué tan preparados están para afrontar un proceso electoral en estas condiciones?
Quiero comentarte un dato que pasó esta semana. Había un proceso abierto en el Consejo Nacional Electoral para Compromiso Social Revolución Ciudadana que es nuestra organización política. El Consejo Nacional Electoral no dio paso a estas denuncias y casualmente, un día después, la presidenta del Consejo ha sido llamada a un juicio político en la Asamblea Nacional. Es evidente que tienen todo el interés de proscribirnos como organización política.
Yo creo que tenemos excelentes condiciones, la gran preocupación de ellos es el liderazgo que tiene la revolución ciudadana con Rafael Correa a la cabeza, es lo que les mantiene preocupados. Nosotros seguimos organizados, seguimos haciendo el trabajo de base territorial y esa es la fortaleza que me permite decirte con absoluta certeza que tenemos excelentes condiciones para la disputa electoral de 2021.
“No está en mis planes ser
candidata a presidenta”
Y en esa disputa electoral hay quienes te nombran como posible candidata, ¿está en tus planes?
No esta en mis planes. Creo que mi compromiso, y mas aún habiendo recibido el cariño de Pichincha durante esta crisis, es mantener mi periodo. Yo quiero ser prefecta, mi mandato se vence en mayo de 2023 y ese es mi compromiso.
Tenemos excelentes cuadros, nosotros insistimos, haremos todos lo posible para que, independientemente de cómo se construyan las coaliciones, los binomios, es indispensable que Rafael Correa pueda estar en esa papeleta para el 2021, por lo tanto descarto cualquier tipo de pretensión hacia Carondelet, más bien mi compromiso es de ejercer la prefectura de Pichincha.
¿Y si te lo piden?
(Risas..) Yo creo que tenemos una tarea por construir. Nosotros seguimos insistiendo que una coalición de fuerzas progresistas es fundamental para derrotar los intereses de los grupos neoliberales en el país y creo que, mas allá de colocar nombres, lo importantes es que coloquemos los problemas del país y vayamos hacia esa coalición, como el distanciamiento con el movimiento indígena que acabas de mencionar, que en lo particular me preocupa muchísimo. Creo que hay que hacer un esfuerzo real de sentarnos y abrir el dialogo con todos los sectores progresistas.
“Hay un interés del FMI de
sostener una alianza muy
fuerte con el régimen de Moreno”
Volviendo a la situación actual, hace unas semanas el FMI felicitó al gobierno ecuatoriano por encarar un paquete de medidas. ¿Qué tanto pudo avanzar Lenín Moreno en la reforma de fondo?
Creo que hay que leer la región en su conjunto. Hay intereses que, tú sabes, se articulan a través del FMI, pero no podemos dejar de hablar de lo que ha pasado en el mes de octubre en la región. El triunfo importante de Argentina, el golpe de Estado en Bolivia, el rol que está jugando México durante estos procesos de retroceso en América Latina ha sido fundamental y el FMI, de cara al crédito entregado al Ecuador, no recibió ninguno de los compromisos que el régimen de Moreno se comprometió. Más bien, para que puedan hacer un cierre de este año volvió a entregar un crédito importante para que este fin de año y se puedan cumplir varios compromisos del Estado. Como decirte el pago de los décimos de los funcionarios públicos que, sin duda, esto dobla el presupuesto al cierre del año. Entonces, en vez de que el gobierno cumpla los compromisos, el FMI lo que hizo es entregar más recursos y oxigenar este cierre de año presupuestario en el Ecuador porque sino nuevamente el gobierno de Moreno iba a enfrentar una serie de movilizaciones y de reparos por parte de la ciudadanía y sobre todo de la función pública.
Hay un interés del FMI de sostener una alianza muy fuerte con el régimen de Moreno porque, ahí te hago una lectura de lo que pasa en la región, tiene mucha preocupación de lo que pasa en Argentina y de los comicios electorales que vaya a enfrentar Bolivia próximamente.
Lo que se ha visto en Bolivia es una fuerte incidencia de la OEA y Estados Unidos, ¿creen que puede suceder lo mismo en Ecuador?
No lo descarto. Tenemos que mirar hacia el pasado y saber lo que fue el golpe de Estado en Brasil contra Dilma (Rousseff), lo que significó después el retroceso económico, político y social con el apoyo a (Mauricio) Macri, todo el rol que jugaron para impedir el triunfo de Alberto y cristina. Creo que hay que leer lo que paso en Bolivia y saber que estamos enfrentando una hoja de ruta regional. Eso nos tiene que poner alertas sobre cómo enfrentemos nosotros el proceso electoral en el 2021.
Es indudable que hay movimientos en el Ecuador. El día de ayer renunció el embajador en Estados Unidos, eso también es un golpe para el régimen de Moreno y están buscando nombres y cuadros que puedan afianzar esta relación con estados Unidos.
¿Qué nivel de impacto tuvo en la gente la campaña de estigmatización hacia ustedes?
Yo creo que tenemos un factor preponderante en la sensibilización que se logró respecto del caso y la persecución en la ciudadanía y ese rol lo juegan los medios alternativos y las redes sociales. Las grandes empresas de comunicación jugaron un rol fundamental para desinformar y estigmatizar y tuvimos muchas dificultades para romper ese cerco mediático.
En lo personal creo que lo hemos logrado, yo siento que hay una mayor adhesión. En las calles la gente señala y dice ‘bueno, yo no voté por usted, no he votado nunca por la Revolución Ciudadana pero las injusticias no nos gustan, creemos que hay una persecución hacia ustedes’ y eso se evidenció durante los días posteriores a las jornadas de octubre, así que yo creo que es positivo.
Hemos logrado dar la vuelta, los negativos han disminuido de manera importante y eso da cuenta que el trabajo que se ha hecho en las redes sociales y medios alternativos ayudó muchísimo y también tengo que decir que el uso excesivo de todos los recursos que exhibieron por parte del estado. Imagínate, el día para poder lograr la libertad, que fue el 24 de diciembre, fueron más de 18 horas de audiencia con amenaza de bomba al edificio de la adjudicatura donde se llevaba la audiencia. El interés de la fiscalía de no llevar adelante la audicencia, tuvieron que inventar argucias ridículas como que se habían olvidado el expediente, pedían que la audiencia se suspenda.
Creo que también ayudo mucho que la fiscalía se vio obligada a reformular cargos. Inicialmente había dicho que tenía pruebas contundente contra Christian González, Virgilio Hernández y Paola Pabón y como lo único que tienen son dos tweets se vieron en la obligación de reformular cargos. Eso también fue leído por quienes ejercen el derecho, hacen la opinión pública en estos temas, que evidencian que la fiscalía no tiene caso.
“Hay una hoja de ruta regional
y todos los procesos progresistas
estamos en la mira”
Alberto Fernandez y Cristina Kirchner salieron fuertemente a denunciar lo que estaba ocurriendo en Ecuador. ¿Qué rol creés que puede tener Alberto Fernández y el gobierno de México en la región?
Quiero expresar mi agradecimiento público al presidente Alberto Fernandez, a la vicepresidenta Cristina (Fernández), a Axel (Kicillof) que nos une una gran amistad y muchísimo cariño. Sus expresiones públicas, sin duda, patearon el tablero y permitió recibir apoyos de otros sectores importantes de América Latina, como ex presidentes como Dilma, (Fernando) Lugo, que pudieron hacerlo y también de dirigentes sociales como el apoyo de Milagro Sala que fue fundamental. Esta lucha en conjunto evidencia dos cosas: primero, que hay una hoja de ruta regional y que todos los países y procesos progresistas estamos en la mira; y segundo, que no estamos solos, que lo estamos enfrentando en colectivo.
Para responder tu pregunta sobre el rol del gobierno de Alberto Fernández, sin duda es determinante y con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador equiparamos una fuerza dentro de la región que nos permite tener una voz con mucha autoridad política, pero con mucha autoridad ética. Quiero comentarte que una de las luces que recibimos en el caso Hernández, González y Pabón fue la medida que otorgó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), las medidas cautelares, y ese es un trabajo que obligó un despliegue diplomático importante de México y Argentina.
Resumen del Sur - 10 de enero de 2020