No olvidamos que bajo ese régimen de represión sistemática, cuyo eje fue el secuestro y la desaparición forzada de personas, el ministro de Economía Martínez de Hoz iniciaba el modelo de concentración y extranjerización de la economía que rigió los destinos del país durante casi 30 años. 

Sus consecuencias, devastación industrial, aumento de la pobreza y el desempleo, pérdida de miles de empresas, en particular pequeñas y medianas. Una de las primeras medidas del gobierno militar fue la CGE, entidad que nucleaba al “empresariado nacional” y que había respaldado el proyecto de José Ber Gelbard por una Argentina con independencia económica, desarrollada y con una más equitativa distribución del ingreso. En la década del 90 las privatizaciones y la convertibilidad terminaron de destruir lo que quedaba del Estado de Bienestar y la industria local.  

Tras la implosión de ese modelo, durante un periodo de doce años se puso en marcha un proyecto de crecimiento autónomo y desendeudamiento. Pero a fines de 2015 un nuevo régimen de restauración neoliberal embistió con los avances realizados. Se utilizó el poder mediático en connivencia con sectores judiciales y de inteligencia para legitimar brutales alteraciones del orden institucional e imponer otra vez las importaciones indiscriminadas, la devastación industrial, la devaluación brusca y la especulación sin freno. Las pérdidas se socializaron mediante un impagable endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional que se utilizó para fugar divisas. La crisis fue inevitable.

Hoy, tras el daño causado por un nuevo fracaso neoliberal y los efectos de la pandemia, iniciamos un camino de recuperación productiva. En el marco de un acuerdo de refinanciación con el FMI que posibilita no caer en los tradicionales ajustes regresivos, estamos ante la oportunidad de establecer nuevos objetivos de industrialización, fortalecimiento del mercado interno y desarrollo con equidad social. 

Es imposible soslayar que los grandes grupos concentrados, en gran parte extranjeros, continúan despreciando toda regulación y buscan imponer sus condicionamientos. Continúan siendo, en su composición, esencialmente los mismos que se beneficiaron con la dictadura y extorsionaron a los gobiernos que intentaron ponerles un límite racional en nombre del bien común. G6, SRA, UIA, Techint, Pérez Companc, Arcor, Molinos… Continúan ejerciendo, de distintos modos, el terror económico, toda vez que abusan de su posición dominante en los mercados y amenazan al gobierno democrático con lock out y desabastecimiento mientras multiplican sus ganancias de modo exponencial en medio de una guerra.

Desde APYME llamamos a ejercer la Memoria, a establecer la Verdad y a aplicar la Justicia para que nunca más en nombre de la “libertad” económica y el "eficientismo" se emprenda una fenomenal transferencia de ingresos hacia los grandes exportadores monopólicos y las finanzas,  despojando al país de sus recursos estratégicos, quitando el trabajo a las Pymes y condenando a millones de habitantes a la pobreza y la exclusión social. 

Convocamos en este día convocamos a participar de las manifestaciones a lo largo de todo el país en apoyo a las políticas de la memoria, las luchas de los organismos de Derechos Humanos y el juicio y castigo a todos los responsables de la represión ilegal y los crímenes de lesa humanidad, así como a los cómplices civiles que se beneficiaron de la acción genocida.  

La entidad recuerda al querido dirigente jujeño Hugo Condorí, quien fue el principal testigo en el juicio contra Ledesma y como tal perseguido junto con su familia, aun en democracia.

También debe recordarse que la apropiación de Papel prensa por parte de Clarín y La Nación está en la base de la concentración mediática actual, que sigue actuando políticamente contra los proyectos nacionales y redistributivos. Asimismo, sigue vigente en esencia la Ley de Entidades financieras de Martínez de Hoz, cuya derogación y cambio por una ley al servicio de la producción y el trabajo nacional es una deuda de la democracia.

La dirigencia de la APYME continuará impulsando, junto con las demás representaciones Pymes, trabajadores, cooperativas y organizaciones sociales, políticas de Estado activas y un proyecto nacional de desarrollo autónomo que nos permita soñar con un futuro de soberanía, solidaridad y dignidad para el país y la región.

 
^{ASAMBLEA DE PEQUEÑOS Y MEDIANOS EMPRESARIOS (APYME) - 23 de marzo de 2022}