Economía, política y algunos apuntes para el cambio
La necesidad de elaborar un paradigma para repensar la situación mundial y una alternativa política que lo exprese son algunas de las conclusiones que atravesaron los talleres y debates que se sucedieron entre el jueves y el sábado durante el VI Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos organizado por la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo y el Centro de Estudios Económicos y Monitoreo de Políticas Públicas (Cemop). Lejos de la rigidez académica, pero no exenta de rigor, la ocasión alentó un trabajo colectivo que abarcó temas como los sistemas de salud y educación, la problemática del campesinado, la vivienda social, el uso del espacio público, el sistema financiero, la soberanía alimentaria y los recursos naturales, por nombrar algunas de las cuestiones abordadas por investigadores locales y extranjeros, entre los que se destacaron el brasileño Theotonio dos Santos, el paquistaní Anwar Shaikh, el británico David Harvey y el francés Pierre Salama.
Entre paréntesis. “Hay una crisis muy profunda. Ya no es posible analizar la situación global desde las economías nacionales; ni siquiera con la teoría clásica que describe el comercio internacional bajo la óptica de las ventajas comparativas”, reflexionó Dos Santos en diálogo con Miradas al Sur. El economista, uno de los principales aportantes junto a Ruy Mauro Marini y Vania Bambirra a la teoría marxista de la dependencia, aprovechó para subrayar lo radical de su visión: “Los keynesianos desconocen el contenido de clase de un Estado capitalista que está al servicio de los monopolios, y de esa derivación que es el capitalismo financiero”.
Su enfoque, desarrollado en clásicos como La crisis norteamericana y América latina (1971), o Imperialismo y dependencia (1978), subraya que el proceso de integración internacional que surgió de la Segunda Guerra Mundial se basó en una fuerte dependencia industrial y tecnológica de la periferia. “En ese proceso, a los capitales locales sólo les quedó desnacionalizarse mediante una asociación minoritaria con el capital extranjero. Hay una universalidad en estos procesos que no se puede ignorar”, advirtió Dos Santos. Su propuesta pasa por practicar una suerte de reducción sociológica que ponga entre paréntesis las categorías heredadas del centro.
“Tenemos un clase dominante-dominada. Dominada porque organiza la estructura social. Y dominada porque lo hace en función de los intereses de los países centrales. Su objetivo fue y es generar excedentes que alimenten la economía central mediante la sobreexplotación de los trabajadores”, recordó el brasileño. Según su visión, los procesos sociales y políticos que se dispararon con la crisis global guardan “ciertas similitudes” con la emergencia de nuevos actores que se dio en las décadas del ’50 y el ’60.
“Este proceso es parte de una reminiscencia que procura rescatar la experiencia de los movimientos descolonizadores. Los movimientos campesinos, por ejemplo, proponen una visión diferente que debe ser institucionalizada”, enfatizó. De cara al futuro, Dos Santos señaló que la dependencia que se expresa en la división internacional estaría en crisis. De allí que se abriría un potencial de transformación. “Nos encaminamos a un mundo mucho más flexible, con estructuras más diferenciadas. Las articulaciones regionales están gestando un aparato económico y político nuevo”, señaló. En ese contexto, Unasur representaría un intento de alcanzar una visión regional más coherente.
¿Es la dependencia una categoría necesaria del capitalismo? “Hay una determinación histórica muy fuerte; diría que muy necesaria para sostener el sistema. Puede ser que el desarrollo supere esa necesidad. Los cambios que se registran son tan radicales que muchas veces escapan al control del capital. Estados Unidos se propone como identidad de libertad y democracia. Un atrevimiento muy grande. Sin embargo, hay algo que está pidiendo que se sostenga un proyecto de gran dimensión. Las condiciones están. El problema es político”, reflexionó Dos Santos.
Otra voz, otra mirada
¿Dónde está el centro?
Hay dos crisis. La del sistema financiero, que se inició hace unos cuatro años, y una segunda, en la zona del euro, que se alimenta de la primera y ante la cual la única respuesta que encuentran los gobiernos es de carácter fiscal”, dijo el economista francés Pierre Salama durante una breve charla que mantuvo con Miradas al Sur. Su visión subraya que los ajustes que se están dando en Europa sólo harán que la región se precipite hacia una recesión cada vez más profunda. “La única salida es política, y esto dependerá de la posibilidad de éxito que tengan los movimientos sociales para oponerse Bruselas y el FMI proponen entonces un plan de recesión y política de ajuste. Francia atraviesa hoy una política de ajuste liberal de izquierda”, advierte Salama, profesor de la Universidad París IX.
–¿Se puede ser optimista?
–Soy optimista. Los movimientos sociales que se registran en Europa pueden constituirse en fuerzas políticas que impulsen un cambio a favor de los trabajadores. Sin embargo, hay un riesgo: que la ultraderecha capitalice el descontento social. La solución es política y regional.
–¿Cómo analiza la situación de América latina?
–El crecimiento que registraron algunos países es consecuencia de las políticas keynesianas que adoptaron. Hoy, el desafío no viene de Estados Unidos, sino de China. Una crisis estructural significa, necesariamente, un cambio en las reglas del juego. ¿Qué va a hacer América latina? ¿En lugar de venderle materias primas a Europa y Estados Unidos se las venderá a China? Se trataría de cambiar el centro, pero seguir siendo periferia.
–¿Qué vigencia tiene el esquema centro-periferia?
–La teoría de la dependencia en su vertiente marxista fue muy buena, explicaba muy bien lo que ocurría en el mundo entre las décadas del ’60 y ’80. Hoy, estamos frente a otro mundo. En mi opinión debemos abandonar el concepto de centro y periferia. ¿Dónde está el centro…? ¿Dónde la periferia….? Debemos construir nuevos conceptos, porque las formas de dominación han cambiado.
Miradas al Sur - 7 de octubre de 2012