José de Mendiguren: "Soy optimista, pero hay cosas por corregir"
"Viernes, nueve de la noche, Cavallo anuncia el corralito. Empezamos la entrevista, me sonaban los teléfonos, ¡imaginate el quilombo! Entonces tuvimos que levantarla y seguirla una semana después. Ahí ella hace el perfil mío: «Mendiguren, un joven tan activo como Cavallo, pero del otro lado». El título de ese artículo fue: «De ésta no se sale con pechos fríos». Estalló la crisis. Yo en el gobierno, aquel gobierno de unidad nacional, en el medio del que se vayan todos. Mis amigos me decían: «¿La gente quiere que se vayan y vos vas a entrar? ¡Vas a contramano!»."
-(...)
-A mí el que me habló [de asumir en el Ministerio de Producción] es Alfonsín. Ese día había renunciado Rodríguez Saá, una sensación de abismo horrorosa. Los muertos, los teléfonos públicos rotos, todo incendiado, un desastre. Entonces me llama Alfonsín, y me dice: "Mendiguren, mañana se va a armar un gobierno de unidad nacional, la Asamblea Legislativa lo va a nombrar a Duhalde como presidente". Entonces le digo: "Don Raúl, ¿cómo es esto?" Me dice: "Mire, Mendiguren, para enfrentar la peor crisis que recuerda el país, tenemos el menor poder político para hacerlo". Ya estaba decretado el peor default de la historia de la humanidad. Circulaban 18 monedas en la Argentina. Le digo: "Don Raúl, ¿posibilidad de éxito?". Se encoge de hombros y me dice: "6 o 7%" [entra la secretaria con una fotocopia que él mando a pedir de aquella nota de Viau].
-¿Por qué cree que me está hablando de todo esto?
-[Sorprendido, piensa] Porque creo que también estamos en un momento bisagra. Aquélla fue una crisis importante, había que jugarse.
-Pero usted piensa que.
-[Interrumpe mostrando un gráfico económico] Ésta es la economía argentina destrozándose hasta la crisis. Tomamos nosotros el gobierno acá. A partir de febrero, deja de caer. En marzo hace esto [señala la subida]. Todo esto es 2002. Yo te pregunto: crisis inédita. Y pegaste esta salida [muestra el repunte]. Ahora fijate lo que es la Argentina: en vez de ir a buscar las causas de cómo se llegó ahí, ¡nos juzgaban a nosotros!
-Insisto. ¿Por qué le parece que llegó hasta acá en la charla?
-[Inspira profundo] Quiero cuidar todo lo que se hizo.
-¿Pero a usted la situación le parece comparable a.?
-No, yo no creo que sea comparable. Soy optimista, pero siento que hay cosas por corregir. En vez de haber aprendido de aquella crisis, veo que hay errores que se repiten. Porque ningún proceso es lineal.
-¿Entonces?
A lo mejor yo estoy terminando este período, vos te sentaste acá, y yo me acordé de 2001. ¿Qué quiero dejar ahora? Una reflexión: ¡aprendamos de aquella crisis!, ¡no nos repitamos! No es blanco o negro. No llevemos el péndulo para el otro extremo.
-Acaba de dar su mensaje el "papa emérito de la UIA". ¿Pero lo dio con la misma claridad antes?
-Yo estoy muy satisfecho. En estos años, esta entidad logró mantener una relación [con el Gobierno]...
-Eso se lo reconocen: el puente entre el Gobierno y la UIA, roto por la desconfianza del Gobierno, lo reconstruyó usted.
-¡Sí, pero diciéndoles todo lo que tenía que decir! ¡Todo! Mirá [saca una tablet donde guarda los artículos periodísticos en donde él marcó sus diferencias con el Gobierno].
-¿A quién tiene que demostrarle que se opuso un poco?
-Yo creo que mi función es tratar de convencer, no de confrontar. Además, ¿quién tiene que adaptarse al otro? ¿El que obtuvo el 54% de los votos? ¿O el presidente de la UIA? Ésa, a veces, es mi diferencia con otras entidades que creían que tenían que imponerle la agenda al Gobierno.
-¿Está más industrializada la Argentina que hace diez años?
-¡108% de crecimiento! ¡Duplicamos la industria!
-¿Y por qué su cara no acompaña la alegría de esos datos?
-Yo soy desarrollista, voy por más. A mí lo que me gustaría es que todos los años de crecimiento nos encuentren con mucha más integración de las cadenas de valores. Con un proceso más consolidado.
-Mire esta foto [él le susurra algo al oído a Cristina].
-Yo creo que es una persona inteligentísima, con gran capacidad de captar y escuchar. Después, si lo puede implementar, es otra historia.
-Si pudiéramos ponerle globitos de diálogo a la foto, ¿qué le diría?
-Le diría: "Serenémonos. No hace falta confrontar. Cuando uno quiere un proyecto de desarrollo, requiere la unidad del campo nacional". Y le diría: "Cristina, uninos".
-Mire esta foto. [Él, junto a Duhalde]. Si uno fuera malo, podría ponerle un título: "Devaluando codo a codo, somos mucho más que dos".
-¿Puede alguien serio decir que alguien, personalmente, devaluó la Argentina? ¡La convertibilidad explotó! ¿Cómo alguien puede pensar que yo produje una devaluación? De la explosión que era la convertibilidad, que era un tipo de cambio fijo, ¿cómo salías? Devaluando. Pero no vos, ni yo, ni el Papa: la situación. Nos tocó administrar esa explosión. En ese contexto de pánico, ¿cuánto valía un dólar? Lo mismo que un bote al lado del Titanic. ¿Cuánto vale un bote al lado del Titanic que se hunde? Infinito. Lo que pidan.
-Hablando de Roma, ¿cuántos pesos le gustaría hoy tener que juntar para que le den este billete de un dólar?
-¿Qué dólar? ¿El comercial, el turístico, el blue? Lo que yo creo es que, atrás de un plan coherente donde la gente se serene, va a haber un solo valor del dólar. Hoy lo que está sucediendo es que nadie entiende cuál es el valor. Pero, ¿sabés cuál fue el veneno de este país en estos 200 años?
-Se escapa del tema. ¿Le da miedo hablar del dólar?
-[Casi suplicante] Pero a mí no me pidas. [Sonríe] Si opino parecería que me prendo con aquellos que creen que la solución es devaluar. Y yo no creo. Creo que es un disparate.
-Usted largó la sesión hablando de 2001, aunque aclaró que no son circunstancias distintas. Pero es indudable que alguna inquietud tiene. Por eso vamos a simular que diseñamos una herramienta para desenredar esta madeja. ¿Cuál es?
-¡Ésa me gusta! Primero, nada es mágico. Es laburo. Yo charlé de esto con la Presidenta, del tema «la competitividad». Hoy el 10% de la carga trasportada en la Argentina es por tren. Bajar una tonelada de cereal de Salta al puerto cuesta 2 veces más que del puerto a Turquía. ¿Cómo lo arreglás? ¿Devaluando? ¿O mejorando la logística? Hoy en la Argentina tenés 23 jurisdicciones tributarias. Seguí sumando: logística, trasporte, sistema tributario, energía, lo laboral. Cuando juntás esos pedacitos, encontrás que te quedaste fuera de la competitividad. Tenés que poner a alguien que monitoreé todo. No que vea los azulejos, que mire la pared.
-(...)
-Cuando no se arregló, piden la magia: devaluemos. O pidamos plata afuera, endeudémonos, en vez de atacar el problema. ¡Entonces basta de esta trampa!
-Se viene su reemplazo en la UIA. ¿Ya definieron quién es?
-No.
-A ver esta foto [José Urtubey, hermano del gobernador de Salta, que expresó con firmeza su alineación al Gobierno].
-Un tipo joven José, eso nos viene bárbaro. La única observación, en lo personal [baja la voz] es su vinculación, ¿no? Quedamos en una interna del PJ. Con la "re-re", la no "re-re".
-Uno se pregunta cómo hará José Urtubey, si es elegido presidente de la UIA, para decirle que no a la jefa de su hermano.
-Bueno, no lo voy a negar, es lo que se preguntan muchos.
-Porque vamos a decirlo crudamente. El miedo es que el Gobierno se trague a la UIA.
-[Empieza a mover una pierna] Vamos a hacer lo imposible para que no sea así. Quedate tranquilo.
-Yo estoy tranquilo. El que se tiene que quedar tranquilo es usted.
-[Inquieto] No, no lo veo. Y creo que José [Urtubey] va a dar las respuestas que correspondan.
-¿Me permite señalarle que se puso nervioso?
?Quiero mucho a esta institución. Si algo me pareció que no fue prudente, de la Celeste y Blanca, es instalar en los medios esto antes de tener la charla interna.
-También había una versión de que el Gobierno vería con buenos ojos que usted continúe. ¿Se podría reformar la Constitución de la UIA para su propia "re-re"?
?Yo tengo mucho ofrecimiento interno de la otra lista. Pero creo que si tenemos acuerdos, hay que cumplirlos. Tenemos que respetar la alternancia. ¿Qué ejemplo damos si no?
-Usted estuvo con Cristina en Roma en la asunción de Francisco. ¿Cree en serio que este clima de concordia la va a modificar?
-La verdad, tengo mucha esperanza. Yo siempre soy optimista.
-¿Dejamos acá?
La Nación - 30 de marzo de 2013