Las fábricas se convirtieron en ensambladoras
A tal punto, que si se suman lo que viajan el silicio que compra en California, la lana de Nueva Zelandia, las cajas para el envase de Indonesia; la pelota da dos veces la vuelta al mundo. Bienvenido a la revolución industrial del siglo XXI en la que las plantas se transforman en redes logísticas que ensamblan con piezas de distintos lugares, dice Jan Hoffmann de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
En el salón Marruecos de la ONU en Ginebra, Hoffmann asegura que es central el comercio de los bienes intermedios y que hay una nueva geografía con la integración regional. Según el experto, la creación de los contenedores en 1956, la explosión de las comunicaciones y la mejora de la infraestructura explican el fenómeno. En la UNCTAD han puesto el acento en ayudar a los países menos desarrollados a cumplir el acuerdo de facilitación de comercio que se acordó en la Isla de Bali y que impulsa la transparencia y que la mercadería no se detenga en las aduanas.
El argentino Alfredo Calcagno enfatiza que el 50% del comercio global es entre los países en desarrollo, impulsado por China. A su vez, Daniel Bertossa indica que el 40% de ese comercio se realiza entre las propias empresas.
Antonia Diakantoni, de la OMC, da ejemplos. La Nutella, del grupo italiano Ferrero, se termina de elaborar en diez localizaciones distintas. Ni hablar del Iphone que se integra con piezas de varios países asiáticos. No todos se quedan con la tajada del león: del precio promedio de US$ 500, Estados Unidos, que lo inventó, captura US$ 321.
Clarín - 20 de julio de 2014