Infamia
Afortunadamente las falacias de los malvados que con los peores objetivos afectan el honor de la gente se derrumban. No podría ser de otra manera. Con las falsedades aclaradas se caen también los mitos de la seriedad de algunos medios y la de cierto periodista de investigación al que algunos de sus colegas incluso advirtieron sobre la precariedad de la información que divulgaba. Y además se frustran los perversos objetivos de los que desnaturalizan la acción judicial dedicándose a formular denuncias penales después de leer los diarios, cerrando así el circuito de la infamia y la irresponsabilidad.
* Embajadora ante la OEA.
Página/12 - 11 de abril de 2015