Alta concentración, bajo empleo

Raúl Dellatorre
Los resultados para 2011 indican que se mantuvo la fuerte concentración en el núcleo de 500 grandes empresas, aunque las 50 primeras se relegaron en relación con el resto. Las primeras ocho crecen, pero reducen empleo. Más empleo por empresa en las menos concentradas.

Durante 2011, año en el que el PIB creció 8,9 por ciento, el grupo de las 500 empresas más grandes del país mantuvo una participación del 23,2 por ciento en el valor agregado en todo el país, según revelan los primeros resultados de la Encuesta Nacional a Grandes Empresas (ENGE) que realiza anualmente el Indec. Pero entre esas 500 empresas, la contribución de las primeras cuatro empresas al valor agregado de ese conglomerado descendió del 15,5 al 14,8 por ciento, mientras que la participación correspondiente a las 50 empresas más grandes (el 10 por ciento del conglomerado) se redujo del 55,1 al 52 por ciento entre 2010 y 2011. Ello estaría evidenciando que el grado de concentración de la economía no varía en la relación entre las 500 empresas más grandes y el resto, pero al mismo tiempo se estaría generando una leve disminución de la concentración al interior de ese núcleo de grandes empresas.

La frecuencia anual y el carácter de encuesta global sobre los principales indicadores empresarios no permite comparar los resultados con los que surgirían de un año como 2012, cuando la actividad económica tuvo una brusca desaceleración en la primera mitad y una paulatina recuperación hacia fin del período. En cambio, para el año 2011, se verifica que el valor bruto de la producción (facturación) de las 500 empresas más grandes aumentó el 29,7 por ciento respecto del año anterior y el valor agregado bruto (el aporte empresario por fuera de consumos intermedios) creció el 27,3 por ciento. En ese mismo período, el pago de salarios y contribuciones patronales a la seguridad social aumentó en torno del 40 por ciento y las utilidades empresarias, el 15,2 por ciento, siempre tomando como referencia los resultados de las 500 mayores empresas del país.

En cuanto a los resultados al interior del núcleo de grandes empresas, en materia de utilidades no se observa el mismo grado de desconcentración entre 2010 y 2011 que antes se señalara respecto del valor agregado. Las cuatro mayores empresas obtuvieron prácticamente la misma proporción de las utilidades totales del grupo de 500 en ambos años (pasaron del 16,2 al 16,6 por ciento, es decir una leve suba), en tanto que observando lo sucedido para las 100 primeras empresas del bloque de 500 se repite el mismo fenómeno (pasaron del 68,8 por ciento de las utilidades totales al 68,4: muy leve baja).

En lo que respecta a la cantidad de trabajadores empleados por las principales empresas en 2010 y 2011, se observa un comportamiento más expansivo en las “medianas grandes” que en las más concentradas. Las primeras ocho empresas redujeron, entre ambos años, el 7,1 por ciento su plantilla de trabajadores asalariados (pese a que sus utilidades aumentaron en el mismo período 17,8 por ciento). En cambio, al tomar las cien empresas más grandes se verifica que en ese mismo año los puestos de trabajo asalariado crecieron un 8,8 por ciento (con un incremento de las utilidades de ese núcleo del 14,5 por ciento). En cantidad de puestos de trabajo, mientras las ocho empresas mayores destruyeron 1800 empleos entre 2010 y 2011, las 92 que le siguen (por valor de producción) crearon 32.250 empleos.

También es interesante observar en este aglomerado de datos realizado por la encuesta del Indec que mayor valor de producción (empresas más concentradas) no es equivalente a planteles más numerosos. La cantidad media de trabajadores entre las ocho empresas más grandes era, en 2011, de 2931 asalariados por empresa. Para el conjunto de las 100 empresas más grandes, el promedio por firma resultaba de 3770 trabajadores.

Página/12 - 4 de enero de 2013

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