Ánimo inversor y proyectos frenados en las PyME. Situación actual y perspectivas

Observatorio PyME

Panorama general y perspectivas de inversión

En una economía cuya base productiva presenta fuertes divergencias por tamaño, en particular con una creciente brecha de productividad laboral entre las empresas de menor y mayor dimensión, la inversión se vuelve un factor aún más importante para impulsar aumentos de productividad, principalmente entre las firmas más pequeñas. Esta inversión puede constituir mejoras de gestión, procesos de certificación de calidad, diseño e ingeniería, infraestructura, transformación digital y tecnologías avanzadas, etc. (ver Convergencia productiva entre PyME y grandes empresas: Transformación digital, educación técnica y eficiencia energética en cada nivel territorial).

Asimismo, para llevar a cabo los proyectos de inversión se precisa financiamiento, condiciones económicas estables, suficiente demanda de los productos y servicios ofrecidos por las empresas inversoras, reglas de juego claras, etc. Sobre estos factores necesita trabajar el país para contar, en el futuro, con la inversión que permita un buen desempeño productivo y laboral, pero además una reducción de las asimetrías estructurales.

Desde octubre 2023 se ha observado una mayor confianza entre las PyME, aunque no necesariamente traducida en una mayor propensión a invertir. Tanto la confianza empresarial- ICEPyME- como el buen (o mal) momento para invertir son indicadores clave elaborados por FOP desde hace 20 años, a partir de los datos relevados en su sistemática Encuesta Coyuntural (ver Informe Coyuntural: Desempeño en 2023 y perspectivas). En el Gráfico 1 puede verse la evolución en los últimos años (hasta abril de 2024), para las PyME manufactureras como para sus pares de Software y servicios informáticos (SSI).

Si bien en SSI la propensión a invertir se ha más que duplicado entre octubre 2023 y abril 2024 (cuando la mejora de la confianza fue de un 40%), sólo alcanzó al 41% de las PyME del sector. En cambio, en la industria manufacturera la mayor confianza empresarial no ha tenido un correlato aún en una mejor perspectiva para la inversión en la coyuntura actual, con tan sólo 27% de las PyME (proporción similar a la de octubre y con una mejora de la confianza de 25%).

Adicionalmente, las perspectivas para el año relevadas en abril mostraron que 4 de cada 10 PyME manufactureras no invirtió ni invertirá en 2024, 1 de cada 10 aumentará sus inversiones y 1 de cada 10 las disminuirá (con respecto a 2023). El volumen de inversiones se reduciría en un 3% aproximadamente.

En cambio, entre las PyME de SSI sólo 1 de cada 10 no invertirá, 2 de cada 10 aumentarán y la mitad mantendrían las inversiones tal como en 2023. El volumen de inversión aumentaría en torno al 2-3%,

En el Gráfico 2 se presentan las estadísticas, % de empresas en el anillo, según evolución cualitativa esperada, y una estimación de la variación prevista para el año, en el centro del anillo.

Proyectos frenados: difusión y motivos

Consultadas durante el relevamiento de febrero, el 29% de las PyME manufactureras y el 19% de sus pares de SSI contaban con proyectos de inversión frenados para 2024 (estas últimas son también las empresas con mejores perspectivas de inversión, de acuerdo con “buen momento para invertir” analizado en la sección anterior).

La difusión de la problemática es relativamente pareja entre sectores manufactureros, aunque por tamaño, se observa que las industrias medianas (50-249 ocupados) la experimentan en mayor medida (36%) que las pequeñas (26%, empresas que emplean 10-49 personas).

Las estadísticas no se alejan del promedio histórico, así como los factores determinantes de tal situación son, en buena parte, estructurales. Véase el Gráfico 4.

El primer lugar entre las razones se lo lleva la incertidumbre macroeconómica, tanto en la industria manufacturera (80% de las PyME con proyectos frenados) comoen el sector de informática (90%). La previsibilidad es más que necesaria para afrontar los esfuerzos que conllevan las inversiones productivas.

Luego, aparecen la falta de capital propio o de terceros para financiarlos, así como los altos costos (particularmente en SSI, los costos laborales, afectando mayormente a las empresas que no se encuentran bajo el Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento) Ambas razones corresponden a un diagnóstico estructural, especialmente el pequeño y poco profundo mercado de financiamiento local.

Entre las PyME manufactureras, para al menos 4 de cada 10 empresas en condición de inversiones frenadas, la dificultad para importar (maquinaria y equipo, insumos, etc.) es un factor relevante que explica el freno a la inversión.

Adicionalmente, así como estos impedimentos tienen impacto en el desempeño y desarrollo de las PyME, lo tienen también en el nacimiento de nuevos emprendimientos y la consecuente creación de empleo. Para estos se requiere una inversión inicial que necesita ser financiada, que ante elevados costos desde el inicio la rentabilidad está socavada, y que tampoco cuentan hasta el momento con un entorno de negocios propicio (ver Informe Especial: Natalidad Empresarial y Desarrollo Productivo).

Proyectos frenados: efecto en empleo y exportaciones

La generación de empleo y la inserción internacional de las empresas se pueden ver morigeradas o, incluso, impedidas cuando las inversiones no se pueden llevar a cabo. Se trata de un freno al desarrollo económico.

En términos de empleo, dada la difusión disímil de la condición de proyectos frenados según tamaño de empresa y los trabajadores adicionales que respectivamente podrían contratar de ejecutarse esos proyectos, entonces, se generarían aproximadamente 16 mil nuevos empleos, Entre las PyME de SSI con proyectos frenados la incorporación prevista rondaría los 1,2 mil nuevos trabajadores si estas firmas pudieran llevarlos a cabo.

Con relación a la inserción internacional, el 55% de las PyME con proyectos frenados de SSI creen que podrían comenzar a exportar o aumentar sus exportaciones si pudieran llevarlos a cabo. Por el contrario, dada la relativa mayor orientación al mercado interno de la industria manufacturera, los proyectos de inversión frenados están mucho menos asociados a la posibilidad de exportar, como sucede en el 55% de estas PyME.

 

Fuente: Observatorio PyME - Julio 2024

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