Antes de fin de año entrarían entre 500 y 1000 millones de dólares por el swap con China
Ayer, el presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, se reunió en Basilea, Suiza, con el presidente del Banco del Pueblo Chino, Zhou Xiaochuan, para analizar los mecanismos para poner en marcha el swap, como se conoce a este tipo de operaciones en la jerga financiera.
El encuentro entre los dos funcionarios se dio en el marco de la reunión bimestral del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) que se realiza en aquella ciudad suiza. De esa reunión participan unos 50 presidentes de bancos centrales, que presentan por escrito informes sobre la situación financiera y monetaria de cada país.
Ante la llegada de divisas frescas, las autoridades argentinas podrán tomar dos caminos: convertirlas a dólares en los mercados de Hong Kong o Londres, o bien mantener una tenencia de yuanes como parte del paquete de monedas que componen las reservas internacionales del BCRA. Por ejemplo, en la región los bancos centrales de Chile y Bolivia han tomado esta última opción.
El Central ha celebrado canjes de este tipo con China desde 2009, pero ésta es la primera vez que lo ejecuta debido a las presiones que viene sufriendo el peso en un contexto de escasez de divisas de la economía. Como contrapartida, la autoridad monetaria argentina entregará pesos hasta que concrete la devolución.
La versión del swap que se ejecutará data de julio pasado. A diferencia de las anteriores, no incluye la cláusula de cross default. Es decir, no se pone fin al acuerdo si el país se mantiene en cesación de pagos o default, aunque éste sea "técnico" o "selectivo".
De esta forma, el swap de divisas se diferencia de los acuerdos de financiamiento firmados entre la Argentina y China que contemplan el otorgamiento de créditos de bancos orientales para financiar la construcción de dos represas hidroeléctricas en la provincia de Santa Cruz y la renovación de equipos para el ferrocarril Belgrano Cargas. En estos casos, los acuerdos establecen como condición para su concreción que la Argentina no esté en default y que tenga una relación estabilizada con el Fondo Monetario Internacional.
Según relataron fuentes cercanas al encuentro, Xiaochuan aprovechó la reunión con Fábrega para reiterar el apoyo a la posición de la Argentina en el litigio que mantiene con los fondos buitre ante la Justicia de Nueva York.
Al menos por el momento, las gestiones del presidente del BCRA en Suiza no incluyen la posibilidad de solicitarle al Banco de Basilea un préstamo para reforzar las reservas internacionales de la entidad, que vienen disminuyendo en las últimas semanas y quedaron el viernes en 28.392 millones de dólares.
La Nación - 8 de septiembre de 2014