Discurso de Evo Morales en la Asamblea de la OEA

Hermano Álvaro García Linera, Vicepresidente del Estado Plurinacional; hermano Miguel Insulza, Secretario General de la Organización de Estados Americanos; hermano Canciller de Bolivia, a todas y a todos cancilleres y representantes de los Estados de Abya Yala, ahora llamada América; a todo el equipo de trabajo del Secretario General de la OEA, a países observadores, a organismos internacionales; a todas las autoridades de la estructura del Estado Plurinacional, las embajadoras, embajadores, al Mando Militar, al Mando Policial; agregados militares, policiales; a los movimientos sociales del campo y de la ciudad, obreros, originarios, estudiantes (APLAUSOS), a todas las fuerzas sociales de Latinoamérica.

Bueno, primero, sorprendido por la gran visita de la comunidad internacional a esta 42 Asamblea Ordinaria de la Organización de Estados Americanos, bienvenidos a Tiquipaya, Cochabamba, Bolivia.

Quiero decirles brevemente que este evento es histórico e inédito, porque hace 33 años, 1979, en la primera Asamblea de la OEA en Bolivia, que por imposiciones externas y por obediencia interna le recibía y le despedía a la OEA con tanques, fusiles, mediante el golpe militar fascista que se produjo en aquellos tiempos. Ahora el pueblo boliviano, especialmente los movimientos sociales, les recibe con mucha alegría, fiesta y esperanza a este organismo internacional de América.