De las operaciones mediático/judiciales al TPP

 

Un sismo político sacude a la civilización occidental y expresa el malestar social en un presente dominado por el control del capital monopólico sobre todos los ámbitos de la vida social. Oleadas de convulsiones políticas desnudan la crisis de legitimidad institucional. Desde la elección presidencial en los Estados Unidos hasta la salida de Inglaterra de la Comunidad Europea, un populismo de distintos signos ideológicos agrieta a las instituciones republicanas en el primer mundo reclamando autonomía nacional, representación política y bienestar económico.

El verdadero culpable

 

El intento de contrarrestar políticamente la debacle de los principales indicadores sobre la evolución de la economía pasó a un estadio superior. Agotada la esperanza en el segundo semestre, con el fuerte límite establecido por la Corte Suprema a los aumentos indiscriminados de tarifas y la transferencia de 3000 mil millones de dólares a las gasíferas y frente al agotamiento de las permanentes denuncias de corrupción, el oficialismo parece haber pasado a la generación de un peligroso enrarecimiento del clima político.

Volver al mundo como deudor

Un nuevo ciclo de endeudamiento está en marcha a toda velocidad. En sus primeros seis meses de gestión, el Ministerio de Hacienda y Finanzas incrementó la deuda un 17 por ciento en dólares. De la mano del pago a los fondos buitre, la colocación de letras del Tesoro y el crédito de corto plazo solicitado por el Banco Central pasó de 160.000 a 187.000 millones de dólares. La magnitud del incremento en los pasivos externos del país es la más relevante para un período tan breve de tiempo desde 1994, marcando un quiebre con la etapa reciente de desendeudamiento.

Un modo de producción

Si hubiera que ponerle un cantito sería éste: “In-fla-ción/de los trabajadores/y al que no le guste/ ¡se jode, se jode!”. Lástima que el primer índice de la inflación específica de los trabajadores registrados no sea para cantar. Según el economista Mariano de Miguel, entre mayo de 2015 y mayo de 2016 el índice promedio de aumento de precios fue del 44,1 por ciento, con un leve descenso para los trabajadores de mayores ingresos, que soportaron un 40,9, y una gran elevación para los trabajadores en blanco de menores salarios, sobre los que cayó un 49,9 por ciento. Es decir que no solo cayeron los ingresos reales en conjunto sino que la desigualdad aumentó también por la forma asimétrica en que se descargó el famoso sinceramiento ordenado por el Ejecutivo.

Recalculando la gran recuperación

El primer semestre ya paso, el segundo no llegó y los analistas económicos del establishment corrieron sus fracasados análisis de fines de 2015 exactamente un año hacia adelante. Al parecer, luego de las “correcciones inevitables” realizadas en el primer semestre, inevitabilidad que indujo una verdadera crisis económica en tiempo record y provocó fuertes transferencias de recursos entre clases sociales, el nuevo consenso sostiene ahora que la gran recuperación ocurrirá otra vez en el segundo semestre, pero de 2017.

Estos analistas son casi los mismos que en los dos últimos meses de 2015 dijeron, junto con el nuevo gobierno, que los precios de todas las cosas ya estaban alineados con un dólar a 15 pesos.

CIENCIA Y TECNOLOGIA EN EL BICENTENARIO

El bicentenario de la declaración de la independencia encuentra a la Argentina en un momento complejo de su historia. Una restauración conservadora encabezada por el gobierno del Presidente Macri no sólo ha impuesto una serie de medidas políticas, económicas y sociales que retrotraen muchas conquistas populares a situaciones reinantes varias décadas atrás, sino que además pretende borrar toda huella de los valores de solidaridad, ampliación de derechos, movilización popular y dirección política de la economía que caracterizaron a los gobiernos del período 2003-2015.

Dar testimonio

El vergonzoso caso de José López podría hacernos vacilar: era un funcionario de alto nivel, encargado de las obras públicas, conocido por todos, y sobre todo por los que en toda la extensión del país trataron con él por la gran cantidad de construcciones que se realizaron. Repentinamente emerge desde una madeja de hechos sombríos que involucran dólares secretos en cantidad portentosa, en valijas prefiguradas por estruendosas denuncias anteriores, y sin poder justificar nada, emerge de madrugada de un convento suburbano encasquetado y con pechera policial, como un soldado atontado por las bombas que explotaron en su trinchera, capturado por las Huestes de la Verdad, luego condecoradas. La fuerte evidencia visual obligó al kirchnerismo a escribir cartas de repudio y a preguntarse sobre los alcances de la pegajosa palabra en juego: corrupción. A cuántos involucraba, si afectaba a todo el ciclo transcurrido, si un hecho brutalmente escandaloso relativizaba o anulaba convicciones efectos políticos, genuinas militancias.

Festival de bonos

El nuevo ciclo de endeudamiento externo público y privado comenzó con 26.710 millones de dólares en apenas tres meses. Se suman otros 5000 millones de dólares recibidos por el Banco Central en un préstamo de corto plazo, con una garantía de 10 mil millones en bonos públicos. Más otros 1489 millones en Letras del Tesoro a corto plazo. El saldo en un solo trimestre alcanzó los 33.199 millones de dólares. Ese monto seguirá aumentando en lo que queda del año. Esta semana habrá una nueva ronda de esas Letras en dólares a 3, 6 y 8 meses, y el plan del blanqueo de capitales de por lo menos 20 mil millones de dólares, según estimaron funcionarios de Hacienda y Finanzas, tiene previsto que una parte se canalice a través de la emisión de títulos públicos a tres y cinco años.

El inmenso esfuerzo social de cancelación neta de deuda iniciado con el pago al FMI, en enero de 2006, proceso que se extendió hasta el final del anterior gobierno, dejó el terreno despejado para que un gobierno conservador pudiera desplegar lo que mejor sabe hacer: endeudamiento gigantesco para maquillar el descalabro fiscal autoinfligido y para abordar la debilidad del sector externo por el déficit comercial y la constante fuga de capitales. Así fue durante la dictadura militar, en la década del noventa con la convertibilidad y ahora en el gobierno de Macri.