China ¿economía de mercado? Dilemas y riesgos de ese reconocimiento
Julio Sevares (Especial para sitio IADE-RE) | Un trabajo en donde se analiza en profundidad la decisión de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para aceptar a la economía de China como economía de mercado.
El 10 de diciembre pasado venció el plazo para que los miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Argentina incluida, decidieran si aceptan que la economía de China es de mercado.
Esta situación es la culminación de un proceso de negociaciones que comenzó en 2001, cuando el país asiático ingresó al organismo multilateral.
China sostiene que, en el lapso transcurrido, ha cumplido los requisitos comprometidos y que su economía es de mercado. Pero, como era de esperar la mayoría de los países, incluyendo los Estados Unidos y la Unión Europea, consideran que China sigue manteniendo subsidios, controles de precios, proteccionismo y condiciones preferenciales para empresas locales que no condicen con una economía de mercado. En consecuencia, no admiten conceder plenamente ese estatus, anunciaron que llevarán los casos conflictivos al tribunal de la OMC y se reservaron el derecho de utilizar un tercer país para evaluar si las importaciones provenientes de China tienen precios de dumping y, de ser así, imponer restricciones comerciales.
El gobierno argentino informó, en forma tangencial, para evitar confrontaciones, que seguiría el mismo camino.
China ha respondido a estas posiciones con amenazas más o menos veladas de represalias comerciales. En el caso de la Argentina, dependiente de los préstamos e inversiones provenientes del país asiático, estas medidas podrían complementarse con restricciones en esos flujos, lo cual expone, una vez más, la asimetría de la relación de los países periféricos con China y su vulnerabilidad ante las decisiones del mismo.
En términos de la economía internacional, el conflicto planteado puede agravar las dificultades del comercio y, por lo tanto, del crecimiento internacional, especialmente si las amenazas de proteccionismo de Donald Trump se concretan.
En este escenario, China tiene un gran poder de negociación, por el tamaño de su mercado y la dependencia de muchos países en relación con sus aportes de capital, pero también es vulnerable a una eventual reducción de la demanda internacional, debido a su ajustada situación en términos de crecimiento, valor de su moneda y solidez de su mercado financiero.