“Crean tensiones para su propio beneficio”

Federico Kucher
Empresarios y sindicalistas firmaron ayer un documento conjunto para apoyar el proyecto industrial que impulsa el gobierno nacional. “Los trabajadores industriales vamos a defender los logros de los últimos años, porque vuelven a surgir las voces del engaño, las voces de los ’90”, dijo Gerardo Martínez, de Uocra. Los puestos de trabajo, el poder de compra del salario, la inversión, la productividad de las fábricas y la incorporación de tecnología fueron los pilares para sostener el crecimiento de la última década. Para potenciarlos, el texto concluye que será central conservar la política de Estado, lo que permitirá superar las tensiones actuales y avanzar en el desarrollo del país.

Gremios y entidades empresarias prepararon, con la colaboración del economista Aldo Ferrer, el documento “El trabajo y la industria frente a los problemas actuales y el futuro de la economía nacional”, con el objetivo de defender la recomposición industrial y la política activa del Gobierno, tras el vaciamiento del entramado productivo durante la convertibilidad. El documento se presentó en el Hotel Panamericano, en una convocatoria encabezada por Juan Carlos Lascurain, vicepresidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra); Antonio Caló, titular de la CGT oficial y de la UOM; Gerardo Martínez, de la Uocra; Ricardo Pignanelli, de Smata, y Jorge Lobais, del gremio de textiles, entre otros. A su vez, participaron el ministro de Planificación, Julio De Vido; de Industria, Débora Giorgi, y de Trabajo, Carlos Tomada.

“Este es un proceso que puede tener dificultades, pero es el que permitió sobrevivir a la crisis de 2001 y hacer un país en el que se queden todos”, dijo Lascurain. El empresario destacó algunas iniciativas del Estado para potenciar el crecimiento de la actividad fabril. Por caso, resaltó la administración del comercio exterior, lo cual apuntó a proteger la producción de las pymes de la competencia desleal del mercado internacional y los puestos de trabajo de las firmas locales. A su vez, Lascurain remarcó la importancia del diálogo con trabajadores y el Gobierno, para seguir recuperando las capacidades industriales y no regresar a la Argentina del pasado. “El país del 2001 era el país del que se vayan todos, el país de la pobreza y la desocupación.”

Además de destacar el crecimiento industrial de los últimos años, gremios y empresarios criticaron las maniobras especulativas de sectores que pretenden regresar al modelo financiero de los noventa. “El escenario económico donde puede generarse incertidumbre acerca de disponibilidad de divisas, expectativas de movimiento de precios o de fuga de capitales, es la meta buscada y deseada por aquellos cuya actividad no es la producción o la industria, sino que dedican sus esfuerzos a buscar e implantar maniobras especulativas, de pescadores de río revuelto”, remarcó la presentación de ayer.

El documento precisó que estas tensiones del frente externo, con fuerte inestabilidad del mercado cambiario, fueron el resultado de las debilidades estructurales de la economía local, con sectores estratégicos que computaron elevado déficit comercial. En este punto, indicó que el desafío se encuentra en potenciar la integración de la industria (reconstrucción de eslabones clave de las cadenas productivas), con el objetivo de equilibrar el saldo comercial de los complejos manufactureros más sensibles de la economía: sector autopartista, electrónico, bienes de capital, energía y productos de la industria química.

En este proceso de consolidación de la estructura productiva, la política de Estado tiene un rol central. La administración de la puja distributiva, la convergencia de las políticas públicas con las decisiones privadas, la mejora de los salarios reales, la preservación del mercado interno son claves para impulsar la inversión, abastecer el consumo local y atender la demanda de exportaciones. “También medidas que mejoran la competitividad del tipo de cambio para impulsar la generación de divisas, la actividad económica, reducir expectativas de precios, evitar fuga de capitales, incentivar la inversión, aumentar la producción, el empleo, los salarios reales y niveles crecientes de productividad son las herramientas necesarias para resolver los problemas que puedan presentarse hoy y en el futuro”, apuntó el documento.

En cuanto a las negociaciones salariales, Antonio Caló dijo que la prioridad será defender los niveles de empleo en las fábricas. “No tiene sentido salir a decir que vamos a pedir aumentos del 40 por ciento, si eso implica dejar 100 mil tipos en la calle”, remarcó a este diario el conductor gremial. A su vez, indicó que el porcentaje de aumentos a acordar con empresarios se definirá a partir de la evolución de los precios en los próximos meses, con el objetivo de mantener el poder de compra de los trabajadores. El referente sindical consideró que la inflación de este año se irá moderando trimestre a trimestre. “Más allá del salto de precios de enero del 3,7 por ciento, mis expectativas son que el resto del año la cifra ronde 1,5 por ciento mensual”, señaló.

Página/12 - 20 de febrero de 2014

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